La 'ñapa' en la venta de Isagén

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En medio de la controversia que ha generado la subasta de Isagén en todo el país, La Silla encontró que en Santander hay un proyecto de esa empresa a punto de concretarse, que se convertiría en una de las ‘ñapas’ que le dejaría la Nación a los privados que la comprarán.

En medio de la controversia que ha generado la subasta (con un solo proponente) de Isagén en todo el país, La Silla encontró que en Santander hay un proyecto de esa empresa a punto de concretarse, que se convertiría en una de las ‘ñapas’ que le dejaría la Nación a los privados que la comprarán.

Se trata de la hidroeléctrica Piedra del Sol, un proyecto que Isagén, en convenio con la firma HMV ingenieros, viene apalancando desde 2008 y al que solo le restaría la licencia de la Anla para empezar a construirse.

Si bien la licencia aún no ha sido expedida, según dos fuentes que hacen parte del proceso, todo está dado para que en los próximos meses el proyecto, que espera generar energía para 380 mil colombianos, tenga el banderazo oficial de salida.

Aunque Piedra del Sol no será una hidroeléctrica de las mismas características y proporciones de la otra existente en el departamento, Hidrosogamoso (la cuarta represa más grande del país y productora del 8,3% de la energía anual del territorio nacional), sino que funcionará por la captación de agua (desviando nueve kilómetros del caudal del río Fonce en jurisdicción de San Gil, Socorro, Pinchote y Cabrera), el proyecto que está ad portas de licenciarse, traería réditos para Isagén (y sus eventuales dueños).

La ‘ñapa’ también traería consigo el hecho de que la socialización y la confrontación con las comunidades, por lo menos en el papel, ya  se cumplió, lo que le ahorrará a los nuevos dueños el desgaste que implica venderle el proyecto a quienes residen en las zonas de influencia.

Y es que pese a que el proyecto ha estado en los planes de Isagén desde 2008, su alistamiento ya ha suscitado la preocupación de distintas organizaciones sociales que no confían en la nueva hidroeléctrica por los sinsabores que dejó en Santander la construcción y operación de la represa en el río Sogamoso.

Precisamente y a petición de ambientalistas y líderes sociales de Santander, el pasado 11 de diciembre la Anla realizó una audiencia pública que sirvió para que todas las partes enfrentaran sus versiones.

No obstante, una fuente que conoce a fondo la tramitología de licencias ambientales, le dijo a La Silla que la audiencia se realizó más como requisito de forma que de fondo, y que su principal fin era el de sortear los pasos necesarios para que la Anla pueda entregar la licencia.  Esa audiencia, que había sido solicitada desde 2013, tenía frenado el trámite.

El Ministro de Hacienda dijo a La Silla que este proyecto no entró dentro de la valoración que se hizo de Isagen. "Isagen se valora en función de sus ingresos futuros descontados para traerlos a valor presente. No se consideran ingresos de activos que no se hayan construido", explicó Mauricio Cárdenas.

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