La 'recocha' que quiere poner Alcalde

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Manolo Duque es la revelación de la actual contienda electoral de Cartagena. Lleva menos de tres meses en campaña y ya empata en intención de voto con los exconcejales conservadores Quinto Guerra y Andrés Betancourt y con la exembajadora uribista Gina Benedetti.

La campaña de Manolo Duque les ofreció a los habitantes del barrio Bruselas, a 20 minutos del Centro Histórico de Cartagena, pantalla gigante para disfrutar del partido Colombia - Argentina. Fotografía: Tatiana Velásquez. 

 

¡Sí señores, Manolo ya está aquí, ya llegó Manolo! Como si fuera una estrella musical, Manolo, vestido con jeans y una camiseta de la Selección Colombia, eleva sus brazos y comienza a saludar. Le estrecha la mano a todo el que se le atraviesa mientras camina hacia la tarima. Toma el micrófono y les agradece a los presentes estar “firmes” con él.

Son las seis de la tarde y no de un viernes cualquiera. En el populoso sector Bruselas, ubicado a 20 minutos del Centro Histórico de Cartagena, hay más jolgorio que de costumbre porque Colombia y Argentina jugarán por un cupo a la semifinal de la Copa América.

Lo que más animados tiene a los vecinos, la mayoría con el tricolor nacional en el pecho, es que podrán ver las gambetas y pases de Messi, Mascherano, Falcao y James Rodríguez en una pantalla gigante instalada en la cancha de su barrio, y escuchar la narración del cotejo en vivo porque uno de los narradores deportivos más reconocidos de Cartagena, Enrique ‘Kike’ Salgado, está allí en la tarima.

Mientras suena el pitazo inicial, los barristas del equipo Real Cartagena animan la fiesta con sus bengalas multicolor y al ritmo de un bombo. Hay cerveza, ron y whiskey. Al mismo tiempo, varios jóvenes se esparcen por toda la cancha con unas planillas legajadas en fólderes para pedirles a los asistentes que las firmen. El movimiento ‘Primero la gente’ necesita mínimo 50 mil rúbricas para avalar a Manolo como su carta a la Alcaldía de Cartagena. Ya llevan 200 mil y este jueves inscribirán en la Registraduría su candidatura.

Esas planillas nos recuerdan que ante todo este es un evento político, otro más organizado por quienes buscan llevar al periodista radial Manuel Duque Vásquez al Palacio de La Aduana. Lo que en Cartagena algunos califican como una "recocha que se volvió un boom".

Manolo, como lo conocen en Cartagena, es la revelación de la actual contienda electoral de esta ciudad. Lleva menos de tres meses en campaña y ya empata en intención de voto con los exconcejales conservadores Quinto Guerra y Andrés Betancourt y con la exembajadora uribista Gina Benedetti, según la encuesta que hizo Datexco para La W Radio y El Tiempo, y cuyos resultados publicaron estos medios la semana pasada. Una medición que comenzó a despejar el panorama, nublado por una lluvia de 23 precandidatos.

¿Cómo un hombre sin trayectoria política y sin mayores conocimientos sobre lo público puede darles la pelea a candidatos con más experiencia y formación en administración pública?

La campaña de Manolo -quien viste la camiseta de la Selección y sostiene el micrófono- no desaprovechó la participación de Colombia en la Copa América para organizar proyecciones en pantalla gigante.  
Manolo, casado desde hace 17 años y padre de dos adolescentes, estudió Comunicación Social en la Universidad Externado de Colombia. 

Desde una casona del tradicional barrio cartagenero de Manga, en donde funciona una de sus sedes de campaña, este locutor nos responde que su aceptación se debe al trabajo que durante cuatro años realizó por los más necesitados como director del Noticiero Popular. En ese espacio radial, el de mayor sintonía de la ciudad, reemplazó al fallecido Campo Elías Terán cuando éste renunció para iniciar la carrera que lo llevó a la Alcaldía en 2012.

Desde su primer día de campaña, a Manolo se le mira con el espejo retrovisor de Campo Elías porque, al igual que lo hacía el difunto alcalde, se lanzó a la arena política sin tener formación en administración pública, cimenta su popularidad en la Cartagena periférica y se vende como un político distinto al tradicional que apostará por la inclusión social.    

En la hoja de vida de este aspirante aparece su título de comunicador social, carrera que cursó  en la Universidad Externado, en Bogotá; 15 años como presentador de la sección deportiva de un noticiero de televisión regional y cuatro años como periodista radial. Ningún cargo público, tampoco curso o diplomado alguno sobre Teoría del Estado o Finanzas Públicas.

Esa falta de preparación comienza a evidenciarse desde ya. Más allá de las caminatas en los barrios, cuando debe hablar frente a empresarios o académicos, luce nervioso y dubitativo. Así estuvo la semana pasada en un encuentro organizado por la Andi en el Club Cartagena con todos los aspirantes a la Alcaldía. Su inseguridad  es más notoria cuando tiene que hablar sobre estructuración de concesiones o prórrogas de contratos.

De hecho, durante esta entrevista no solo nos reconoció sus falencias sino que las justificó porque “el alcalde no debe saber de todo. Tiene que rodearse bien”. Y es esa imposibilidad de nadar entre las aguas distritales sin salvavidas la que preocupa a varios sectores cartageneros porque sienten que viven un Déjà vu.

Lo que fue bautizado en 2011 como el fenómeno Campo Elías se convirtió después en una crisis de gobernabilidad y credibilidad democrática por cuenta del actuar errático del entonces mandatario.

Dado lo crucial que serán los asesores en su campaña, Manolo asegura que está reforzando ese equipo, mucho más tras los resultados de la encuesta de Datexco. Algunos de los que apoyaron a Campo Elías están con él:  Edilberto Mendoza Goes, gerente de su campaña, fue director del Departamento de Tránsito y Transporte de Cartagena, mientras que su hombre de confianza para aprender sobre el erario y las finanzas distritales, Felipe Merlano, fue secretario de Hacienda.

 

El poder detrás de Manolo 
El abogado José Julián Vásquez, de camiseta roja, es el cerebro de la campaña 'Firme con Manolo' y del movimiento 'Primero la gente'. 
El movimiento 'Primero la gente' recoge desde el 9 de abril pasado firmas en Cartagena para avalar a Manolo Duque como su candidato a la Alcaldía. 

Como lo hacía Campo Elías, Manolo también se vende como un aspirante independiente. Sin embargo, el primero ganó la Alcaldía de la mano de la poderosa familia García Zuccardi (el exsenador Juan José García, condenado por corrupción, y su esposa Piedad Zuccardi, en juicio por parapolítica), y alrededor del segundo hay mucho ruido sobre el verdadero poder detrás de su proyecto político, ruido que incluye a los García Zuccardi como en el caso de Campo.

El cerebro detrás de la campaña de Manolo es su hermano de crianza José Julián Vásquez, abogado de 35 años, experto en proyectos licitatorios, que se desempeñó como jefe jurídico de la Gobernación de Bolívar durante la administración por encargo de Jorge Mendoza Diago.

A José Julián se le ve como la bisagra de la campaña de Manolo con los poderosos clanes García y los Gnecco del Cesar. Y aunque Manolo niega que estos grupos estén respaldándolo, hay vasos comunicantes innegables. Su hermano de crianza es el asesor jurídico del gobernador del Cesar Luis Monsalvo Gnecco y tan cercano es a esa familia que en las legislativas pasadas ayudó al hoy senador José Alfredo Gnecco, primo del gobernador, en su campaña en Bolívar. En este departamento, José Alfredo sumó 4.823 votos, como lo contó La Silla.

En cuanto a los García Zuccardi, Vásquez también ha reconocido su amistad con el excongresista condenado por corrupción Juan José García y con su hijo, el senador Andrés García Zuccardi, por los conceptos profesionales que suele darles cada vez que “van a presentar un proyecto para mejorar las condiciones en Bolívar”. A eso se suma que el gerente de la campaña de Manolo, Edilberto Mendoza Goez, cuando se desempeñó en la administración de Campo Elías fue visto como cuota de este grupo familiar.

Manolo reconoce que José Julián es “una pieza fundamental” en el “andamiaje” de su campaña, que “está metido en cuerpo y alma”, pero niega que su candidatura sea una estrategia de su primo para llegar al poder en cuerpo ajeno. “Lo quiero mucho, pero todas las decisiones van a estar en cabeza mía”, dice.

José Julián Vásquez asiste a casi todos los eventos de campaña y no pasa desapercibido. Al barrio Bruselas, por ejemplo, llegó minutos después de que lo hiciera Manolo. Se vio el partido a pocos metros de la tarima y en varias ocasiones se levantó de su silla para dialogar con los diferentes líderes barriales que lo llamaban, le daban una palmada en la espalda o le estrechaban la mano. Por momentos, parecía él y no Manolo el candidato.

Y es que de no haber sido por una inhabilidad de 11 años de la Procuraduría, Vásquez Buelvas, conocido como el ‘rey de las licitaciones’, sería hoy candidato a la Gobernación de Bolívar. Ante ese freno que el Ministerio Público le puso en noviembre pasado, en Cartagena aseguran que armó un experimento político con su hermano de crianza porque no se resignó a quedarse por fuera de esta contienda. Hasta ahora, el experimento está funcionando.

Una campaña opulenta 

El acordeonero Iván Zuleta, quien fue pareja musical de Diomedes Díaz, les dio varias serenatas a las madres de la Cartagena periférica por invitación de la campaña manolista. 
Los partidos de la Selección Colombia en Copa América fueron un buen gancho de la red que apoya a Manolo Duque para hacerle campaña.

La campaña de Manolo sobresale como una de las más opulentas en medio de una contienda que tanto para la Alcaldía como para la Gobernación se ha caracterizado por una baraja de aspirantes sobre los que hay mucho ruido alrededor por sus apoyos políticos, por la publicidad extemporánea y por aprovechar cada celebración para hacer política.

Camisetas, gorras y banderas con los estampados ‘Firme con Manolo’ se multiplican en los barrios. En sus redes sociales hay actualizaciones diarias con fotos y videos de sus caminatas y tomas barriales, registros que muestran que detrás tiene a un equipo de producción con tecnología de alta gama.

Sus eventos públicos casi siempre evidencian cuantiosos recursos: el 2 de mayo pasado, por ejemplo, los boxeadores Manny Pacquiao (filipino) y Floyd MayWeather (estadounidense) se enfrentaron en Las Vegas, Estados Unidos. Ese encuentro lo disfrutaron en pantalla gigante los habitantes del barrio Canapote gracias a ‘Firme con Manolo’.

Dos semanas después y también gracias a su campaña, las madres de la Cartagena periférica celebraron su día con serenata: Manolo les llevó al acordeonero Iván Zuleta para que ellas bailaran a ritmo vallenato. ‘Firme con Manolo’ organizó, además, durante junio, cuatro eventos con pantalla gigante para que la gente viera los partidos de la Selección Colombia en Copa América.

Organizar un evento con pantalla gigante y sonido cuesta al menos seis millones de pesos. Esa suma, que nos la cotizó un organizador de espectáculos, solo incluye el alquiler de una pantalla LED,  una planta eléctrica y la amplificación del sonido. Las sillas plásticas, los refrigerios y el trago se facturan aparte.

Otra de las características de ‘Firme con Manolo’ es el pegajoso jingle ‘Primero la gente’, interpretado por los cantantes de champeta Luis Towers y de salsa Ramy Torres, con la acordeón de Iván Zuleta. El organizador consultado nos aseguró que estas grabaciones cuestan, al menos, tres millones de pesos.

Tan solo en estos cuatro eventos hay 35 millones de pesos invertidos. Son cuatro eventos dentro de un cronograma diario de actividades que suelen dar de qué hablar en Cartagena, una ciudad en la que las especulaciones sobre la chequera de la campaña manolista superan los nueve ceros. Sin embargo, Manolo dice que no suele pagar nada porque la logística detrás de sus actividades, así como la publicidad, se la regalan sus amigos, los “contactos” que hizo durante su carrera periodística.

¿Líderes comprados? 

Los líderes son parte clave de la estructura de la campaña de Manolo Duque. En la fotografía posa con Jimmy De Ávila (izq.), exconcejal y uno de los más conocidos en la Cartagena insular. 
Las caminatas en la Cartagena periférica han sido el corazón de la estrategia de 'Firme con Manolo'. 

A la opulencia desplegada en los eventos se sumaría la compra de líderes, conocidos en Cartagena como ‘puya ojos’. Uno de ellos nos contó que miembros de la campaña manolista le ofrecieron un millón de pesos, de base, para que promocionara al candidato en su barrio y convenciera a los presidentes de las juntas de acción comunal sobre los que tiene influencia para que se unieran a esta causa.

El líder nos aseguró que no aceptó esa propuesta porque ya estaba “comprometido desde hace meses” con otro candidato. A él le ofrecieron un millón de pesos, pero a otros les ha escuchado decir que les han dado “para comenzar” tres millones de pesos, que se convertirían en una mensualidad de aquí a octubre próximo una vez comiencen a mostrar poder de convocatoria y potencial de votantes.

El trabajo que los líderes estarían haciendo a favor de Manolo, nos dice la fuente, varía. Según él, a algunos los contratan para que hablen bien de Manolo en la radio: para ello llaman a los noticieros radiales más escuchados y se hacen pasar por ciudadanos que antes de colgar el teléfono hablan sobre la actual contienda, mientras que a otros les corresponde inflarlo en las esquinas de barrio y en sectores clave del Centro Histórico, es decir,  asegurar que será el próximo alcalde.

Sin alterarse ni lucir incómodo, Manolo niega todas esas acusaciones que atribuye a la “rumorología” propia de la época electoral. “Porque plata siempre van a decir que hay y más en Cartagena”, nos vuelve a responder en la casona de Manga. Reconoce que los ‘puya ojos’ lo apoyan, pero por la “amistad” que lo une a algunos de ellos. En la medida de sus posibilidades, dice, los ayudará cuando sea alcalde porque ellos “se han metido a sol y sombra” en su campaña.

Aunque aquel viernes en el barrio Bruselas la noche no acabó en fiesta porque los argentinos eliminaron a Colombia de la Copa América, el equipo que sí estuvo feliz fue el de Manolo porque lo importante era promocionarlo y recoger firmas. Ambas cosas se lograron.  “Ese man va a ser el próximo alcalde, póngale la firma”, le dijo un vecino a otro. Faltan cuatro meses para saber si ese cartagenero tuvo razón o no. Mientras tanto, las próximas mediciones demostrarán si la encuesta de Datexco retrató una intención de voto pasajera o los indicios de una tendencia electoral.

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