Con la decisión de la Procuraduría, tres nombres que son casi desconocidos en los círculos de poder de Bucaramanga, ahora tendrán en sus manos la decisión de nominar al primer cargo de la capital Santander.
La caja de pandora que abrió la ira de Rodolfo Hernández
Ayer la Procuraduría General de la Nación decidió suspender provisionalmente durante tres meses al alcalde de Bucaramanga, Rodolfo Hernández, por la agresión a un concejal de la ciudad.
Aunque, como contó La Silla, el episodio no le hizo mella a la imagen del mandatario, sí abrió la puerta para que en los próximos meses, que justo coinciden con el arranque del año electoral, el municipio quede en medio de una inestabilidad administrativa que le puede pasar factura a la ciudad y de paso darle entrada a grupos políticos tradicionales.
El proceso que viene
Dado que fue la Procuraduría la que suspendió a Rodolfo Hernández, su reemplazo durante los tres meses deberá ser designado por el gobernador de Santander, Didier Tavera, de una terna que presente el movimiento ‘Lógica, ética y estética’, que fue con el que se eligió el Alcalde.
Sin embargo, eso puede tener un camino largo y uno corto que depende de la voluntad política de la Gobernación.
El corto es que el movimiento presente en poco tiempo la terna, el Gobernador la acepte y en pocos días defina el del nuevo encargado.
El largo incluiría que el Gobernador decidiera pedirle a la Registraduría que le responda oficialmente cuál es el movimiento con el que Hernández se eligió y se tome los 10 días hábiles que da la ley para solicitar la terna; y que después de presentada se tome otros 10 días hábiles para definir el reemplazo temporal de Hernández.
Cualquiera que sea el camino que tomen, con la suspensión en todo caso Tavera se abrió espacio en la Alcaldía, porque también quedó con la potestad de nombrar encargado.
Aunque el Gobernador tenía la posibilidad de nombrar a alguien de su administración, al final designó al jefe de gobernanza y una de las manos derechas de Hernández, Manolo Azuero, como mandatario encargado.
Su decisión puede responder a dos lógicas. La primera que, como dijo, no tiene interés en intervenir en la administración de Bucaramanga; y la segunda, que está esperando para tener injerencia con el nombramiento que saldrá de la terna.
Independientemente de cuál resulte, el hecho de que Tavera aún tenga juego en la Alcaldía con el nombramiento que suplirá la vacancia de Hernández, representa un golpe político para el Alcalde.
Por un lado porque Tavera viene del liberalismo, partido que lidera la oposición en el Concejo y le acabó de sacar a la Secretaria de Hacienda a través de una moción de censura; y por otro, porque el Gobernador ha sido cuestionado por todas las prácticas políticas que Hernández critica.
Todo eso sin contar que quienes lo inscribieron no son necesariamente de las entrañas de su grupo político.
Los inscriptores
En 2015 el movimiento ‘Lógica, ética y estética’ fue inscrito por Reinaldo Ramírez, Laurentina Ariza y Jorge Rodríguez, tres nombres que son casi desconocidos en los círculos de poder de Bucaramanga, pero que ahora tendrán en sus manos la decisión de nominar al primer cargo de la capital Santander.
Reinaldo Ramírez, es amigo de infancia de Hernández. Estudiaron juntos en el colegio Santander. Es abogado de la Universidad Nacional. Fue juez de instrucción criminal en San Vicente del Chucurí, y asesor jurídico en varias entidades públicas del departamento, incluidas la Alcaldía de Bucaramanga en la década de los 70. Posteriormente fue nombrado magistrado en el Tribunal Administrativo de Santander, y en ese cargo se mantuvo hasta el 85.
Ramírez fue el jefe de empalme de la administración de Hernández, pero después no volvió a figurar en la Alcaldía. Según le dijo a La Silla, se habla esporádicamente con el mandatario.
Él es el más cercano a Hernández del grupo significativo de ciudadanos que lo inscribió.
El segundo, es Jorge Rodríguez, el presidente de la Junta de Acción Comunal del barrio Estoraques que en 2015 fue elegido como edil con el aval de Cambio Radical, y es cercano a la exconcejal de Bucaramanga, Sandra Pachón, quien es una de las manos derechas del controvertido excongresista Fredy Anaya.
Justamente, Rodríguez le dijo a La Silla que conoció a Hernández a través de Pachón, y a propósito de que el ahora Alcalde quería construir en su barrio una cancha sintética dotada, que en efecto entregó en 2013.
Sobre su cercanía con la administración explicó que era la típica que cualquier líder comunal podía tener con la Alcaldía, es decir, no es de sus entrañas y, además, es cercano a Anaya, quien a la postre es uno de los políticos de los que más se distanció Hernández y a quien llamó “el Pablo Escobar de Bucaramanga”.
La tercera es Laurentina Ariza, una líder del barrio Esperanza III, que es esposa del Vicepresidente de la Junta de Acción Comunal.
Se conoció con Hernández porque otra líder del barrio vecino se lo presentó, y se hicieron cercanos porque, al igual que con Rodríguez, en su barrio el ahora Alcalde donó otra cancha sintética en 2013. Desde hace año y medio trabaja como parquera en la Empresa de Aseo de Bucaramanga, Emab.
Según nos explicó, el contacto con Hernández también es el típico de un líder comunal, es decir, tampoco es de sus entrañas.
La movida política
Que los últimos dos no sean tan de adentro de su grupo político puede jugarle de dos maneras al Alcalde: la primera que tenga infiltrados dentro de sus propias filas o la segunda que dado su carácter simplemente los use de notarios para postular la terna.
La Silla supo que preliminarmente dentro del grupo de Hernández se está barajando el nombre de la exsecretaria de Hacienda, Olga Chacón, quien ayer fue sacada del cargo tras una moción de censura que le aprobó el Concejo. También, que la idea de Hernández estaría en presentar una terna de solo mujeres.
En todo caso, y más allá de lo que resulte de la conformación de la terna con los inscriptores, lo que ya empezó a quedar claro es que Rodolfo sí se va mover políticamente para protestar contra la decisión.
En redes sociales empezó a circular una convocatoria a una marcha en Bucaramanga para el próximo martes “por el reintegro inmediato” de Hernández a sus funciones.
A La Silla le llegó vía WhatsApp a través de Rodolfo José Hernández, uno de los hijos del Alcalde; sin embargo, cuando le preguntamos quién la estaba convocando nos dijo que no sabía y que también le había llegado por ese medio.
Si se comprueba que la marcha la está promoviendo Hernández, significaría que estaría intentando replicar la estrategia del exalcalde de Bogotá y hoy senador, Gustavo Petro, cuando la Procuraduría intentó sacarlo del cargo por las irregularidades en el manejo de las basuras de la ciudad.
Lo que resulte de allí será un termómetro para medir la popularidad del Alcalde más allá de las encuestas y las redes sociales.
También podría convertirse en un nuevo factor de poder dentro de la carrera electoral del próximo año, debido a que cabe la posibilidad de que Rodolfo Hernández sea visto como una víctima del sistema por sus seguidores y termine de disparar su popularidad, algo que le daría ventaja para poner heredero.
Algo que por lo menos en su redes sociales ya anticipó.
GANARON UN ROUND PERO TIENEN LA PELEA PERDIDA
— Rodolfo Hernández S. (@ingrodolfohdez) 30 de noviembre de 2018
Nada ni nadie detendrá nuestra decisión de seguir golpeando a la corrupción donde más le duele, que es la financiación de su politiquería para seguir enquistados en el poder.
Yo estaré de vuelta en tres meses. Ellos... ¡NO VOLVERÁN! pic.twitter.com/6d4CyYaJXt
Como la Procuraduría aún no ha dicho qué tipo de proceso le abrirá a Rodolfo Hernández (verbal es el más rápido) y podrá prorrogar la suspensión otro tiempo igual si lo considera necesario, hasta ahora inicia la nueva puja de poder en Bucaramanga.