La Farc llega golpeada y sin saber de Márquez a su Consejo Nacional

Silla Sur

Sin el líder más votado de la dirección, con las disidencias amenazándolos y en medio de divisiones internas, la Farc llega hoy a su 'Consejo Nacional de los Comunes'.

Hoy arranca en Bogotá el ‘Consejo Nacional de los Comunes’ de la Farc, la primera reunión de la plana mayor de la exguerrilla en más de un año. Esa vez compartieron tarima Rodrigo Londoño e Iván Márquez, una foto que hoy no parece posible, lo que simboliza las dificultades internas que atraviesan.

Márquez ya lleva semanas escondido, lo que ha llevado a algunos miembros de la dirección a decidir que no llegarán al Consejo y a otros, que sí irán, a llegar con la expectativa de saber en qué anda su partido.

Con esa incertidumbre a cuestas, más las amenazas de las disidencias a sus militantes y un posible resurgimiento del Movimiento Bolivariano (uno de los brazos urbanos de la exguerrilla) que considera que Timochenko “entregó a las Farc”, el partido de la rosa llega golpeado y dividido a discutir como va la implementación del Acuerdo y qué ha hecho y para dónde va, políticamente, el partido.

No tan pleno

Al ‘Consejo’ están citados los 111 miembros de la dirección política de la Farc, elegidos por más de mil excombatientes en el Congreso fundacional el año pasado. Son los representantes del partido en todas las regiones, muchos de ellos antiguos mandos medios de la guerrilla, que no viajaron a negociar el Acuerdo en La Habana ni tienen curul en el Congreso.

 

La euforia que tenían en la reunión de hace un año, cuando acababa de nacer el partido y habían llegado a Bogotá a fundarlo oficialmente escoltados por Policías, contrasta con la incertidumbre que sienten ahora.

Una incertidumbre que empezó con el retraso en la implementación en todos los Espacios de Capacitación, siguió con la captura de Jesús Santrich por supuestamente estar metido en una red de narcotráfico y se intensificó con la llegada de Iván Duque a la Presidencia y la decisión de Márquez, el más votado para llegar a la dirección, de no posesionarse en el Senado y luego de eso esconderse hasta de sus propios camaradas.

“Nosotros no sabemos dónde está y, claro, eso genera una incertidumbre que tendremos que discutir”, dijo a La Silla el senador fariano Carlos Antonio Lozada. “Yo personalmente no comparto la decisión que tomó porque hay que apostarle a la paz desde los espacios que negociamos”, agregó.

“¿Renunciar al Congreso? ¿Dónde está la proyección política de eso?”, nos dijo también el hoy representante Marcos Calarcá. “Comparto las razones de Márquez en su carta pero no la conclusión a la que llega”, agregó.

Lozada nos dijo que desde la dirección del partido han intentado buscar a Márquez y que incluso enviaron a Pablo Catatumbo a buscarlo en la región en la que supuestamente está (no nos dijo dónde), “pero no logramos contactarnos con él”.

Que ni la dirección del partido sepa de su paradero manda un mal mensaje a los exguerrilleros y en especial a los mandos medios.

“Todos estamos a la expectativa de la información que nos van a dar en el consejo”, nos dijo René Hertz, miembro del partido y ex integrante del Estado Mayor que vivía hasta hace poco en el Cauca. “Estamos a la espera que se realice la reunión para determinar allí qué información oficial nos dan de Márquez, porque hasta ahora no tenemos más información que la que sale en los medios y por el comunicado que él dejó”.

“Queremos más información. Son ellos (los dirigentes de las Farc) los que nos deben decir cuál es su situación”, nos dijo Ramiro Cortés, que fue comandante del frente 29.

Otros van más allá de pedir información pensando en hacer lo mismo que Márquez.

Hace una semana La Silla habló con Iván Merchán, mando medio de La Macarena y miembro de la dirección política y nos dijo que su plan era desaparecer.

“No es irse a las disidencias, como todos dicen. Es irse para una finquita, donde amigos que uno tiene, donde no haya señal ni forma de que lo ubiquen a uno. Así uno está más tranquilo y con el temor de que le haga un montaje como a Santrich”, nos dijo.

Cuando intentamos volver a comunicarnos con Merchán para esta historia, ya no le entraban llamadas ni mensajes. Según él, otros mandos medios en el Meta ya se habían “clandestinizado”, como nos dijo para referirse a lo que hizo Márquez.  

A las ausencias, encabezadas por la de Márquez y El Paisa, se suma otra discusión de fondo.

Las distancias

“La prioridad, lo inmediato de esta reunión, es cómo mejoramos la articulación con el partido en todo el país”, le explicaba Calarcá a La Silla.

Esa “articulación” pasa por reducir el descontento que sienten los excombatientes de varias regiones.

“Hay alguna gente que plantea que a los que estamos en el Congreso nos ha ido mejor. Es una inconformidad con la paz porque sienten que antes estaban mejor pero en la medida en que eso se plantee en el pleno, lo vamos a poder solucionar”, nos dijo Calarcá.

Eso coincide con los que nos dijo una fuente que conoce de cerca al partido en Santander. “Ellos (los excombatientes) sienten que los del secretariado están felices en corbata en el Congreso mientras ellos siguen pasándola mal por plata y encima por seguridad”, nos dijo.

Eso incluso ha hecho que en algunas regiones no se sientan representados por los diez congresistas farianos.

Por ejemplo, en Arauca, una fuente de la defensoría y un exmiembro del partido nos contaron por aparte, que allá los excombatientes, sobre todo los rasos, aspiraban tener mayor representatividad en el partido y que no se sienten incluidos.

Además, los liderazgos del partido en esas regiones están bajo presión de las disidencias.

Las disidencias

Como lo hemos contado en La Silla, en lugares como Caquetá y Arauca la disidencia de Gentil Duarte está usando el mismo nombre que el partido decidió mantener. Lo hacen con el discurso de que los que negociaron en La Habana traicionaron la causa revolucionaria y que la prueba reina de eso es que dejaron las armas y el Gobierno no ha cumplido.

En Arauca, alias ‘Efrén’, que era el comandante del frente décimo, no ha podido volver al Espacio de Capacitación porque está amenazado de muerte por la disidencia. Hace un mes el que le seguía, Omar Guevara, también salió amenazado.

Ese misma dinámica la denunció públicamente hace dos días la Farc en Norte de Santander. Es el mismo departamento al que, como reveló La Silla Santandereana, llegó Jhon 40, aliado de Duarte, a organizar la expansión de la disidencia del frente 33 en el Catatumbo .

Esa disidencia se mueve entre Convención y El Tarra, justo la zona en la que Farc denunció, con un comunicado, una amenaza por aparentes miembros de las disidencias.

Lo que narran es que militantes del partido estaban en un salón comunal en una asamblea con habitantes de allí. Llegaron diez hombres armados y en uniforme, dos entraron, les dijeron que eran de las Farc-EP (el nombre que usaba la guerrilla y ya no usa el partido) y pidieron a los que convocaban la reunión pasar al frente.

“Los amenazaron con impedir la presencia de la Farc en la región y la realización de sus tareas partidarias como fuerza alternativa”, dice el comunicado.

Por todos esos problemas en los territorios la discusión que hoy arranca está muy lejos de tener el mismo optimismo de hace un año.

Eso, con el agravante de que en Bogotá, donde será la reunión, está la sensibilidad que dejó la manifestación de los capuchos hace dos semanas en la Universidad Nacional.

Con ese trasfondo, la casi segura ausencia de Márquez puede cambiar el panorama interno del partido, pues representa la línea más dura y crítica a los Acuerdos y a la implementación, distante de la que lidera Rodrigo Londoño.

Sin él, “adentro ya no hay quien le haga contrapeso a esa línea oficial de Timo”, nos dijo una persona que estuvo en la dirección. “Llevan dos años insistiendo en la agenda de hacer cumplir los acuerdos pero no ha funcionado. Tiene que haber una ruptura”, agregó esa fuente.

Lo difícil es que eso ocurra en este pleno porque todo indica que no estará Márquez con su liderazgo, nada muestra que Timochenko se vaya a radicalizar, y los mandos medios que sí van a llegar están más expectantes que armando un golpe de Estado.

Por eso, lo más probable es que el domingo, al término de la reunión, el partido siga tan dividido como hoy.

 

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