La pelea por el poder afro

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La pelea por el poder afro


Negros, mestizos y blancos con relaciones lejanas con afrocolombianos quieren llegar a la Cámara de Representantes el 14 de marzo. La competencia es difícil, pero la victoria es dulce porque las dos curules especiales para negritudes se ganan con pocos votos. En 2006, la campeona olímpica María Isabel Urrutia salió elegida con 7.700 votos y Silfredo Morales, con tan solo 3.100.

Del total de 1.634 candidatos a la Cámara, las curules por negritudes son de lejos las más cotizadas actualmente. Hoy hay 170 candidatos inscritos, mientras que por la circunscripción indígena hay ocho candidatos peleando por una curul y la circunscripción para ciudadanos en el exterior tiene 28 postulantes. Es decir, para la circunscripción afro hay 85 candidatos por curul, mientras que para el resto de curules hay 9,8 candidatos por departamento.

Una de las razones que explica que haya tantos candidatos para la circunscripción especial es que basta con autodenominarse afrocolombiano y recibir el aval de una organización social inscrita ante la Dirección de Asuntos Afrocolombianos del Ministerio del Interior para ser candidato. En julio de 2009, el Ministerio del Interior formuló un proyecto de decreto con más requisitos pero nunca se firmó, y todo se rige por la ley de 2001 que regula el acceso a las curules.

En 2006, hubo 29 organizaciones con listas a la Cámara y hoy hay 67. Entre las 67 organizaciones hay unas tradicionales y otras que varios han denominado ‘organizaciones de papel’: creadas con pocos miembros y cuyos candidatos ni siquiera pertenecen a la organización. Además, no suelen seguir una agenda política afrocolombiana, sino que aprovechan la escasez de requisitos para llegar al poder por este medio.

Las curules negras tienen un incentivo adicional. Son un botín para cualquier organización pues el candidato que gana, crea un partido político con personería jurídica que puede lanzar nuevos candidatos en las próximas elecciones. Tal es el caso del Movimiento Nacional Afrocolombiano 'Afro' -antes Afrounincca-, que hoy tiene a tres candidatos para la Cámara, incluyendo a Alexa Valencia, y la Alianza Social Afrocolombiana, el partido que avala a María Isabel Urrutia, candidata a la Cámara por tercera vez. 

 

 

La carrera por las curules


Aunque las dos curules para negritudes fueron creadas por la Constitución de 1991 como una acción afirmativa para asegurar la participación de la población afro en el Congreso, esas curules no han empoderado a los organizaciones tradicionales. Por el contrario, han capturado la atención de blancos y de afros respaldados por blancos que no necesariamente representan a las comunidades, ni velan por sus intereses comunitarios.

Según Juan de Dios Mosquera, un líder tradicional de la organización Cimarrón, uno de los movimientos negros más viejos, 60 de las 67 organizaciones son de papel.

 

 

 

 

Hay 67 organizaciones y 170 candidatos detrás de las dos curules para la circunscripcción de negritudes a la Cámara de Representantes.

“Hay muchas organizaciones de papel que se dedican a vender avales por varios millones de pesos a politiqueros”, dijo Juan de Dios Mosquera a La Silla. “La ley ha sido malinterpretada por los partidos y las personas: creen que son dos empleos para personas negras”, dijo Mosquera, candidato único del Movimiento Nacional Cimarrón a la Cámara, quien nunca ha sido electo y esta vez lo intenta por segunda vez.

Mosquera le dijo a La Silla que las organizaciones de la Guajira y del Urabá son ejemplos de organizaciones que no tienen un trabajo comunitario previo, al igual que la Asociación Nacional de Estudiantes Afrocolombianos ‘Asnea’, que hoy tiene tres candidatos a la Cámara, incluyendo a la ex reina de belleza Vanessa Mendoza Bustos.

En las elecciones pasadas, candidatos blancos como William Vinasco Che –postulado por el Movimiento Nacional Afrocolombiano 'Afro'- han aspirado a la Cámara por la curul afro. Hoy Dagoberto Paredes Paredes, también blanco del Valle del Cauca, aspira a la curul por el Movimiento Popular Unido ‘Mpu’. Igualmente, la Fundación Semillas Sin Odio para Colombia, pone a tres candidatos, dos de ellos, blancos. Y hay otros más que vale la pena revisar la Guía del Tarjetón. (Ver guía del tarjetón).

Además de blancos peleando por estas curules, hay otros candidatos con fuertes apoyos de blancos que han sido criticados por sus contendores por no representar a sus comunidades. Tuana Z. Smith, hija de la actual senadora Luzelena Restrepo y del afroamericano Harvey Smith, aspira por la Asociación de Profesionales Colombianos ‘Asopra’. Regina 11 es su abuela y según fuentes que no permitieron ser citadas, es ella quien la entrena en la campaña.

Idalmy Minota Terán es otro caso de candidata afro apadronada por blancos. El precandidato conservador Andrés Felipe Arias es su amigo cercano y apoyo para su campaña. Minota es la líder de los consejos comunitarios de Baudó, San Francisco de Cugucho, en el Alto Baudó, en el Pacífico y ha defendido el proyecto de la Doble Calzada Buga-Buenaventura, apoyada por Invias, que le dio 600 millones de pesos para lograr que las comisión consultiva de afrocolombianos que Minota controla respaldara la iniciativa del gobierno.

Mario Uribe, el ex senador antioqueño llamado a juicio y detenido por parapolítica, también respalda a varios candidatos afro. Entre estos, Cristóbal Rufino Córdoba y Daisy Del Carmen Valencia Mosquera, que perteneció al partido Colombia Democrática de Mario Uribe y que hoy se lanza con el aval de la Corporación de Liderazgo y Desarrollo Empresarial Afrocolombiano 'Coldemafro'.

 

 

 


Los efectos de la dispersión


La diversidad de aspirantes y las tensiones que hay entre quienes vienen directamente de las comunidades de base negras y los que vienen de otros sectores tiene a la acción afirmativa para los afro en la Cámara en crisis.

“La afluencia de candidatos muestra que no hay unidad en el movimiento afro”, dijo a La Silla Betty Moreno, candidata afrocolombiana al Senado de Compromiso Ciudadano. “Las curules se han convertido en un botín politiquero; una plataforma para publicitarse en lo personal”, dijo.

Pastor Murillo, ex director de la oficina de asuntos afrocolombianos en el Ministerio del Interior dijo a la Silla Vacía que el fenómeno del ‘Gallo Tapado’ – cuando se inscribe un candidato ‘en cuerpo ajeno’- hace más difícil predecir quién ganará estas elecciones.

Sin embargo, él y Luis Bravo, editor de Afro Vote Bien, un blog especializado en elecciones con corresponsales en zonas con población afrocolombiana, opinan que los candidatos con más probabilidades de ganar son los que han figurado antes en los medios. Además de la sorpresa que pueda dar la ex reina de belleza Vanessa Mendoza por su popularidad, Oscar Gamboa y Heriberto Arrechea también tienen un cierto nivel de reconocimiento.

Gamboa es amigo de Juan Manuel Santos y coordinó la comisión creada por Uribe para luchar contra la discriminación racial desde la Vicepresidencia de la República. Además, fue uno de los puentes entre el gobierno y la bancada afro en Estados Unidos. Ya lleva dos campañas fallidas y esta vez se lanza con el aval de la Fundación para el Desarrollo y Defensa de los Derechos de las Comunidades Negras y Marginadas ‘Fundecon’.

Heriberto Arrecha se ha movido desde muy joven en los círculos políticos del Cauca y cuenta con el respaldo del ex senador Juan Carlos Martínez, investigado por parapolítica y actualmente detenido en La Picota.

El abanico es amplio, lo cual dificulta aún más la marcada del tarjetón, con 67 logos, y más bien facilita que el que más  mueva votantes el día de las elecciones aumente sus chances de ser el futuro representante de las negritudes.

 

 

 

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