Felipe Ríos da ejemplo poniendo sobre la mesa sus conflicto de interés

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Felipe Ríos es el concejal más joven de Bogotá. Este economista y filósofo de 26 años, ganó las elecciones en el 2007 con Cambio Radical y desde entonces, se ha convertido en uno de los más críticos opositores de Samuel Moreno pero también ha despertado todo tipo de suspicacias alrededor suyo.

Felipe Rios recorre cada domingo en compañía de su equipo de trabajo los barrios más  pobres de Bogotá con el ánimo de resolver los problemas de sus habitantes. Foto: Archivo particular. 

 

 

 

Felipe Ríos es el concejal más joven de Bogotá. Este economista y filósofo de 26 años, ganó las elecciones en el 2007 con Cambio Radical y desde entonces, se ha convertido en uno de los más críticos opositores de Samuel Moreno pero también ha despertado todo tipo de suspicacias alrededor suyo.

Es hijo del reconocido empresario Alberto Ríos, dueño de la empresa Servigenerales, que tiene contratos millonarios con el Distrito, principalmente en recolección de basuras. Sus tíos y primos también tienen contratos para la operación de Transmilenio y  el manejo de residuos peligrosos. Los negocios de su familia lo han obligado a declararse impedido en uno de cada diez proyectos debatidos en el Concejo en el último año.

Manejar el conflicto de intereses entre negocios y política no ha sido fácil para Ríos. Lo primero que hizo cuando entró al recinto del Concejo fue anunciar a sus compañeros que se declararía impedido en varios temas. Un año y medio después no ha participado en el 12 por ciento de los proyectos de acuerdo debatidos. Uno de los más importantes debates del que se tuvo que marginar fue el del Plan de Desarrollo de Bogotá.

Ríos dice que la gente no entiendía por qué se metió en política si su familia tenía negocios, “pero yo quería ser político desde pequeño”, dice. Aunque Ríos tendría un puesto asegurado en cualquiera de las empresas familiares, optó por estudiar filosofía en la Universidad de Pensilvania y economía en el London School of Economics siempre con el sueño de participar en la vida pública. Ahora su meta más inmediata es ser elegido mejor concejal de Bogotá en el ranking de Concejo Cómo Vamos.

“Yo he hecho bien mi trabajo, tengo fama de juicioso, de trabajador, de transparente”, dice este joven y muestra un cuaderno con las peticiones de cada una de las personas con las que habló en barrios deprimidos de Bogotá el fin de semana pasado.

A punta de sus polémicos debates contra el Alcalde, Ríos ha logrado ganarse un lugar protagónico en la Corporación. Fue él quien denunció a la secretaria de Gobierno Clara López por darle contratos al grupo político de su esposo Carlos Romero. “Por donde usted mire hay corrupción, entonces no es dificil hacer control político”, dice. Uno de sus debates mas sonados fue sobre la presencia de grupos guerrilleros en las universidades. Ríos hizo el debate encapuchado y desde entonces no ha dejado de aparecer en la prensa.
 

 

 

Sus detractores

 

Rios cree que la política es la profesión más noble que una persona puede desempeñar y responde a quienes lo critican que su situación debería ser un ejemplo para los políticos que descaradamente votan en los temas en los que tienen intereses particulares.

“El lío no es que la familia de uno sea empresaria, sino que uno no sea transparente”, dice, “aquí el único que se ha declarado impedido soy yo. Es peor que un político le esté haciendo el favor a alguien y no se declare impedido”. Además, Ríos decidió no cobrar los 800 mil pesos que se le pagan a los concejales por cada sesión en la que tiene que abstenerse de participar.

Uno de sus más fuertes críticos es el concejal Antonio Sanguino, del Polo Democrático. “Resulta complicado que Felipe Ríos no pueda ejercer con transparencia su función”, dice Sanguino, “yo he visto que en su desempeño en la Corporación prácticamente le toca declararse impedido como concejal. Su familia tiene intereses en muchos temas. El concejal Rios es vulnerable a cualquier demanda por conflicto de intereses con la que podría perder la investidura”.

Sanguino dice que en el Distrito todos los temas están interconectados, y que si se habla de medio ambiente, el tema está relacionado con basuras y con rellenos sanitarios. Si se habla de movilidad, el tema está relacionado con Transmilenio.

Y es que hasta las relaciones más sutiles entre los proyectos que discute el Concejo y los negocios de la familia Ríos son detectadas por los concejales. Varios de ellos, que prefieren no dar su nombre, contaron a La Silla Vacía el caso del debate de control que Felipe Ríos le hizo al Secretario de Educación del Distrito, Abel Rodríguez, por el sobrecosto de un lote y la construcción de un colegio que no tiene agua. Los concejales agumentraron que Rios no tuvo en cuenta que el principal problema que afecta a los niños de ese sector es la contaminación que genera el relleno sanitario, en el que la empresa de su familia deposita la basura.

En los pasillos del Concejo también se comentó que Felipe no debía participar en el debate para la ampliación de la sede de la Contraloría de Bogotá, pues esta entidad hace control político a los contratos que el Distrito firma con empresas como la de su familia.

Ríos es la primera figura del Concejo que representa abiertamente el potencial conflicto de intereses entre los contratistas y la políticos, una relación que cada vez es más estrecha tanto en lo local como en lo nacional. Lo peligroso es que estas relaciones -a diferencia del caso de Ríos- casi siempre se quedan en el clóset.
 

 

 

Proyectos en los que se ha declarado impedido

 

Temas de Movilidad: 


Proyecto para instalación de botiquines y equipos de salud en las estaciones de Transmilenio.

Plan de Contigencia para la movilidad por las obras en construcción.

Creación de veedurías para supervisar contratación en temas de movilidad. 

Facilidades de pago para conductores infractores.

Masificación de combustible limpio.

 

Temas Basura:


Proyecto de manejo de residuos sólidos orgánicos.

Reducción de costos ambientales para el Distrito.

Cambios en la facturación para las empresas de servicios públicos.

Arbolado Urbano.

 

Temas Residuos peligrosos:


No votó en el proyecto que regulaba la gestion de residuos electricos y electrónicos.

 

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