Juegos Bolivarianos, la cruzada samaria

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Por estos días, una de las cruzadas que une a los samarios en un solo clamor es la petición de la sede para su ciudad de los Juegos Bolivarianos 2017, inclusive a orillas políticas opuestas como el alcalde Carlos Caicedo, la electa gobernadora Rosa Cotes y el representante de La U Eduardo Díaz-Granados, después que la Nación anunció este año que no daría todos los recursos inicialmente prometidos debido a los recortes en el presupuesto por la caída de los precios del petróleo.

Por estos días, una de las cruzadas que une a los samarios en un solo clamor es la petición de la sede para su ciudad de los Juegos Bolivarianos 2017, inclusive a orillas políticas opuestas como el alcalde Carlos Caicedo, la electa gobernadora Rosa Cotes y el representante de La U Eduardo Díaz-Granados, después que la Nación anunció este año que no daría todos los recursos inicialmente prometidos debido a los recortes en el presupuesto por la caída de los precios del petróleo.

Tanto la gobernadora electa como el alcalde Caicedo le han pedido públicamente al Gobierno que destine recursos para la construcción de los escenarios, mientras que el representante Díaz-Granados en una carta que le envió en noviembre pasado a la ministra de la presidencia María Lorena Gutiérrez pidió que se convocara una reunión urgente con todos los involucrados en la organización de ese evento.

A esto se suma la cruzada en redes sociales, con la etiqueta #SiAlosBolivarianos, que ha ido en aumento desde septiembre pasado cuando un representante de Coldeportes ratificó en un foro organizado en Santa Marta por la Revista Semana que debían ajustarse los diseños para la construcción de los escenarios porque el Gobierno solo puede garantizar $110 mil millones, para una infraestructura calculada en unos 170 millones de dólares. El resto de los recursos debe ponerlos y gestionarlos el Distrito.

Ese discurso va en contravía de lo anunciado por el presidente Juan Manuel Santos en 2013, cuando dijo que Santa Marta celebraría los mejores Juegos Bolivarianos de la historia, y que estos le permitirían a esa ciudad modernizar sus escenarios deportivos, construidos hace 60 años y hoy en completo deterioro.

Mientras el Distrito y la Nación llegan a un acuerdo por los recursos, más peligra para Santa Marta ser ciudad sede porque a dos años de la realización de las justas el tiempo que queda para licitar la construcción de esa infraestructura es poco. Esta situación deja la puerta abierta para que solo se realicen en Barranquilla y Cartagena.

Por lo pronto, los samarios siguen su cruzada virtual con la etiqueta #SiAlosBolivarianos.

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