El viernes, en Caracol Radio, el poderoso empresario de la construcción y candidato a la Alcaldía de Bucaramanga, Rodolfo Hernández, dijo que una eventual alianza con su rival, el candidato del Mais Sergio Isnardo Muñoz, estaba en “cocción”. La verdad, sin embargo, es que el viernes esa alianza ya no había cuajado y hoy los candidatos están decididos a llegar hasta el final.
La alianza que no cuajó en Bucaramanga
Sergio Isnardo y Rodolfo Hernández candidatos a la Alcaldía de Bucaramanga
El viernes, en Caracol Radio, el poderoso empresario de la construcción y candidato a la Alcaldía de Bucaramanga, Rodolfo Hernández, dijo que una eventual alianza con su rival, el candidato del Mais Sergio Isnardo Muñoz, estaba en “cocción”. La verdad, sin embargo, es que el viernes esa alianza ya no había cuajado y hoy los candidatos están decididos a llegar hasta el final.
Hace unos días, a través del ex secretario de planeación de Bucaramanga, Rodrigo Fernández, se logró un acercamiento entre Sergio Isnardo y Hernández para explorar la alianza. Los candidatos se reunieron, según pudo confirmar La Silla.
En ese encuentro, Sergio Isnardo le propuso a Hernández que se sumara a su campaña. Su principal argumento era que en la última encuesta de Cifras y Conceptos él aparecía con el 15 por ciento, detrás del liberal y líder Carlos Ibáñez (27 por ciento), mientras Hernández apenas alcanzaba siete puntos.
Hernández, de entrada, le contestó que no por varias razones que La Silla pudo confirmar con altas fuentes de las campañas.
La primera es que él, que tiene 70 años, es más viejo que Sergio Isnardo y si no gana ahora no participaría después. La segunda que en su campaña creen que van mejor que lo que dicen las encuestas. La tercera que lleva más de un año moviendo su candidatura y que no se va a bajar faltando unas semanas. Y la cuarta, que la cercanía de antaño entre Isnardo y el gobernador Richard Aguilar contradecía el discurso anti-corrupción de Hernández.
Hasta hace unas semanas, Sergio Isnardo contaba con el respaldo político y financiero del grupo del gobernador pero dicha estructura, como lo reveló en su momento La Silla, terminó volteándose y saltando a la campaña del candidato de La U Jhan Carlos Alvernia.
Rechazada la invitación, Hernández le propuso a su contrincante que más bien se le uniera él.
Fuentes de ambas campañas le confirmaron a La Silla que la contra propuesta del candidato incluía – de llegar a ganar – darle juego y poder en el gobierno a Sergio Isnardo y alistarlo como su sucesor. O incluso, si perdía, ayudarle a montar una estructura – soportada por el sector privado – para que pudiera seguir activo todo el cuatrienio abonando el terreno para las próximas elecciones locales.
El candidato del Mais no le jaló y la cita entre rivales no cerró en pacto alguno.
El jueves pasado hubo una nueva reunión exploratoria, entre Sergio Isnardo, el ex secretario Fernández, el empresario de la construcción Henry Ramírez y el ex gerente de Electrificadora de Santander Carlos Alberto Gómez (los últimos tres en representación de Hernández).
La convocatoria tampoco rindió frutos y a hoy, en ambas campañas, creen que esa posibilidad ya se diluyó y que ambos llegarán a las urnas por separado.
En la campaña de Sergio Isnardo creen que la mencionada encuesta lo valida a él y demuestra que Rodolfo está estancando; que no logró (dice una fuente clave de allí) que el voto de opinión le comprara su discurso anti-corrupción por su pasado como empresario (asociado en más de un capitulo a políticos cuestionables).
Hacia delante, sin alianza a la vista, la campaña de Hernández que no registra bien en las encuestas y a la que ya se le está acabando la plata que tenía presupuestada, según le confirmó a La Silla una fuente clave de allí, seguirá apostándole a la misma estrategia de campaña atípica: sin estructura, sin sede de campaña, sin vallas, a punta de recorridos puerta a puerta, reuniones en el pent-house del candidato, redes sociales y propaganda en salas de cine y algunos pocos medios.
Por el lado de Sergio Isnardo, según una alta fuente de la campaña, después de que perdieron el apoyo del grupo del gobernador, la cosa no ha sido fácil y están trabajando “con las uñas”.
Además, el candidato, que no es dueño de un patrimonio económico relevante, no consiguió el apoyo financiero de los cacaos empresariales de la ciudad con los que se reunió hace unos días.
La Silla supo que varios empresarios, reunidos bajo la Promotora de Inversiones Promisión, y otros como la ex ministra Martha Pinto, reconocen y respaldan la trayectoria del candidato (que nació en una de las comunas más pobres de Bucaramanga y llegó a ser vicerrector de la UIS y Secretario de Planeación Departamental) pero no le están pagando ni le van a pagar los gastos gruesos de su campaña.
Lo único que le plantearon fue buscar una fórmula para mantener un trabajo posterior a estas elecciones, que lo mantenga vigente y lo prepare para el 2019. Algo similar a lo que le propuso Hernández.
Así las cosas, descartada la unidad, quedan dos candidatos que no parecen tener la fuerza para derrotar ni la maquinaria liberal que carga Carlos Ibáñez ni la estructura de plata y poder electoral que está empujando al otro rival, al de La U, Jhan Carlos Alvernia.