Las cuentas que asfixian al Hospital Universitario de Santander

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El principal hospital de la red pública de la región, el Hospital Universitario de Santander (HUS), está inmerso en una profunda crisis financiera por falta de liquidez (de efectivo) para cubrir sus costos y gastos de operación. Detrás hay un cumulo de cuentas por cobrar, muchas irrecuperables y otras exigibles, que ya afectan la prestación de los servicios médicos y podrían cerrarlo.

El principal hospital de la red pública de la región, el Hospital Universitario de Santander (HUS), está inmerso en una profunda crisis financiera por falta de liquidez (de efectivo) para cubrir sus costos y gastos de operación. Detrás hay un cumulo de cuentas por cobrar, muchas irrecuperables y otras exigibles, que ya afectan la prestación de los servicios médicos y podrían cerrarlo.

La Silla Santandereana desmenuzó la cartera de la entidad para entender cuáles son las entidades y empresas que tienen al HUS contra las cuerdas porque no le pagan sus servicios.

La mayoría de los deudores son Entidades Promotoras de Salud EPS, públicas y privadas, que han sido el blanco de críticas del presidente de la junta directiva del Hospital, el gobernador Richard Aguilar, quien dijo que la falta de pago era una “vagabundería”. Sin embargo, la propia gobernación que encabeza Aguilar, en concreto la Secretaría de Salud departamental, también le debe plata al Universitario. 

La crisis

A pesar de su importancia, de ser el hospital público de III nivel de Santander (para atender a pacientes de alta complejidad) y la plataforma de formación de la UIS (la principal universidad pública de la región), de haber recibido una millonaria inversión en infraestructura (entre sobrecostos y atrasos) y estar en pleno proceso de acreditación, al HUS no le está alcanzado la plata que tiene en efectivo para funcionar a cabalidad.

La semana pasada, parte de los especialistas del Hospital entraron en paro porque no les están pagando sus salarios. Además, se anunció que la semana entrante, si no se cancelaba la deuda (que sería de tres meses de sueldo), el resto haría lo propio.

Hasta el viernes en la tarde, la situación no había sido resuelta y al contrario, de acuerdo a una fuente de adentro, el no-pago ya habría afectado a trabajadores no especialistas, como enfermeras, terapistas y nutricionistas que no recibieron su último sueldo.

Fuera de esto, la falta de plata está afectando la disponibilidad de insumos y medicamentos para atender a los enfermos y, en general, las deudas (el pasivo) del HUS con sus proveedores se han disparado.

Un informe financiero a 30 de septiembre resalta que los pasivos se han incrementado en 51.4 por ciento contra el año pasado.

“Este comportamiento es debido a que no se han podido programar pagos, ya que el recaudo no ha cubierto los gastos”, reza el documento.

El HUS ha prestado los servicios para cubrir sus costos y gastos pero sus clientes no le están pagando y la gestión de las cuentas por cobrar ha sido infructuosa. Además las solicitudes para compra de cartera, que fue una de las estrategias del Ministerio de Salud para recuperar la liquidez del sistema, han sido materializadas en menos de una tercera parte.

El mismo informe revela que de los servicios proveídos en la vigencia 2015, a septiembre 30, sólo se había recaudado el 36.4 por ciento.

De 91.578 millones de pesos de ingresos reconocidos durante 2015 por venta de servicios, al HUS, a septiembre, sólo le habían pagado 33 mil millones.

A esa problemática se suma una cola de deudas de años anteriores que son recuperadas apenas en parte y no alcanzan a cubrir el hueco.

Con el recaudo de lo vigente y lo viejo el hospital sólo estaría cubriendo 74 centavos por cada peso comprometido para la operación, ahondando en un desequilibrio presupuestal.

“El problema mayor es financiero, el no pago de la cartera (de las cuentas por cobrar)”, le aseguró a La Silla el decano de la Facultad de Salud de la UIS, Fabio Bolívar, quien tiene a sus docentes y estudiantes trabajando y formándose en el Hospital y conoce bien la situación.

Ese no es un tema nuevo en el país ni en el departamento. La crisis del sistema de salud es generalizada, como lo ha reconocido públicamente el Ministro de Salud, Alejandro Gaviria.

De hecho, el gobernador de Santander, Richard Aguilar, declaró alerta amarilla en el sistema de salud la semana pasada porque en la región no sólo el HUS está en aprietos (el Hospital público de Floridablanca también entró en paro). Y hace poco más de tres meses, Aguilar había hecho lo mismo por la misma razón.

En ambas oportunidades alegando la deuda de las EPS con la red como la causa principal.

Por la importancia y la magnitud del HUS, La Silla escarbó la cartera para contar cuales son la EPS que le deben al Hospital. Además, revisó las deudas que la Secretaría de Salud tiene con el hospital por servicios que le competen, prestados a la población pobre no asegurada (PPNA) y al régimen subsidiado por fuera del Plan Obligatorio de Salud. 

Las EPS

A 30 de septiembre de 2015, la cartera del HUS sumaba 123 mil millones de pesos, según el citado informe financiero.

La mayoría, 58 mil 422 millones, de más de un año de antigüedad (riesgosa porque el recaudo se supone más complejo y lento). Casi todos los deudores son EPS, sobre todo del régimen subsidiado.  

La foto de por si es preocupante porque la magnitud representa casi un año de facturación del Hospital, pero cuando se mira en detalle es aún más alarmante.  

El 20 por ciento de las cuentas por cobrar corresponden a entidades liquidadas.

Entre esas, figura la principal deudora hasta septiembre: la EPS Solsalud, que nació como un emporio económico en las entrañas de clase política santandereana (dentro del grupo del parapolítico Luis Alberto Gil) pero después terminó intervenida y liquidada por la Superintendencia debido a irregularidades en su administración.

Solsalud le quedó debiendo 16 mil 767 millones de pesos al HUS.

Además, otro de los deudores relevantes es la EPS pública Caprecom, que también será liquidada.

A septiembre la cuenta sumaba 16 mil 57 millones y ha seguido subiendo.  

Dentro de la cartera, la que podría salvar en el corto plazo al Hospital es la denominada como “exigible”, pues -en teoría- debería ser de fácil gestión y recuperación ya que es aquella que ha sido aceptada por la contraparte, según nos explicó la Secretaria de Salud departamental, Alix Porras.

La Silla accedió a los datos a octubre 31 y esta suma 44 mil 913 millones.  Este el detalle de la misma, relacionado por magnitud (tamaño), antigüedad en tres rangos (color) y EPS (nombre de cada esfera):

En principio, la mala noticia de este registro es que la cartera exigible del HUS, según esta información entregada por la Secretaría de Salud, es menos del 50 por ciento de la cartera total referida por el informe.

La otra mala noticia es que Caprecom es la principal deudora del Hospital dentro de la cartera exigible, en los tres rangos.

La cuestionada EPS, que sería liquidada, representa el 37 por ciento del total (17 mil 39 millones de pesos) de esta deuda a octubre y el 67 por ciento (3 mil 343 millones) de aquella que tiene más de 360 días.  

Por eso, y aunque el Ministro Gaviria ha defendido que por su origen público el Estado debe asumir la responsabilidad de los pasivos de Caprecom, si su liquidación contrae el no pago de estas obligaciones (como ha sucedido con Solsalud), el golpe al hospital sería de talla mayor.

En la lista de entidades que le deben al hospital, también figuran otras entidades que han sido cuestionadas y en algunos casos intervenidas por la Supersalud como las EPS Saludcoop (en liquidación), Cafesalud, Emdisalud y Capital Salud.

Las cuentas por cobrar a las EPS corresponden principalmente a servicios del Plan Obligatorio de Salud del régimen subsidiado y otro tanto pero en menor medida a servicios de POS del régimen contributivo.

Para las EPS, se han anunciado créditos con Findeter para el saneamiento fiscal de sus pasivos. La pregunta sé qué tan viables son, dada la precaria situación financiera de estas entidades, y cuánto tiempo tome que los usen.  

El Fosyga también figura como uno de los deudores significativos, con 1610 millones en la cartera exigible a octubre y 9517 millones en la total.  

Y capítulo aparte es lo que le corresponde cancelar a la Secretaría de Salud departamental, entidad que vive su propia crisis financiera. 

Las cuentas de la Secretaría de Salud

La Secretaría de Salud de la Gobernación de Santander debe pagar por los servicios que el sistema de salud presta a los más pobres que no están todavía asegurados, ni bajo el régimen contributivo ni bajo el régimen subsidiado, y también cancelar los medicamentos y servicios prestados al régimen subsidiado que no están incluidos en el POS.

La titular en ejercicio de dicha dependencia, Alix Porras, le reconoció a La Silla Santandereana que los recursos de la entidad simplemente no alcanzan para cubrir todos los gastos que dichas obligaciones conllevan.

Según las cifras que Porras le mostró a La Silla, entre cuentas auditadas y cuentas por auditar, la deuda acumulada de la Secretaría con toda la red de hospitales públicos del departamento (no sólo con el HUS) es de más de 49 mil millones de pesos. Y, en principio, seguirá creciendo, pues el presupuesto de la entidad -que está ahora en discusión en la Asamblea- no incluye los recursos suficientes para cubrir el hueco y pagar todo lo que se generará en la vigencia 2016.

Entre otras cosas, según la Secretaria, uno de líos con los que está lidiando la Secretaría fue la disminución -definida en el Conpes 179 de 2015- de los recursos del Sistema General de Participación para la población pobre no asegurada (PPNA).

De acuerdo a Porras, esto habría afectado el presupuesto de la Secretaría en casi 30 mil millones de pesos cuando la prestación de servicios a ese grupo población no se ha disminuido en tal magnitud.

La disminución partió del supuesto de que la cobertura de aseguramiento ha aumentado de manera tal que la plata necesaria para la PPNA es mucho menor, pero la funcionaria asegura que eso no del todo cierto.

Bajo este panorama, el HUS también la está pasando mal. La Secretaría ha celebrado contratos con el HUS para financiar los servicios que le competen pero estos se han quedado cortos y no alcanzan a cubrir la demanda real.

Según el informe financiero ya citado, la Secretaría acumula deudas con el HUS, por encima de lo contratado, por 23 mil millones de pesos a 2014. Y lo de éste año va en más de 9 mil millones (alrededor del 70 por ciento por servicios a la PPNA).

Es decir, la deuda de la Gobernación con el Hospital rondaría hoy de 32 mil millones de pesos.

La funcionaria Porras dice que hay un desfase entre las cuentas que está alegando el Hospital y lo que ha sido auditado por la Secretaría y que, en cualquier caso, ya se están haciendo gestiones de plata adicionales al presupuesto para empezar a pagar las cuentas auditadas que se le deban, no sólo al HUS sino a todos los hospitales de la red pública.  

Incluso, se está pensando en apalancar regalías para afrontar la crisis.

La pregunta es cuánto se demora en llegar la plata y si el Hospital la recibe a tiempo: antes de nuevos paros o de un eventual cierre que afecte a miles de pacientes y de estudiantes. 

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