Aunque el fin de semana la Asamblea de Santander aprobó el Plan de Desarrollo, lo hizo en medio de un debate que tuvo tanto de ancho como de largo, y que le demostró al gobernador Didier Tavera que si bien puede tener a 15 de los 16 diputados de su lado, mantener esas mayorías no le va a quedar tan fácil.
La coalición de Tavera en la Asamblea empezó a patinar
Momentos en los que el gobernador de Santander, Didier Tavera, sancionó el Plan de Desarrollo. Foto: Suministrada por la Gobernación de Santander.
Aunque el fin de semana la Asamblea de Santander aprobó el Plan de Desarrollo, lo hizo en medio de un debate que tuvo tanto de ancho como de largo, y que le demostró al gobernador Didier Tavera que si bien puede tener a 15 de los 16 diputados de su lado, mantener esas mayorías no le va a quedar tan fácil.
El hundimiento de las facultades
Pese a que en esencia en el Plan de Desarrollo se debaten las metas y los programas que se ejecutarán en el departamento durante los próximos cuatro años, el grueso de la discusión en la Asamblea de ese proyecto no se dio en ese sentido.
El debate de fondo versó sobre las facultades que el Gobernador había solicitado para emprender modificaciones administrativas, reestructurar hospitales, realizar alianzas público privadas y pedir créditos, permisos que se hundieron y que terminaron dividiendo hasta a los ocho diputados que resultaron elegidos haciendo campaña con Tavera.
Si bien esa fue la primera vez que la mayoría absoluta (15 de los 16 votos) que tiene Didier Tavera en la Asamblea se dispersó, la coalición ya se había empezado a desvanecer en las últimas semanas.
Un diputado le reconoció a La Silla que aunque le pidió participación en la Gobernación a Tavera, él les contestó que “esos espacios estaban reservados para los congresistas”, algo que no cayó para nada bien, porque “varios están esperando tener parte en la administración”.
A ese escenario se sumó el hecho de las facultades que pidió Tavera venían sin soportes, algo que les sirvió de caballito de batalla a los descontentos y a las bancadas que no pertenecen a la coalición natural del Gobernador (La U con 3 diputados, el Centro Democrático con 3 diputados y Alianza Verde con 1 diputado) para que le enviaran el mensaje de que no todo se lo van a aprobar a pupitrazo.
“A nosotros nos entregan solicitudes para créditos, para alianzas público privadas, y para reestructuraciones sin tener ni siquiera en cuenta estudios. Eso no podía aprobarse así, si lo quieren hacer que lo hagan, pero con base en estudios. Nosotros no vamos a ser el gancho ciego”, le dijo a La Silla uno de los diputados, que prefirió la reserva de su nombre “porque hay muchas sensibilidades en este tema”.
Aunque para ‘apagar el incendio’ Tavera fue hasta la sala de sesiones de la Asamblea y sostuvo una reunión en privado con los diputados para pedirles que le dieran vía libre a las facultades, la oposición se mantuvo y la división tomó fuerza por cuenta de las intervenciones de asesores y secretarios de la Gobernación.
“Durante la discusión del proyecto hubo asesores que llegaron a darnos casi órdenes para que aprobáramos todo como venía ¿de cuándo acá? Los ánimos terminaron de acalorarse y las discusiones tomaron más fuerza”, le dijo otro diputado a La Silla.
Tanto fue así, que la negativa terminó siendo apoyada por La U, Alianza Verde, el Centro Democrático y por cuatro de los ocho diputados que hacen parte de la coalición de campaña del Gobernador (Édgar Suárez de Cambio Radical, Carlos Alberto Morales del Partido Liberal y Luis Eduardo Díaz y Humberto Rangel del Partido Conservador).
Álvaro Celis, el presidente de la Asamblea, Carolina Rangel y Arley Valero de Opción Ciudadana, y Honorio Galvis del Partido Liberal fueron los que se mantuvieron del lado de Tavera y votaron a favor de las facultades bajo el argumento de que era necesario que las tuviera para iniciar su gestión “sin trabas”.
Con el hundimiento, Tavera tengrá que volver a bajar a la Asamblea cada proyecto por aparte con sus respectivos estudios; además, deberá hacerle el lobby respectivo a los diputados, quienes aunque en principio están con él, le demostraron que sin mover todo el engranaje pueden inclinar el estatus quo de la Asamblea.
La pelea interna
El grito de independencia de esas mayorías en la Asamblea, ya se estaba asomando, además del descontento por la falta de participacipación en la repartición del poder, por cuenta de una crisis interna de liderazgo en la corporación.
Cuatro diputados le aseguraron a este medio, que una vez se armó la coalición de los 15 , el liberal Carlos Alberto Morales, el conservador Luis Eduardo Díaz y Álvaro Celis de Cambio Radical (actual presidente) asumieron el papel de dirigir la coalición.
No obstante, ese liderazgo no fue reconocido por todos los diputados debido a que muchos sienten que no los representan, y en cambio sí generó fracturas al interior de la coalición.
“Este es un tema de egos, hay algunos que porque han estado toda la vida en la Asamblea se sienten con derecho de mandar a los nuevos, eso por supuesto no funciona así, y tiene molesto a más de uno”, le dijo a La Silla uno de los diputados.
De hecho, la Silla supo que ya han existido roces internos en el Partido Liberal, y hasta discusiones entre las bancadas por esa disputa interna de poder.
La suma de esos dos escenarios podría poner en jaque la gobernabilidad de Tavera.
La U, el Centro Democrático y Alianza Verde tienen 7 votos, que si se llegan a la oposición, se sumarían al de Roberto Schmalbach del Polo Democrático (quien desde el inicio se declaró en contra de la administración de Tavera), lo que les daría los mismos de la coalición de Tavera.
Esa posibilidad lo obliga, al menos por ahora, a darles el mismo nivel de importancia a todos los diputados, de lo contrario, una rueda suelta podría volver a inclinarle la balanza.