La pelea que desató la última curul del uribismo

Silla Santandereana

Milla Romero y José Obdulio Gaviria.

Mientras se confirma si José Obdulio Gaviria entra al Senado y desbanca a la nortesanandereana Milla Romero, dentro del Centro Democrático estalló un pulso interno que tiene que ver con el manejo del partido en el departamento fronterizo.

La decisión del Centro Democrático de ir con lista abierta para el Senado no solo dejó por fuera del Congreso a varios de los uribistas ‘purasangre’, sino que también despertó disputas internas que hoy tienen en medio de fuego amigo a sus militantes.

Mientras se conocen los resultados definitivos del escrutinio, la pelea por el último cupo que alcanzó la lista del Senado ya dejó fracturas en Norte de Santander, departamento que el 11 de marzo se convirtió en uno de los bastiones del uribismo.

La pelea

Desde que empezó a circular la versión de que el senador e ideólogo del uribismo, José Obdulio Gaviria, se había reelegido en el Senado, en ese partido inició un pulso que tiene los ánimos encendidos en Norte de Santander.

 

La información que se conoce hasta ahora sobre el cambio de posiciones en la lista tras el preconteo fue la que filtró el mismo Centro Democrático a través del medio uribista Los Irreverentes.

Básicamente lo que dice esa versión es que durante los escrutinios Gaviria subió al puesto 18 de la lista, que el exalcalde de Buga en el Valle, Jhon Harold Suárez, se mantuvo en el 19, y que por menos de 300 votos la directora del partido en Norte de Santander, Milla Romero, quedó con el número 20 y por fuera.

Esa afirmación, como explicamos ayer, solo se corroborará después de Semana Santa cuando el CNE empiece a consolidar los resultados que llegaron de las delegaciones departamentales y entregue las credenciales; aún así ya se da como un hecho entre los uribistas.

Así que mientras que en el lado de José Obdulio festejaron, en el de Milla Romero empezaron a buscar explicaciones sobre el que sería su descenso.

Sobre lo que sucedió tras el cambio del panorama hay un cruce de versiones.

Tres fuentes del uribismo, dos de Norte y una del partido en Bogotá, le dijeron a La Silla que en grupos de WhatsApp de líderes de Romero empezaron a cuestionar la crecida de Gaviria y a sugerir que había trampa en el escrutinio.

“No lo dijeron explícitamente, pero esa fue la idea que quedó en el ambiente”, nos explicó una de esas fuentes.

Además, según esas mismas versiones, en la orilla de Romero empezaron a promover la idea de no apoyar a Iván Duque en las Presidenciales debido a que el expresidente Álvaro Uribe no se había pronunciado en respaldo a la directora del uribismo en Norte sobre su potencial salida.

Por su parte, Milla Romero nos dijo que esas versiones no eran ciertas y que desconocía su origen.

“Esa es la infamia más grande”, explicó. “Lo que ha sucedido obedece a que el departamento siente que ha perdido una curul que por primera vez en mucho tiempo era ocupada por una mujer, pero de ninguna manera ha sido promovido por mí”.

Más allá de eso, lo que sí publicó Romero esta semana , a propósito del cambio de resultados, fue un comunicado denunciando que durante el escrutinio no le sumaron los resultados en 60 mesas en Cúcuta y que aunque el error se corrigió, era una “alerta” sobre el sistema electoral.

 

 

“Esto tiene que ver con el sistema en general, es preocupante que eso suceda y por eso consideramos que debe ser investigado, al margen de lo que pase con la curul”, dijo a La Silla Romero.

Cualquiera que sea la versión real sobre la disputa, los comentarios por el cambio de los resultados pasaron de los grupos de WhatsApp y de los corrillos políticos, a las redes sociales el fin de semana.

La guerra de trinos

El sábado en la tarde cuando a manos de Gaviria llegó una publicación de ‘agendaaldia.net’, un portal de noticias de Cúcuta que cuestionaba la crecida en su votación, inició una pelea en Twitter.

 

 

Ese día, el trino fue compartido por Ernesto Yamhure, el director del medio uribista Los Irreverentes y amigo personal de Gaviria.

En su mensaje, Yamhure aprovechó para atacar a Romero por ser parte de la tendencia de Óscar Iván Zuluaga -contraria a la de José Obdulio en el uribismo- y le pidió que se pronunciara.

 

 

Sin embargo, la pelea escaló hasta el domingo cuando Yamhure nuevamente empezó a trinar y esta vez lo hizo acusando a Romero de arremeter contra Álvaro Uribe a propósito de las versiones que circularon.

 

 

Milla le respondió y le dijo que sus afirmaciones eran mentirosas, pero en adelante el director de Los Irreverentes arreció los ataques.

El primer argumento que utilizó fue el mismo que la línea del Centro Democrático afín a José Obdulio en Norte le dio a La Silla hace una semana cuando estaba haciendo reportería sobre los resultados del uribismo en ese departamento.

Según lo que nos dijeron en ese momento, ellos tenían información de que Romero hizo campaña con Jairo Cristo, representante electo de Cambio que fue el candidato del condenado Ramiro Suárez; sin embargo, al final no nos entregaron pruebas y nosotros no lo pudimos comprobar con reportería por aparte.

 

 

Además, la acusó de no hacerle campaña a Iván Duque para la consulta de la derecha, algo que también le ha recriminado la línea de Gaviria en Norte.

 

 

Aunque Milla lo desmintió publicando una denuncia que interpuso en la Fiscalía porque su celular y sus redes sociales habían sido hackeadas, al final Yamhure dijo tener más material.

 

 

Desde ese día, Yamhure no ha publicado más información, pero dentro de un sector del uribismo en Norte quedó la sensación de que esa pelea fue la cuenta de cobro que le pasaron a Romero en la línea de José Obdulio por las diferencias que han tenido sobre el manejo del partido en lo local.

Eso último, en todo caso, también le jugó a Romero en contra por sí solo.

La estrategia 

Cómo ha contado La Silla, aunque Milla Romero es conocida en Norte de Santander como una uribista pura sangre que ha estado con el Centro Democrático desde su fundación, su figura ha generado roces.

La razón principalmente obedece a que dentro de la línea de José Obdulio Gaviria y en general dentro las tendencias que han querido entrar al partido, la percepción es que ella ha cerrado espacios y le ha dificultado el camino al Centro Democrático para crecer.

Por eso, si el 11 de marzo ella alcanzaba una votación alta y se metía dentro de la baraja de Senadores, la victoria no solo le serviría para reclamar una curul, sino también para legitimarse dentro de su propio partido.

Ese día los resultados que sacó fuera del departamento fueron sorpresivos.

Pese a que no salió a hacer campaña fuera de Norte sumó 11 mil de los casi 27 mil votos que sacó en otras regiones.

Por ejemplo, en Antioquia alcanzó 2.984 votos y en Bogotá sumó 2.406 más. Además, contabilizó entre 600 y 744 votos en Cundinamarca, Tolima y Valle, y no hubo un solo departamento en el que no registrara apoyo (el menor fue en Vaupés con un voto).

Las versiones que hay sobre el abultado respaldo que obtuvo fuera de Norte son dos.

La de Romero es que la comunidad católica ‘Lazos de Amor Mariano’ la recomendó debido a sus posturas provida, algo que, según nos relató, le permitió mostrarse sin salir a hacer campaña directamente.

La de un sector del Centro Democrático local es que debido a que ella es afín a la línea de Óscar Iván Zuluaga, él le movió estructura para ponerle votos en varias regiones.

La Silla no logró comprobar la veracidad de esa teoría y lo máximo que nos dijo un congresista que se reeligió fue que en todo caso no sería raro que hubiera sido así porque Zuluaga apoyó candidaturas en varias regiones.

Sin embargo, lo que sí nos confirmaron dos fuentes por aparte fue que aunque Romero no salió del departamento, sí dedicó parte de su tiempo a llamar a sus contactos dentro del uribismo en todo el país para pedirles que le ayudaran con una cantidad pequeña de votos.

Cualquiera que hubiera sido su fórmula para alcanzar esa votación fuera de Norte, lo que también quedó claro ese día fue que no la aplicó dentro de su propio departamento.

Cuatro fuentes de adentro del uribismo le dijeron a La Silla, que contrario a la red de aliados que utilizó en todo el país, dentro de Norte de Santander Milla montó su estrategia alejada de la estructura que el propio partido armó para mover votos.

“Ella solo utilizó la figura del presidente Uribe para apalancarse y el reconocimiento de haber sido candidata a la Gobernación hace dos años, pero hasta ahí”, dijo a La Silla una de esas fuentes.

Esa versión también nos la confirmaron dos de los integrantes de la lista a la Cámara, quienes nos aseguraron que Milla no los buscó ni a ellos ni a los otros tres candidatos para hacer campaña.

Por esa razón, dentro del uribismo en Norte de lo que se empezó a hablar fue de que los votos que le hicieron falta a Romero y que hoy la tienen con la curul en veremos, fueron el resultado de apartarse del partido.

Sobre todo porque en ese departamento Milla solo recogió 15.729 votos, cuando el uribismo pasó de tener 58 mil a 89 mil votos en el Senado y 50 mil a 76 mil votos en Cámara.

“Si ella hubiera logrado aglutinar esas fuerzas para sumar, su votación hubiera sido más alta y no estaría pendiendo de los escrutinios para salir”, nos dijo un político que se mueve dentro del Centro Democrático en Norte.

Solo hasta después de Semana Santa se confirmará si Milla Romero queda fuera del Senado y por cuántos votos -la diferencia, según le dijo a La Silla Jhon Harold Suárez, el número 19 de la lista, cerrará en 60 votos-.

Si finalmente sale de la baraja de elegidos, Uribe ganaría con su mano derecha en el Senado, pero también perdería representación directa en el departamento en el que el fantasma del castrochavismo y el antipetrismo le metieron turbo al Centro Democrático.

El que sí ganaría por punta y punta sería José Obdulio, quien además de volver al Senado, reforzaría su línea política en esa región.

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