Las cinco conclusiones de la audiencia de candidatos a Fiscal
Terminó la audiencia pública para elegir Fiscal General y estas son las cinco principales conclusiones:
Hay una buena terna
Una cosa que demostraron los ternados es que como dijo Gloria María Borrero, la directora de la Corporación Excelencia de la Justicia, “Hay una buena terna”. Los tres saben de los temas, conocen cómo funciona la fiscalía, resistieron la tentación de apelar al populismo punitivo, usaron cifras, se concentraron en los temas técnicos.
No se necesita más plata, se necesita mejor gestión
Una cosa sorprendente en lo que coincidieron los tres es que el problema de ineficiencia de la Fiscalía no es un asunto de plata. Reconocieron que el presupuesto de la Fiscalía ha crecido en los últimos años como el de ninguna otra entidad. Y que lo que se necesita es una mejor gestión.
Los tres difieren en cómo debería ser esa gestión. Mientras Yesid Reyes parece coincidir con la propuesta de dirección que implementó Eduardo Montealegre, que fortaleció la cúpula de la Fiscalía con direcciones más estratégicas, Mónica Cifuentes le apostaría al modelo más tradicional de fortalecer la investigación judicial y reducir la planta no misional.
Néstor Humberto, por su parte, parecía creer en una combinación de los dos pues por un lado respaldó toda la política de priorización y la gerencia más estratégica pero por otro dijo que reorganizaría la planta para incrementar en un 50 por ciento el número de fiscales dedicados a lo misional. Hoy hay cientos de fiscales, por ejemplo, en la dirección de contexto que no están directamente a cargo de un caso.
Montealegre quedó mejor parado de lo esperado
Mientras que Eduardo Montealegre es uno de los personajes más impopulares en la opinión pública, la única de los ternados que buscó marcar una diferencia frente a él fue Mónica Cifuentes.
Durante su presentación hizo énfasis en que no asumiría un protagonismo público, en que no se metería en temas que no fueran los directos misionales y que tendría una política de austeridad en el gasto de la Fiscalía, es decir que le apuntó a tres lados flacos del anterior Fiscal. Aunque fue la única que no habló explícitamente de la política de priorización y de lo que dijo se infiere que desmontaría parte de la estructura de dirección creada por Montealegre, habló en los términos de la nueva directiva y de la caja de herramientas de manejo estratégico de la carga de trabajo.
Los dos hombres validaron los ejes de la reforma emprendida por Montealegre. Le dieron un espaldarazo a la política de priorización, a la de intervención temprana de casos, a los nuevos indicadores de gestión.
Es interesante cómo todos usaron las cifras internas de la Fiscalía, uno de los frentes en los que avanzó la entidad en los últimos cuatro años.
Las coincidencias
Los tres coincidieron en muchos de sus diagnósticos sobre la Fiscalía, en su respaldo a la justicia transicional creada en la Habana y también en los frentes de acción prioritarios.
Los tres resaltaron que hay que revisar la audiencia de imputación de cargos, usar más el principio de oportunidad, apelar a mecanismos extrajudiciales de resolución de conflictos, corregir el uso de documentos en el juicio y corregir los constantes aplazamientos de audiencias. Los tres defendieron la idea de tecnificar la información de la Fiscalía, como un presupuesto básico para una mejor política pública.
También están de acuerdo en que las seccionales nombren directamente a los fiscales (obviaron el riesgo de politización que esto tendría).
Los tres dijeron que priorizarian el combate a la corrupción. Muy concretamente los dos hombres hicieron énfasis en las estrategias que llevarían a cabo para perseguir las economías ilegales de las organizaciones criminales. Y los tres confían en que Colombia podrá tener la mitad de los bienes incautados a los narcos afuera, un sueño que todavía no se ha hecho realidad.
Las debilidades
Néstor Humberto Martínez dijo que no penalizaría la violencia intrafamiliar, algo que realmente no es un tema de debate entre los expertos en el tema. No es claro si se confundió con la inasistencia familiar o si estaba contestando si debía ser un delito querellable, pero para expertas en género su respuesta sobre que golpear a una mujer no debería ser un crimen es escandalosa.
Yesid Reyes fue muy concreto en su conocimiento sobre violencia intrafamiliar pero no contestó nada frente al feminicidio. Este punto, Mónica Cifuentes mostró un conocimiento muy profundo y práctico del tema.
Yesid Reyes patinó un poco en el tema presupuestal. Y Cifuentes era la única de los tres que parecía nerviosa y que se concentró menos en el cómo haría la tarea.