El lunes se cierra el plazo para que los voltearepistas se inscriban en un nuevo partido. Y todo parece indicar que la puerta más tocada será la del Partido de La U. Mientras Roy Barreras se define como el “portero” que ya ha gestionado la entrada a su partido de 21 congresistas, con pasado y votos, el papel que juega el ex ministro de Medio Ambiente Juan Lozano es bien distinto
Juan Lozano: tras la cara bonita del uribismo
El ex ministro de Medio Ambiente Juan Lozano se puso la camiseta de renovador del Partido de la U, pero no la tiene fácil. Foto: Miguel José Torres Plata. |
El lunes se cierra el plazo para que los voltearepistas se inscriban en un nuevo partido. Y todo parece indicar que la puerta más tocada será la del Partido de La U. Mientras Roy Barreras se define como el “portero” que ya ha gestionado la entrada a su partido de 21 congresistas, con pasado y votos, el papel que juega el ex ministro de Medio Ambiente Juan Lozano es bien distinto.
Además de ser la cabeza de la lista al Senado, tiene la tarea de atraer nuevas caras a este partido para que sea algo más que una confederación de caciques unidos por el pragmatismo. Lozano será algo así como la cara linda de La U en estas elecciones. Representa la renovación en contraste con los congresistas de siempre, muchos untados por escándalos, o los tránsfugas, que también tienen un pasado y parecen ser tarea de Barreras.
Dos uribismos quieren entrar al Congreso y el ex ministro que viene de la entraña del Nuevo Liberalismo, de manejar CityTV y ser asesor editorial de El Tiempo, y de sacar 681.830 votos como candidato a la Alcaldía de Bogotá, encarna el uribismo de opinión, el urbano, el que quedó huérfano con la salida de Marta Lucía Ramírez y Gina Parody.
“Estoy desarrollando nuevos dirigentes. Soy una tendencia dentro del Partido de La U. Soy de un sector distinto al de José Obdulio Gaviria y al que representan algunos senadores”, dijo Lozano a La Silla Vacía.
Está recorriendo todo el país coqueteándole a primíparos con propuestas y hoja de vida para que entren a hacer parte de las listas a la Cámara de La U. Por ahora se ha concentrado en las zonas donde ha hecho política -Cundinamarca y Tolima- pero aspira a sumar nombres en 16 departamentos.
Para algunos, el verdadero objetivo de Lozano no es tanto impulsar estos candidatos para sumarle a su nuevo partido, sino para que sean las fórmulas en su campaña al Senado.
Su lista potencial ya tiene varios nombres (vea abajo el 'tarjetón'), entre los que se destaca la ex señorita Colombia Vanessa Mendoza, que aspirará a la circunscripción de negritudes, y pupilos suyos como el abogado Ricardo Ferro, quien conoció a Juan Lozano hace 15 años cuando era concejal de Carmen de Apicalá y desde ese momento trabaja con él.
En el Senado, Lozano lidera la campaña Postúlate (segunda versión) que busca integrar a gente del común en la lista. Gente como el actual senador Olano Portela, un abogado tolimense, sin ninguna experiencia en política que sacó 7.285 votos en la primera campaña de ese tipo que se hizo en 2006.
El problema es que ponerse la camiseta de renovador no es nada fácil, pues toca pelear con los viejos para que le den un espacio a los nuevos. Las mejores sillas siempre son reservadas a los que tienen más votos. “Me ha tocado librar una guerra por los avales. Cada reunión en el Partido de La U es una batalla por asegurar un puesto”, añadió el ex ministro, quien para pasarse de Cambio Radical a La U puso como requisito que por lo menos le aseguren diez candidatos suyos en las listas a la Cámara. Y de mucho insistir lo puede lograr. Pero, ¿y qué tal que se quemen?
Aunque todos lo desean, el voto de opinión es bastante esquivo. Aunque estas campañas no necesitan sancocho, rifa de pueblo, ni bulto de cemento, necesitan una inteligente inversión en marketing político. Deben construir un discurso que sepa encarnar el uribismo más puro.
A excepción del senador Portela y del representante Augusto Posada, ninguno de los candidatos de Lozano cuenta con votos propios. Tampoco tienen financiadores fijos, ni una plataforma nacional para visibilizar sus propuestas. Por lo tanto,el Partido tiene que meterse la mano al dril para ayudarlos. Será interesante ver si lo hace o si Lozano se queda con su lista 'de gente de bien' y sin los votos.