La despedida inesperada de Guillermo Perry

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Foto tomada de internet.

El exministro de Hacienda y de Minas murió esta mañana en Estados Unidos. En su honor publicamos la reseña de la directora de La Silla Vacía, Juanita León, sobre su libro de memorias "Decidí Contarlo".

Guillermo Perry murió hoy, pocas semanas después de publicar un libro 'Decidì contarlo' sobre su vida pública. Juanita León, directora de La Silla Vacía, escribió la reseña que aparece en la contra-carátula y Perry le pidió el favor que fuera publicada en La Silla porque quería que los jóvenes leyeran su libro y se animaran a seguir una vida en el sector público.  Como un homenaje a su fructífera vida y al aporte que le hizo a este país aquí la reproducimos:

“Este libro es, como su título lo dice, el relato de un período de la historia de Colombia que va desde el gobierno de Carlos Lleras Restrepo hasta el de Juan Manuel Santos contado por un testigo de excepción, pues Guillermo Perry trabajó en varios de esos gabinetes o tuvo un acceso privilegiado a muchos episodios de relevancia pública.

El libro tiene el formato de una entrevista amigable y mutuamente acordada que recorre la vida de Perry, un tecnócrata que le ha hecho un aporte significativo al país y cuya vida pública refleja la de una élite de colombianos comprometidos que, pese a todos los riesgos y dificultades, insisten en trabajar en lo público, y a quienes el país les debe en gran medida aquella parte del Estado que funciona.

La entrevista combina reflexiones agudas sobre Colombia y sobre el carácter de cada uno de los gobiernos. Es un tesoro de detalles sobre políticas públicas particulares que asumieron los presidentes, sobre todo en el área de política económica –la experticia de Perry.  Por esa misma meticulosidad en la descripción, este libro probablemente no se leerá en la playa ni de afán. Será, sin embargo, un libro de referencia para quienes quieran entender cómo se ha ido construyendo la política económica del país: las casi insuperables dificultades técnicas; los inevitables dilemas morales; y las tensiones y conexiones entre las lógicas políticas y tecnocráticas.

En la medida en que Perry habla como testigo (y no pocas veces como protagonista), el libro permite entender cómo funciona el engranaje de lo público y el poder en Colombia, el ámbito reducido en el que se toman las decisiones, el alto nivel de influencia que tienen algunas personas individualmente (sobre todo aquellas que se obsesionan con sus sueños o sus metas) y el peso que tienen las ideas en los proyectos de cada gobierno.

Perry demuestra un agudo sentido del humor y una virtud escasa en nuestro país y es que elogia y critica a todos los presidentes y gobiernos sin importar la afinidad ideológica o personal que tenga con ellos. Sin ninguna aspiración a ganarse con él un contrato o un amigo para el futuro, el libro es no solo la recapitulación de una vida de compromiso con el país sino una invitación a los jóvenes para seguir ese camino".

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