La otra sospecha por la ausencia de Vargas en la firma

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El vicepresidente Germán Vargas Lleras junto al exgobernador de Bolívar Juan Carlos Gossaín y otro acompa?antes, ayer en el evento en Turbaco.

El Vicepresidente se fue a poner primeras piedras de obras en el Caribe y en Bolívar ignoró al Gobernador para caramelear al exgobernador, lo que ha generado suspicacias en el único departamento de la región en el que el vargasllerismo no pudo pisar fuerte en las regionales del año pasado. 

La llamativa y polémica ausencia del Vicepresidente de la República ayer en el acto en el que el Gobierno firmó el Acuerdo que pone fin a más de 50 años de guerra entre las Farc y el Estado colombiano, se dio en medio de una razón oficial y una sospecha. 

La razón oficial es que Germán Vargas Lleras tenía agendados con anterioridad eventos para poner primeras piedras y hacer anuncios de obras en Bolívar, Atlántico, La Guajira y Cesar.

La sospecha ocurrió por cuenta de lo sucedido con el exgobernador de Bolívar del Partido Liberal, Juan Carlos Gossaín, a quien Vargas se llevó como invitado especial a todos esos recorridos. Con una particularidad: el actual mandatario, Dumek Turbay, también liberal, ni siquiera fue invitado al acto en su propio departamento.

 

Así, el día más esperado del Gobierno Santos, Vargas estuvo en terreno. Ignoró a un gobernador con el que no tiene relaciones estrechas y que además está en uno de sus partidos rivales, y carameleó a un político sin credencial pero con demostrado poder de votos en el único departamento del Caribe en el que el vargasllerismo no pudo pisar fuerte en las regionales del año pasado.

Esa movida no es menor ad portas de que arranque el año preelectoral, determinante para las presidenciales de 2018 en las que Vargas Lleras es casi seguro jugador, y en una región que ha demostrado que puede definir la Presidencia.

La Silla Caribe confirmó que, hace más o menos tres días, Vargas había llamado a Gossaín a invitarlo únicamente al evento en Turbaco, Bolívar, que se hizo para dar el inicio oficial a la construcción de una urbanización y anunciar una plata para el esperado acueducto de ese municipio y del vecino Arjona.

Esa sola invitación es llamativa, dado que el Vicepresidente y el exgobernador no se habían caracterizado por ser los mejores amigos.

Aunque pudieron trabajar en llave muchas iniciativas como acueductos y la doble calzada Cartagena-Barranquilla, al menos la mitad de los cuatro años que estuvo Gossaín en la Gobernación se registraron “tropiezos y encontrones” entre él y Vargas por desacuerdos en temas que los involucraban a ambos, como nos lo contó alguien que lo sabe de primera mano.

Como Vargas, Gossaín es conocido por tener un carácter fuerte, que incluso alcanzó notoriedad nacional cuando en el año pasado se atrevió a reclamarle públicamente al presidente Juan Manuel Santos la concreción de una obra importante para Bolívar.

Que se sepa, estos dos políticos no se han vuelto aliados en los últimos tiempos y antes de lo de ayer tenían más o menos dos meses de no encontrarse en eventos públicos.

Tal vez por eso, cuando llegó ayer a Turbaco el exmandatario se sentó con discreción en la primera fila bajo la carpa blanca llena de gente que le montaron al Vicepresidente para hacer sus anuncios.

Pero, casi enseguida, Vargas Lleras lo llamó a la tarima, lo sentó en las sillas principales junto a él como si aún fuera mandatario y hasta le pidió saludar a los asistentes por el micrófono, argumentando que su Administración apoyó la gestión de esos proyectos.

Al final del acto, cuando Gossaín estaba por despedirse, el Vicepresidente le extendió la invitación a los eventos para anunciar casas que tenía el resto del día en otros tres departamentos de la región.

El exgobernador aceptó. Almorzaron juntos en Barranquilla y siempre se transportó en el mismo helicóptero en el que iban Vargas y su esposa, hasta que volvieron por la noche a Cartagena.

En lo que pudimos averiguar, la conversación entre ambos se centró en los proyectos y no se tocaron temas electorales.

Sin embargo, la sola cortesía que con él tuvo el Vicepresidente dejó a Juan Carlos Gossaín “gratamente sorprendido” y “descrestado” frente a la gestión de Vargas, como nos lo reconoció el mismo exgobernador, cuando le consultamos por esta historia.

Aunque eso no significa necesariamente que se vayan a aliar para las presidenciales, o que Gossaín vaya a ser candidato a algo por Cambio Radical (asuntos en los que Gossaín no ha pensado, según nos aseguró), es claro que cualquier aspereza que haya podido haber en el pasado quedó limada y que las puertas están abiertas.

Gossaín salió de la Gobernación con la impronta de buen ejecutor por haber logrado consolidar varios megaproyectos de infraestructura en el departamento, y ratificó su peso electoral e influencia con el triunfo de su sucesor Dumek Turbay, quien fue uno de sus funcionarios estrella.

Un aliado así no sería poca cosa para el vargasllerismo, cuya punta de lanza en Bolívar hasta ahora es el grupo de los Vélez (el exalcalde Dionisio Vélez y su hermano Dusán), que fracasó tanto en su intento por llegar al Congreso como cuando quiso poner candidato propio a la Alcaldía.

Pero, más allá de si podría llegar o no a sumar al proyecto vargasllerista en 2018, la movida de ayer tiene unas consecuencias inmediatas a nivel local.

Éstas tienen que ver con las relaciones entre el exmandatario Gossaín y el gobernador Turbay.

Aunque no comparten techo en un mismo grupo político, ellos fueron vistos como aliados en las regionales, incluso a pesar de que otra alta funcionaria de Gossaín (Yolanda ‘la China’ Wong) se lanzó de candidata y buscó -y algunos dicen que llegó a tener- el visto bueno de su jefe.

Sin embargo, luego de la llegada de Turbay al poder esas relaciones se han ido enfriando por motivos que pueden tener que ver con que quien ha fungido como jefe político del Gobernador es su primo, el senador liberal Lidio García Turbay, y no Gossaín.

La distancia parece tal, que ayer personas cercanas al mandatario se preguntaron en voz baja si Gossaín no habrá tenido que ver en el desaire que el Vicepresidente le hizo a Turbay al no invitarlo al acto en Turbaco (es usual que Vicepresidencia invite a este tipo de eventos a los mandatarios locales y eso no ocurrió con Dumek, según nos informaron oficialmente en la Gobernación).

Aunque hay que decir que las relaciones Vargas Lleras-Turbay vienen tensas desde hace meses en los que no han convocado al Gobernador a otros actos públicos del Vicepresidente. Y que, además, Turbay viene de tener un enfrentamiento público con el alcalde barranquillero Álex Char, consentido de Vargas Lleras, por la sede de los Juegos Nacionales, como lo contamos en La Silla Caribe.

Lo que al respecto nos respondió el exgobernador Gossaín es que con Turbay tiene las relaciones que se propuso tener cuando dejó su cargo: “Cordiales, de mucho afecto, pero también de mucha distancia para que nadie crea que puedo ser un factor perturbador”.

Sobre lo de Vargas, Gossaín agregó: “Simplemente recibí una invitación, pocas personas le negarían una al Vicepresidente. Lamentaría que alguien se incomodara por una situación de estas porque no es mi interés”.

En contraste, el Gobernador Turbay nos dijo que no estaba enterado de los comentarios en la Gobernación y que no le ve inconveniente a que Gossaín sea invitado a actos públicos, pero eso sí: “Siempre y cuando me inviten a mí”.

Acerca de las relaciones con el exmandatario (quien aún tiene a una persona cercana trabajando en la dirección del Instituto de Cultura del departamento) sólo nos respondió que éstas: “No existen”.

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