El hijo y heredero político del poderoso y cuestionado exsenador Juan José García propone abiertamente una forma distinta de hacer política, lo que ha generado molestias en su grupo.
Hijo de Juancho no sale pintado
Juancho García es tan cercano al Presidente, que tuvo lugar privilegiado para celebrar la reelección. Con él, su hijo Andrés.
Como si fuera parte de su patrimonio familiar, el cuestionado exsenador de Bolívar Juan José ‘Juancho’ García Romero lleva 38 años ‘dueño’ de una curul en el Senado, que primero ocupó él, luego su esposa (la exsenadora en juicio por parapolítica Piedad Zuccardi) y ahora su hijo Andrés García Zuccardi.
Condenado por corrupción en el 98 y ante los líos judiciales de su mujer, Juancho García confió a su heredero el futuro del clan que es experto en combinar negocios con la política tradicional de la clientela. Pero el novato Senador de La U no salió ‘pintado’ como su papá, lo que ha generado peleas entre ellos y molestias en el grupo.
Así se lo contaron a La Silla Caribe por aparte tres personas que militan en la casa García Zuccardi y nos lo confirmaron dos políticos importantes de Bolívar: Andrés García no vive presionando por puestos, no viaja mucho a la región a atender peticiones de líderes, le apuesta más a comunicarse por redes (por ejemplo, tiene canal en youtube) y le gusta trabajar temas considerados muchas veces poco ‘vendedores’ como los de jóvenes y tecnologías.
Todo eso en contraste con las movidas de su padre y jefe político, que -amigo cercano del Presidente Santos- aún va a Palacio a cuadrar clientelismo; todos los fines de semana atiende militantes de su grupo en Cartagena; no le interesa para nada la comunicación ciudadana por internet; y le sugiere a su hijo trabajar proyectos con más peso en política.
La situación podría ser sólo una anécdota que complejiza la historia de uno de los clanes más poderosos y desprestigiados del Caribe, pero además se ha convertido en un motivo de fractura. Especialmente por el tema de los puestos.
Resulta que “don Juancho”, como le llaman muchos en su grupo, ha querido seguir liderando, como siempre lo ha hecho desde que tiene curul, todas las peticiones clientelistas al Gobierno Nacional y, en general, muchos otros asuntos que son más del resorte del Senador en propiedad.
Cuando arrancó la legislatura, hace casi dos años, fue quien negoció sin éxito en la bancada un puesto para su hijo en la Comisión Tercera (de las más apetecidas porque es la de la plata y en donde tuvo asiento la exsenadora Zuccardi hasta que la metieron presa).
También se involucró en la campaña a la Presidencia del Senado, que ese año le tocaba a La U. Su papel fue tal, que desde entonces varios de los 21 senadores de ese partido se refieren a él como “el senador número 22”.
Después de eso lo han visto en entidades públicas y hasta en Casa de Nariño pidiendo cargos para su grupo, a nombre del hijo.
“No se ni para qué necesitan (los García) a Andrés si Juancho García va hablando en nombre del Senador por todos lados”, nos contó un congresista de La U que se lo ha encontrado en esas.
La movida ha tenido sus resultados porque hoy, pese a los problemas con la ley que han enfrentado los esposos García Zuccardi, el clan cuenta con cuotas en Fonade, el Fondo Nacional del Ahorro, la representación de Presidencia en la corporación autónoma Cardique y el manejo de la vivienda rural en el Banco Agrario, además de otros puestos en la Gobernación de Bolívar y la Alcaldía de Cartagena.
Además de tener curul, en todo ello ha pesado que Juancho García (quien es hermano del exsenador Álvaro 'el Gordo' García, condenado por la masacre paramilitar de Macayepo) fue nada menos que el hombre clave para el triunfo de la reelección santista en su departamento, en donde Santos dobló su votación entre primera y segunda vuelta.
Ya los García habían sido clave en la primera elección del Presidente en 2010, en la que Piedad Zuccardi trabajó como coordinadora en Bolívar. Esa vez el grupo movió su maquinaria por todos los pueblos y el programa Familias en Acción, que en ese momento manejaba una ficha de ellos llamada Duvinia Torres que hoy es concejal del clan y que fue determinante en la victoria.
Pero todas esas vueltas clientelistas no han sido del agrado del hijo Senador. Al menos eso se deduce del hecho de que en varias ocasiones haya cancelado citas con altos funcionarios que suele concertar el papá para que asistan juntos. Y que incluso una vez no haya querido pasar de la puerta, como nos lo detalló una persona de su grupo a manera de crítica.
“No tiene cálculo político, muchas veces a Juancho le toca ir solo a las reuniones o con Alonso (del Río, el representante a la Cámara de los García), y además pide que no se metan en su trabajo. La gente está muy descontenta y sorprendida con esa actitud”, dijo la fuente.
En medio de estos episodios, padre e hijo han tenido peleas que incluyen hasta gritos, como lo reconoció a La Caribe el propio Andrés García cuando lo consultamos para esta historia: “Sí, discutimos, peleamos todos los días, pero he hablado con amigos que han entrado al sector privado a reemplazar a sus papás y pasa lo mismo, tiene que ver con el relevo generacional. Siempre habrá agarrones, pero como yo amo a mi padre siempre nos reconciliamos y confío en que todo resulte en lo mejor para el grupo”.
Un García “pensando diferente”
Andrés García Zuccardi es el senador más joven del país (33 años). Es administrador de empresas de los Andes y tiene maestría en desarrollo organizacional y gestión humana del Externado.
Sin ninguna experiencia en política, se eligió con los votos de sus padres un año después de que a su madre le dictaran medida de aseguramiento y el grupo se quedara sin candidato al Congreso.
Su familia estuvo entre él y su hermano Juan José ‘Junior’ García Zuccardi, pero -según en su momento nos contaron fuentes locales- al final se decidieron por el nombre de Andrés, debido a que Junior está casado con una hija de Rafael ‘el Mono’ Abello, quien fue uno de los primeros narcotraficantes extraditados a Estados Unidos. Y eso podría traerles más ruido y críticas en los medios.
El lema que escogió Andrés para hacer campaña fue “Pensemos diferente”, pero como nos dijo un político que militó con los García pero ya se alejó de ellos: “Lo que no se imaginaba nadie es que iba a pensar tan diferente”.
Para empezar, este Senador empezó a decir de manera pública en Bolívar que es importante comenzar a cambiar las costumbres políticas, un discurso que no es el usual en los políticos de su movimiento.
“Me sorprendió un día que hablé con él y me dijo que no estaba de acuerdo con el nepotismo y que creía que en su grupo debían escoger candidatos por méritos y no a dedo”, nos contó un excandidato en las pasadas regionales oriundo del departamento.
Más allá del discurso, García Zuccardi efectivamente no ha atendido en temas clientelistas a los líderes locales de su grupo, lo que ha generado malestar en muchos. Por ejemplo, supimos que un día hubo disgusto en una reunión del movimiento realizada en el pueblo bolivarense de San Cristóbal. Varios de los militantes esperaban concretar favores mientras el congresista les hablaba de la nueva sección de quejas y reclamos de su página web.
Como muchos esperan que sea la política, García lo que hace es contarles a sus cuadros que están buscando trabajo cuándo se abren procesos de selección para que se inscriban. Sin embargo, esa actitud ha resultado ser “un desastre” para algunos de ellos.
Al respecto, el legislador nos dijo: “Lo primero es decirte que yo sí considero necesario y valioso contar con representación porque eso fortalece un grupo y es legítimo. Lo que es malo y yo aborrezco son los engaños al sistema, los que nombran y no van, o los que nombran y les toca dar parte del sueldo para pagar ese favor. Yo sí he promovido a varias personas, pero la diferencia es que lo hago con criterios de formación. Mi padre no tiene esos conceptos porque él ve la política como se hacía antes. Yo me veo como un complemento a su trabajo”.
Y prosiguió: “Digamos que hay alguna disposición en un Ministerio y mi padre me dice ‘vamos a lucharla’. Yo le digo: ‘dime cuáles son tus candidatos y por qué son los mejores’ y ahí empezamos a debatir. Pero yo no dejo que nombren a alguien deshonesto”.
En los temas legislativos, aunque el músculo financiero de esta familia está en sectores como la construcción, la administración portuaria (son accionistas de la Sociedad Portuaria, por ejemplo) y la salud (en donde tienen varios frentes de negocio y Piedad Zuccardi se movía desde el Congreso), por ahora Andrés García se ha dedicado sobre todo a iniciativas por la juventud, las tecnologías y la “compensación variable por resultados”.
Esta última fue un proyecto de ley que presentó en noviembre de 2014 para que los servidores públicos ganen más, pero en la medida en que cumplan unas metas puntuales.
Yo sí he promovido a varias personas, pero la diferencia es que lo hago con criterios de formación. Mi padre no tiene esos conceptos porque él ve la política como se hacía antes.
Esta propuesta no prosperó (aunque está en las bases del Plan de Desarrollo), pero García dice que seguirá insistiendo porque “podría acabar la corrupción”. También fue uno de los autores del estatuto de ciudadanía juvenil y de un proyecto para reglamentar Uber, que terminó retirando porque no tenía apoyo.
"Algunas de sus ideas son completamente absurdas para el papá", nos dijo una de las fuentes locales conocedoras con las que hablamos.
Un congresista del Partido Alianza Verde al que le preguntamos cómo había visto a este Senador nos dijo: “Yo tengo la impresión de que es buen tipo, interesado en temas tecnológicos y de innovación”.
En la Gobernación de Bolívar, en donde también preguntamos por él, nos dijeron que su ayuda fue clave para conseguir plata para ciencia y tecnología para el departamento.
“Podría decirse que el pelao salió lo contrario al papá, le gusta la propuesta y es estudioso. ¿Quién iba a pensar que Juancho García iba a tener en su casa a su mayor contradictor?”, opinó un alto funcionario de manera informal.
Ese mismo alto funcionario agregó que, sin embargo, eso que lo diferencia de su jefe político puede terminar jugando en su contra al final porque, por ejemplo, no ir a la región y tener contentos a los líderes le irá restando apoyos.
En el círculo interno de García Zuccardi también critican que, supuestamente, no asiste a todas las plenarias y que su inexperiencia les costó ganar un concejal en Bogotá.
Resulta que ese grupo le apostó por primera vez a tener un cabildante en la Capital en las pasadas regionales y para ello respaldaron a un aliado llamado Eduardo Gil. El encargado de liderar la movida en Bogotá fue Andrés García. Pero al final se quemaron porque apareció un segundo candidato llamado Pedro Rojas, que también fue apoyado, lo que terminó dividiendo la votación, según nuestras fuentes.
El Senador nos dijo que no es cierto eso de que no viaja a la región (a pesar de que así lo aseguran personas que también lo elogian), que sí asiste siempre al Congreso y que lo de Bogotá no tuvo que ver con la división de la votación, sino que fue “una experiencia dolorosa” pero que lo seguirán intentando.
Habrá que ver si les alcanza la próxima y si las particularidades que hoy vive este clan no se sienten en las siguientes legislativas, cuando volverán a jugarse la curul para la que siempre han dependido de votos producto de la maquinaria y el clientelismo.
“Si (Andrés) quiere ser de otra estirpe, que se lance por el Polo”, nos dijo una persona de la casa García que está en Bolívar. Esa opinión podría ir dando una idea de lo difícil que le tocará al hijo si persiste en modernizar la forma de hacer política de su familia.