El gobierno Trump sale de la Casa Blanca dejando a Estados Unidos con marcas de una política tercermundista.
La república bananera de Trump
A pesar de su indiferencia con América Latina, la presidencia Trump hizo que la democracia en Estados Unidos adquiriera muchos tintes tropicales. Luego de que cientos de manifestantes instigados por Trump irrumpieran en el Capitolio, el expresidente George W. Bush comentó que “así se disputan las elecciones en las repúblicas bananeras”.
Las repúblicas bananeras, término peyorativo acuñado por O. Henry, humorista y escritor de cuentos estadounidense, surgió para describir lo que sucedía en Honduras a principios del siglo XX. Por ese entonces la United Fruit Company, que exportaba banano a Estados Unidos, era un poder a la sombra en varios países de América Latina. Ponía y quitaba mandatarios y dictadores, e influía en sus decisiones internas de la mano de Washington.
Con el tiempo el término vino a identificar a las democracias débiles en algunos países latinoamericanos, incluyendo Colombia, que por muchos años han estado marcadas por figuras autoritarias, inestabilidad, corrupción, y abusos de poder.
Esta es nuestra recopilación, desde el sur tropical, de los momentos, imágenes y escenas que, bajo Trump, hicieron que Estados Unidos se pareciera a una república bananera:
La toma del Capitolio
El 6 de enero 2021 simpatizantes de Trump irrumpieron en el Capitolio en Washington, donde sesionaba el Congreso de Estados Unidos para ratificar la elección de Joe Biden. La toma violenta dejó cinco muertos, imágenes surrealistas, robos de equipos, y el prestigio manchado de la democracia estadounidense.
Influyentes medios como The Washington Post y el New York Times registraron la vergüenza.
Los manifestantes fueron provocados por un discurso incendiario de Trump, que llevaba varias semanas sembrando teorías falsas sobre su derrota electoral.
Justo antes de la asonada, Trump participó en un mitin con miles de asistentes frente a la Casa Blanca en donde les dijo “nunca recuperarán nuestro país con debilidad, tienen que mostrar fuerza”.
Minutos después un video que circula en redes sociales muestra cómo Trump reunido con sus allegados en el bunker de seguridad, celebran la entrada de miles de manifestantes al Capitolio.
Fake News
La construcción de una realidad paralela a partir de afirmaciones falsas comenzó el mismo día de la posesión de Trump, y marcó el resto de su periodo.
El día en que Trump se posesionó la agencia Reuters publicó una foto en la que comparaba los asistentes en 2017 (izquierda ) y los asistentes en 2009 con Obama (derecha).
En la imagen se observa que hubo una considerable reducción en los asistentes.
Sin embargo, una semana más tarde Trump inició su enfrentamiento con los medios al declarar que: "Los periodistas y los medios están entre los seres humanos más deshonestos del planeta. Al menos un millón y medio de personas se acercaron para estar en mi posesión".
Otra mentira que divulgó el presidente fue acerca del riesgo que corría Alabama con el paso del huracán Dorian en 2019. Sin embargo, la oficina meteorológica federal en Birmingham tuiteó que en realidad Alabama no estaría afectada por la tormenta.
La coronación de la mentira llegó con las elecciones que Trump perdió en noviembre, y que lo llevaron a hacer repetidas afirmaciones falsas sobre un fraude inexistente. Esto llevó a que su discurso de falsedades fuera censurado, como lo hizo por ejemplo Twitter al cerrar su cuenta en enero de 2021, con la nueva política de integridad cívica.
Ataques a la prensa
La prensa fue blanco de ataques sin precedentes en la presidencia de Trump. En septiembre del 2019, por ejemplo, trinó: “Nuestro real oponente no son los Demócratas, o el número reducido de Republicanos que perdió su camino y ha sido dejado atrás, nuestro principal oponente son los Falsos Medios de Noticias”.
En repetidas ocasiones el presidente Trump se mostró hostil con los periodistas.
Por ejemplo, en mayo de 2020 una periodista asiática-americana le preguntó sobre las declaraciones en las que decía que a Estados Unidos le estaba yendo mejor que a otros países en el manejo de la pandemia, cuando se seguían presentando altas cifras de mortalidad cada día, Trump contestó “pregúntele a China”
Nepotismo
Trump llevó a otro nivel el nepotismo histórico de la política estadounidense. En los últimos 31 años los gringos han eligido a un padre e hijo (George H. W. Bush, y George W. Bush) y por poco a un marido y mujer (Bill Clinton - y Hillary Clinton).
Sin embargo, ninguno había ido tan lejos de nombrar familiares en su propio gabinete como lo hizo Trump con su hija Ivanka y su yerno Jared Kushner, como asesores presidenciales.
Un nepotismo inusual que no siempre caló bien en la escena global, como en la memorable cumbre del G20 del 2019, cuando Christine Lagarde, la directora del Fondo Monetario Internacional, ninguneó a Ivanka.
Corrupción y abuso de poder
Por lo menos 8 colaboradores cercanos de Trump han sido condenados por delitos como fraude fiscal, pago de sobornos, y obstrucción a la justicia.
Trump además ha usado su poder presidencial para perdonar a varios de ellos.
Roger Stone, uno de sus principales asesores de campaña, manipuló testigos y le mintió al Congreso. Fue condenado por la justicia y luego perdonado por Trump.
Su abogado personal, Michael Cohen, fue condenado a tres años de cárcel por facilitar pagos ilegales para mantener calladas a dos mujeres que tuvieron relaciones extramatrimoniales con Trump.
Una de ellas, la actriz porno, Stormy Daniels, terminó revelando detalles íntimos del presidente, como la forma de su pene.
Trump rompió una tradición de décadas, al no hacer pública su declaración de renta, ocultando indicios sobre movimientos tributarios dudosos.
Además, tiene 3.200 casos de conflictos de interés registrados, y se le acusa de haber destinado dinero público para sus empresas, de haber usado su poder para intercambiar favores con otros países y de despedir a los encargados de hacerle control.