La suspensión de la Procuraduría le pega más a William Villamizar que a la campaña

Silla Santandereana

Aunque el Gobernador de Norte queda por fuera del cargo al menos por tres meses. Es poco probable que la aspiración de su candidato Silvano Serrano salga golpeada porque en principio la maquinaria no es la que recibe el golpe.

Ayer la Procuraduría suspendió preventivamente al gobernador de Norte de Santander, William Villamizar, por presuntas irregularidades en la contratación de un programa de bilingüismo para el departamento.

El caso es calcado del de La Guajira que también tiene temporalmente fuera del cargo a su homólogo, Wilbert Hernández.

Además, está ligado a Niutelco SAS, empresa mixta que creó Villamizar en su mandato a través del Instituto Financiero de Norte de Santander, Ifinorte, con un super poderoso socio que creció en buena parte con millonarios contratos que recibió a dedo o procesos de único oferente en varias regiones del país.

El lío

Aunque en la Procuraduría le dijeron a La Silla que el auto que ordenó la apertura de la investigación formal contra Villamizar y su suspensión es reservado, ese mismo ente de control ya dio a conocer varios detalles. 

 

Se sabe que el contrato fue el firmado directamente por $11 mil millones entre la Gobernación y Niutelco SAS en marzo de este año para el "fortalecimiento de los procesos de enseñanza y aprendizaje del inglés” en ese departamento. 

Que la Procuraduría considera que no está claro cómo se tasó el presupuesto ni cómo se iba a invertir, y que en todo el proceso de contratación no se evidenció por qué Niutelco era la ideal para ejecutarlo.

Además, que ese ente de control consideró suspender a William Villamizar preventivamente de su cargo porque determinó que de continuar en el cargo  existía la posibilidad de que se siguiera repitiendo la falta.  

Los últimos dos son claves, porque, como contó La Silla, lo que sucedió con Niutelco una vez Ifinorte la creó, fue que se convirtió en un comodín para contratar.

Eso con dos particularidades.

La primera tiene que ver con que cuando le socializaron la posibilidad de crear esa empresa a los diputados, quienes fueron los que le dieron vía libre, solo les hablaron de que sería para telecomunicaciones y dentro de su objeto quedó incluido el bilingüismo.

Y la segunda con que, además de eso, Niutelco empezó a ejecutar contratos con objetos que ni siquiera tienen que ver con ninguna de las dos anteriores, como el convenio para fauna acuícola por $13 mil millones, el de emprendimiento con pequeñas y medianas empresas por $14 millones, o el de instalación de sistemas de monitoreo estratégicos por 22 mil millones con la CAR de Cundinamarca.

La Silla revisó la experiencia que entregó Niutelco para soportar su idoneidad para el programa de bilingüismo en Norte, que se firmó tres meses antes que el de La Guajira, y lo que presentó fue una relación de cuatro contratos que aunque tienen un componente educativo no están directamente relacionados con ese objeto. 

Todos fueron ejecutados por Funtics, empresa que es de Juan Carlos Cáceres, megacontratista que fue el socio estratégico de Ifinorte en la creación de Niutelco, y el que le traspasó su experiencia.

  • - El primero fue ejecutado con la Gobernación de Arauca para la implementación de redes de prácticas pedagógicas para profesores por $3.234 millones. Se lo quedó en una licitación de único oferente.
  • - El segundo fue con la Universidad Francisco de Paula Santander para “competencias primarias en TIC” por $1.350 millones. Lo recibió directamente.
  • - El tercero fue con la Gobernación del Magdalena en la administración de Luis Miguel ‘el Mello’ Cotes, quien está investigado por presunta corrupción, y fue para fortalecimiento de cultura ciudadana. Era por $24 mil millones y se lo entregaron directamente.
  • - El cuarto fue como subcontratista de Metrotel, empresa mixta de Barranquilla que fue absorbida por Movistar en noviembre del año pasado, y que fue para mejorar el rendimiento educativo en el centro y sur del Magdalena a través de nuevas tecnologías por $1.778 millones.

El último es muy diciente porque de esa empresa es que viene Mayret Niño, quien fue la primera en certificarle experiencia a Funtics en sus inicios, y quien también empezó a ser investigada por la Procuraduría por ser la actual representante legal de Niutelco.

Como ni Niño ni el Gobernador Villamizar aceptaron frenar la ejecución de ese contrato pese a que la Procuraduría lo sugirió, y la suspensión le llega al segundo justo en momentos en los que estaba dando explicaciones sobre por qué consideraba que estaba ajustado a la ley, falta ver si las aclaraciones terminaron generando más dudas.

En todo caso, como ese ente de control también dio a conocer que además de ese contrato estaba revisando otros, aún falta tela por cortar.

El efecto

Dado que la suspensión saca a William Villamizar del cargo al menos por tres meses (la Procuraduría podrá prorrogar ese plazo por otro igual si lo considera), deberán nombrar a alguien que lo reemplace por ese periodo.

El encargado de hacerlo será el Presidente Iván Duque, quien en principio deberá escoger a alguien de adentro del gabinete de Villamizar para suplir esa vacancia mientras los partidos que lo avalaron presentan una terna. 

Como Villamizar llegó a la Gobernación con los avales de La U y del liberalismo serán esos dos partidos los encargados de poner a los posibles reemplazos. 

Tal y como están los acuerdos, mientras que La U deberá definir dos nombres, el liberalismo uno.  

Debido a que ambos partidos son aliados de Villamizar (La U la maneja su ahijado, el representante Wilmer Carrillo, y el liberalismo está en manos del representante Alejandro Carlos Chacón), de entrada en su grupo no creen que exista riesgo de que un tercero entre a la Gobernación.

De hecho, aún cuando en un caso extraordinario alguien de afuera de su cuerda terminara nombrado, en el fondo no hay preocupación porque el que entre no tendrá margen de maniobra debido a la Ley de Garantías.

“Ni siquiera podría pedirle la renuncia a la secretaria privada. Las nóminas están congeladas, los contratos están firmados y la mayoría de los recursos ya están comprometidos”, nos dijo un político de Norte. 

Eso es clave porque si la maquinaria, que está enfilada con el candidato conservador Silvano Serrano, no cambia de timón, la campaña no recibe un golpe de fondo debido a que no se desestabiliza. 

Incluso, cuatro fuentes de diferentes vertientes políticas, entre esos dos congresistas, nos dijeron que las fuerzas que estaban apoyando a Serrano se mantienen, entre otras, porque los acuerdos van más allá de su periodo y Juan Carlos García-Herreros, el candidato del uribismo y su principal contendor, está lejos de él en las mediciones internas.

Ahora, según esas mismas fuentes, todo está dado para que Villamizar se meta en la campaña de fondo ya que se quedó sin las ocupaciones de la Gobernación.

“William es un monstruo haciendo política. Ahora queda con la mente solo enfocada hacia Silvano”, nos dijo una fuente de adentro de su grupo.

Sin embargo, como aún así el Gobernador recibe un golpe de opinión, y más cuando había salido librado del proceso de pérdida de investidura en el Consejo de Estado que lo tuvo pendiendo de un hilo la primera parte de su administración, sus opositores tendrán munición.

García-Herreros salió ayer en una rueda de prensa  a pedirle a la Procuraduría que llegara hasta “las últimas consecuencias”.

“Hoy es momento de que los nortesantandereanos levantemos la voz y nos unamos en torno a combatir la corrupción frontalmente. Con nuestro Gobierno vienen tiempos de honestidad, responsabilidad y transparencia en el uso de los recursos públicos”, dijo en su intervención.
 
Falta ver si eso le hace mella al candidato del Gobernador, quien como ha contado La Silla, es uno de los políticos más poderosos del departamento y ya pasó por un escenario idéntico.

Hace ocho años fue suspendido por la Contraloría mientras investigaba dos proyectos financiados con recursos del Fondo Nacional de Calamidades, y aún así eligió como su reemplazo a su candidato Édgar Díaz, quien hace cuatro años movió toda su maquinaria para volverlo a poner en el primer cargo de Norte de Santander. 

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