Su principal apuesta es poner concejales, pero solo tiene listas propias en 59 municipios. Además, sólo tiene chances en siete.
La Farc no tiene futuro rosa en sus primeras elecciones regionales
La apuesta de Farc de ganar curules en concejos y asambleas para ir teniendo poder político arrancó débil: se presentaron con listas propias en solo 59 de los 1.202 municipios y en ocho asambleas departamentales, 16 alcaldías y ninguna gobernación.
De sus 333 candidatos, sólo 70 están en coaliciones, la mayoría con Colombia Humana, la Unión Patriótica y el Polo, y de ganar en ellas, no serían victorias propias.
Las apuestas que sí son propias, arrojan estas 5 conclusiones.
1Su apuesta es mínima
En la gran mayoría de las apenas 59 listas propias no tienen con qué dar la pelea.
Solo hay dos donde sacaron más del diez por ciento de la votación a Senado, lo que les da un chance de pelear por poner al menos un concejal y en apenas en cinco municipios más sacaron por arriba del cinco por ciento, lo que al menos los acerca a esa posibilidad.
Dónde más tendrían chances es en Uribe, Meta, donde hay 11 concejales. Allí sacaron el 20 por ciento a Senado, ‘orientaron’ la vida de los campesinos por décadas y armaron una lista de cuatro excombatientes. También apoyarán al candidato a la Alcaldía avalado por la UP y el Mais, Inocencio Hurtado.
El segundo municipio donde pintan fuertes es San Calixto, en el Catatumbo (11 concejales), donde históricamente hicieron presencia y sacaron más del diez por ciento el año pasado. Su lista tiene siete candidatos.
También arrancan con chances en Caldono, Cauca (13 concejales), donde sacaron más del 9 por ciento en las votaciones del año pasado.
De resto, sus apuestas parecen perdidas.
En asambleas llevan listas propias pero pequeñas en Antioquia (con tres candidatos de 26 posibles), Córdoba (uno de 13), Nariño (cinco de 14), Quindío (uno de 11), Santander (uno de 16), Tolima (dos de 15), Guaviare (uno de 11) y Vichada (cinco de 11).
Y de sus 13 candidatos propios a alcaldía (hay tres más en coaliciones), la probabilidad de que ganen es mínima: solo el de Caldono está en un municipio en el que sacaron más del tres por ciento a Senado, que en todo caso es muy bajito.
2La apuesta no se concentra en sus zonas de influencia
Las apuestas no están en sus retaguardias históricas, como fue el sur del país, salvo algunos municipios de Arauca, Antioquia y el sur de Bolívar en los que hizo presencia como guerrilla.
Por ejemplo en Putumayo no tienen listas propias a ningún concejo ni a la asamblea, aunque sí lograron meterse con logo y todo en una coalición con el Polo, Mais, Verde, Aico y Colombia Humana para la Gobernación.
En Caquetá, que fue clave para el bloque sur, sólo lanzaron una lista de cuatro excombatientes en La Montañita y otra en Florencia. En San Vicente del Caguán, sede de los fallidos diálogos del expresidente Andrés Pastrana, se metieron en una lista en coalición con la UP y el Polo. En el resto del departamento no tienen listas y tampoco en la asamblea, aunque sí apoyarán al líder cocalero Balvino Polo, que va en una lista de coalición.
Algo parecido pasa en Norte de Santander, donde la extinta guerrilla tuvo control territorial, base social e interfirió en la política local. De los 11 municipios que comprenden la jurisdicción del Catatumbo, donde eran fuertes, solo en tres llevan lista propia (San Calixto, Carmen y El Tarra).
3El norte no es calcar la estrategia de la izquierda
Si el miedo de algunos es que la Farc se tome los votos de la izquierda, de entrada sus apuestas muestran que no será así.
De los 20 municipios en los que mejor le fue a Petro en primera vuelta (cuando sus votantes eran más claramente de izquierda), la Farc solo llevará listas a concejos en dos.
Eso muestra que su estrategia no necesariamente está en ir a donde mejor le fue al excandidato, aunque sí llevan listas en lugares donde tuvo una alta votación.
De hecho, en el 39 por ciento de los municipios en los que apuestan ganó el No en el plebiscito de 2016.
4 La apuesta está en zonas urbanas y municipios Pdets
A donde la Farc parece haberle apostado es a las zonas urbanas (llevan listas en ocho capitales como Bogotá, Barranquilla, Florencia y Villavicencio) donde los concejos son más grandes y por eso se puede lograr una curul con un porcentaje menor de votos, y municipios que se benefician directamente del Acuerdo a través de los Programas de Desarrollo con Enfoque Territorial, Pdets.
Además, en 17 de los municipios están concentrados los excombatientes, ya sea en un espacio de capacitación o en un punto de agrupamiento.
5La apuesta tiene el sello Timo
Quindío, un departamento de derecha, pero también la tierra de Rodrigo Londoño, alias ‘Timochenko’, director del partido, llevan tres listas a concejo (en Génova, Circasia y Armenia), van con candidato propio a la asamblea y llevan ocho candidatos en juntas de acción local, el departamento donde tienen más apuestas de ese tipo.
Además, en varios de los municipios en los que hizo presencia el Bloque Magdalena Medio comandado por Londoño, como Cimitarra en Santander, Cantagallo en Bolívar o Yondó en Antioquia, llevan listas. En total, van con listas en ocho municipios donde hacía presencia ese Bloque, siendo el que más tiene.
En contraste, sólo hay tres (Manaure Balcón del Cesar, San Pedro y Chalán) donde estaba el Bloque Caribe; tres (Puerto Rico, Uribe y San José del Guaviare) del Bloque Central; tres (Montañita, Florencia y Algeciras) del Sur; dos (Bojayá y Medio Atrato) del Occidental; y dos (Planadas y Rovira) del Central.