En el 2017, Armitage demostrará su talante de gerente

Silla Pacífico

El Alcalde de Cali tendrá que poner a prueba sus aptitudes para liderar los tres proyectos claves para su administración: el plan para salvar el Mio, el Plan Jarillón y el crédito para la infraestructura en educación. 

El alcalde de Cali, Maurice Armitage, terminó el año con la segunda mejor imagen desde que arrancó su gobierno, 65 puntos, según la última Gallup publicada en diciembre. Aún así, la mayor crítica contra él es que aunque es un gerente, no ha entendido cómo funciona la empresa que está gerenciando. Por eso, el 2017 pondrá a prueba sus aptitudes para liderar los proyectos claves de su administración.

Son tres apuestas que adelantó en el primer año y que son fundamentales para avanzar con su programa de gobierno en los tres años que le quedan: el plan para salvar financieramente al Mio; el Plan Jarillón, y el crédito de 330 mil millones de pesos para financiar la infraestructura en educación con la que implementará la jornada única.

La Silla averiguó los retos que tendrá que afrontar el Alcalde para sacarlos a flote:

El plan para salvar el Mio

Hoy, el Mio está cerca a la quiebra y la razón es simple: nunca, en los ocho años que lleva funcionando, el sistema llegó a la meta de mover 900 mil pasajeros diarios, la cifra con la que se diseñó y estructuró el cierre financiero. Hoy anda con un poco más de la mitad: 470 mil pasajeros diarios.

Eso genera que los cuatro operadores y Metrocali funcionen a pérdida. Las cifras que dio Armando Garrido, presidente de Metrocali, hablan de que para 2040, el año en que se vencen los contratos, el hueco del sistema ascenderá a 780 mil millones de pesos. Ya va por los 200 mil, según le dijo a La Silla un concejal caleño que ha estudiado el tema.

La razón, según el profesor Juan Pablo Milanese del departamento de estudios políticos de la Universidad Icesi, es que a pesar de que el modelo del Mio se diseñó originalmente arrancando por la troncal de Aguablanca, que movería la mayor parte de los usuarios, empezó por la de la calle quinta, que tiene menos usuarios.

En cambio, el grueso de los caleños que podrían disfrutar del sistema, han decidido acudir a las motos, lo que explica que para el 2015, según cifras de Cali Cómo Vamos, en Cali circulen unas 482 mil. Eso, más los 459 mil carros privados que hay registrados en la ciudad, es la prueba de que los usuarios nunca se montaron al sistema o se bajaron del Mio y optaron por usar vehículos propios para moverse.

Por eso, a partir del 16 de enero, según Garrido, la Alcaldía de Armitage empezará la renegociación de los contratos con los cuatro operadores y el recaudador en aras de reestructurar financieramente el sistema y hacerlo sostenible.

El plan tiene dos estrategias: la primera es ajustar la meta de los usuarios que moverá el Mio a una más cercana a la realidad. Según le dijo Garrido a El País, si el sistema mejora, en el corto plazo la cifra podría llegar a 630 mil pasajeros diarios, y en el largo plazo, los cálculos hablan de 730 mil viajes diarios.

Para hacerlo, en todo caso, los cuatro operadores (GIT Masivo, Blanco y Negro Masivo, ETM y Unimetro) tienen que sacar toda la flota disponible según se estableció en el contrato, unos 911 buses, de los cuales rodarían 839. Hasta el 2014, según Cali Cómo Vamos, a pesar de que la flota está, sólo circularon 690 buses, 41 menos que en el 2013.

La segunda estrategia es inyectarle recursos públicos al sistema para subsidiar la demanda, una medida que ha sido criticada pero que expertos en el tema como Milanese, aseguran que no sólo es necesaria sino que es la solución que se aplica en otros lugares del mundo.

Esta estrategia comenzó a moverse desde septiembre del 2016, cuando Armitage logró que el Concejo respaldara la creación del Fondo de Estabilización del Mio que, según le explicó a La Silla, Nicolás Orejuela, jefe de gabinete de Armitage, subsidiará el sistema con 340 pesos por pasajero.

El fondo tiene desde noviembre 12.500 millones de pesos de recursos propios de la Alcaldía del 2016 y en el 2017 recibirá otros 12.500 millones. Además, se alimentará de nuevos impuestos, empezando por la tasa de congestión que se cobrará a los vehículos particulares que decidan pagar por usar su carro en pico y placa y que planea recaudar, según cifras de la Alcaldía, 38.164 millones en el 2017.

La Alcaldía además presentará al Concejo otro proyecto este año para cobrar una tasa a los parqueaderos públicos y privados que según dijo Garrido, “patrocinen el uso del vehículo particulares”. Y un impuesto más a la instalación de antenas de telefonía cuyos recursos se destinarán a financiar el Mio.

Ambas estrategias estarán a cargo de la nueva secretaría de la movilidad que crea la reforma administrativa que apalancó Armitage durante el 2016 y que reemplazará a la de tránsito.

Aunque el plan ya está listo, y según la administración municipal, de poder implementarlo se salvaría el sistema, el reto para el 2017 será lograr que los operadores acepten someterse al cambio de reglas. Sobre todo porque, en opinión de Milanese, el sistema hoy no es rentable para los cuatro. “Hay que reestructurar el pool para ver qué empresa sale”, le dijo a La Silla Pacífico.

La propuesta no sólo va en contra de las promesas de campaña de Armitage donde se comprometió a incorporar al operador que falta, y que nunca se contrató. Además, implica que el municipio entrará en una disputa legal para cambiar los términos del contrato.

La carta de la Alcaldía, dice Milanese, es que en todo caso, ninguno de los operadores ha cumplido las condiciones del mismo hasta ahora, prueba de ello es que nunca ha circulado toda la flota.

Por eso, la contrapartida que se está diseñando es que los operadores pasen a recibir un porcentaje mayor de la tarifa que se cobra a los usuarios. Y que a partir del 2017 el pasaje pasará a costar 2000 pesos, 200 pesos más que este año.

Aún así, hay otro riesgo y es desmontar o lograr integrar al sistema a la mayor competencia del Mio hoy: la piratería. La Alcaldía ya entendió que es muy difícil combatirlo, por lo que ha planteado que lo mejor es articularlo al sistema. La pregunta que tendrá que resolver Armitage es cómo.

 
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