Las enseñanzas de los simulacros para la cuarentena

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Foto: Tomada de www.infobae.com

La mayoría de la gente demostró que puede confinarse como medida de prevención, pero muchos salen por necesidad. Venezolanos, violencia intrafamiliar, comida cara y salud mental, retos clave.

Hoy terminan los llamados simulacros de aislamiento, con los que el puente festivo se confinaron Bogotá y otros departamentos que sumaron más de la mitad de la población del país, y que bajo esa figura o la de los toques de queda quisieron ver cómo se comportan los territorios en una cuarentena, que comienza mañana en todo Colombia.

La idea de los simulacros nació en Bogotá, donde la alcaldesa Claudia López dijo que era necesario ver qué debilidades y fortalezas tenía la Administración para atender una situación como estas, necesaria para evitar la propagación del coronavirus.

Hoy se rompió al autoaislamiento en muchas partes por tratarse de un día laboral, porque la cuarentena apenas arranca esta noche y porque quedó en evidencia la necesidad obvia que tiene mucha gente de salir a buscarse su sustento. Eso comenzó a mostrar parte de los retos que siguen en los próximos 19 días. 

Con base en los datos que consolidaron Bogotá (donde el Distrito hizo encuestas telefónicas y en la calle) y otros departamentos, estas son algunas lecciones de los simulacros que servirán para afinar políticas desde mañana, y también para darse cuenta de los vacíos que hay para atender ciertas situaciones.

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La mayoría de la gente acata la medida...

La mayoría de la gente se quedó en la casa. La encuesta que hizo la Alcaldía de Bogotá indica que lo hicieron 4 de cada 5 personas.

Los pasajeros en Transmilenio, por ejemplo, bajaron hasta en un 87 por ciento entre viernes y lunes: de 4,6 millones la semana pasada pasó a 600.563.

Eso se complementa con que el 75 por ciento de la gente dice que es consciente de que le puede dar Coronavirus, lo que sirve de incentivo y es un avance, teniendo en cuenta que en una encuesta de la semana pasada sólo el 25 por ciento de la gente creía eso, a pesar de que este es un virus susceptible de darle a cualquier persona.

Sin embargo, que todavía haya un 20 por ciento de personas (1 de cada 5) que salió a la calle puede ser riesgoso porque representan 8 millones de personas.

El Gobernador de Santander, Mauricio Aguilar, que también se unió al simulacro, le dijo por eso a La Silla Vacía que en la cuarentena van a “intensificar campañas de pedagogía sobre la necesidad del autoaislamiento”, pero que también tendrán medidas duras, y para eso articularán “con Policía y Ejército para ejercer mayor control, vía sanciones en las calles”. Algo similar nos dijeron en la Alcaldía de Popayán.

Entre los que salieron, obviamente, están las personas exentas, como trabajadores de supermercados, de empresas de vigilancia y del sector salud, pero también hay gente que no tenía ninguna condición de esas.

De hecho, aunque el 80 por ciento se aisló, fue menor el porcentaje (57 por ciento) de los que dijeron sentir tranquilidad por cumplir con el aislamiento. 

Eso se debe, sobre todo, a que a pesar de que mucha gente cumplió la medida, le preocupa cómo va a sobrevivir en estos días.

Finalmente, la mayor parte del simulacro se llevó a cabo un puente festivo en el que la mayoría de la gente no tiene que trabajar.

 
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...pero los que salen, lo hacen, sobre todo, porque necesitan buscar ingresos

Aunque los que salieron fueron minoría (1 de cada 5 habitantes), en Bogotá la mayoría de los que lo hicieron (el 60 por ciento) argumentó que tenía que ir a trabajar, algo que puede ser un reflejo de lo que puede pasar en todo el país en la cuarentena que comienza mañana.

Eso también lo midieron de otra manera.

Le preguntaron a la gente que tan fácil o difícil era quedarse en la casa. Uno de cada 10 de los que se quedaron respondió que era muy difícil, y entre esos, casi el 40 por ciento respondió que la dificultad radica en que si no sale, no tiene ingresos.

La angustia económica se evidenció, sobre todo, en las localidades del sur de Bogotá (Ciudad Bolívar, Usme, Bosa, Tunjuelito, Kennedy, Rafael Uribe, San Cristóbal), donde se concentran los habitantes de estratos más bajos.

Eso también se notó en la demanda de Transmilenio. La poca que hubo se concentró también en el Sur, como mostró la epidemióloga Zulma Cucunubá en este gráfico:

No es nada nuevo que la gente más necesitada esté en el sur de Bogotá (aunque en el occidente también hay sectores, como lo muestra el gráfico y lo evidencia que uno de los saqueos que más resonancia tuvo este martes fue en Suba, que queda allá).

Pero esa concentración también le permitirá a la Alcaldía tomar decisiones.

Por ejemplo, el grupo de expertos de la Nacional y Los Andes que están trabajando en entender cómo se comporta la pandemia en Colombia, recomienda mandar más buses a las zonas donde más demanda hubo en el simulacro, de tal forma que la gente que tiene que viajar pueda hacerlo sin tumultos, y distanciada, ojalá, con una silla de por medio, así como regular con turnos el ingreso a las estaciones.

La Gobernación del Valle encontró también que los estratos uno y dos fueron los que más incumplieron con el toque de queda en ese departamento. Y, según el secretario de gobierno de Cali, Jesús Darío González, después del simulacro se necesitan, sobre todo, medidas económicas urgentes para los vendedores ambulantes e informales que viven del día a día.

Por eso dispusieron de 60 mil millones de pesos de la ciudad para entregar mercados, cada ocho días, en las casas de personas de sisbén bajo y de estratos uno y dos en 12 comunas y en la zona rural de Cali. 

Los anuncios del presidente Iván Duque hasta ahora le apuntan, precisamente, a darles más subsidios a familias pobres, en particular a las incluidas en los programas Familias en Acción, Jóvenes en Acción y de Adulto Mayor.

Susana Correa, directora del Departamento para la Prosperidad Social, anunció hoy que este jueves comenzarán los pagos:

El Secretario de Seguridad, Camilo Murcia, le dijo a La Silla Vacía que buscan la manera de armar un programa de alimentación, por medio de mercados, para la gente que no tenga otras subsidios como los de familias y jóvenes en acción, pues considera que solo así evitarán que las personas salgan a las calles a buscar comida o plata, y también evitarían alteraciones al orden público por medio de robos. La idea es hacer un banco de alimentos con la ayuda de la Arquidiócesis de Cali, empresarios e incluso con plata de funcionarios.

En el caso de Bogotá, que tiene una capacidad institucional mayor que cualquier otra ciudad del país, a partir del simulacro, la Alcaldesa dijo que “la gente tiene tres preocupaciones muy concretas: cómo va a pagar la comida, el arriendo y los servicios públicos, pero nadie se va a quedar sin comida”.

Por eso, y ante la obligación de no salir, el Distrito está montando, como contamos, el Sistema Distrital Unificado de Transferencias para la Contingencia Social.

En Nariño, además, la Gobernación implementará un protocolo para regular el paso de mercancía por el puente internacional de Rumichaca, actualmente cerrado.

 
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La gente que sale se aglomera a la hora de comprar comida

Eso pasó, por ejemplo, en Nariño, donde la Gobernación dijo que para la cuarentena establecerá rutas y protocolos para las compras en plazas de mercado y centros comerciales.

Las cadenas de supermercados, en todo caso, ya están implementando medidas, como la de permitir el ingreso de clientes que puedan circular por sus instalaciones sin tumultos; los que quieran entrar esperan afuera a que alguien salga, para poder ingresar.

En Bogotá, de los que salieron, 2 de cada 10 lo hicieron precisamente con la justificación de ir a comprar comida.

 
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Aunque se garantiza el abastecimiento de alimentos, el aumento de precios es un problema

A Corabastos, la central de abastos más grande del país, está llegando más comida de lo normal y eso garantiza el abastecimiento:

Sin embargo, allá mismo están aumentando los precios de muchos productos y eso hace que aumenten en las plazas de mercados, las tiendas y supermercados.

En el caso de Bogotá, el último reporte que hizo la Alcaldía ayer decía que “alimentos como la naranja valenciana, la yuca llanera y la arveja verde en vaina han presentado aumentos superiores al 75 por ciento el kilo”, y que en tiendas también han aumentado mucho los precios de la papa, la yuca, las frutas y las verduras.

El Ministerio de Agricultura, que diariamente monitorea el abastecimiento en las centrales de abasto del país, anunció que con el apoyo de la Superintendencia de Industria y Comercio coordinará el control de precios para evitar la especulación.

Ese control, anunciaron, lo harán mediante las denuncias que haga la gente en una aplicación que puede bajar a su celular, lo que tiene como dificultad, como contamos hoy, que no todo el mundo tiene acceso a internet.

También puede ser un problema la sobredemanda de alimentos, que se presenta porque mucha gente ha intentado acaparar antes de la cuarentena, y eso, de acuerdo con la Alcaldía de Bogotá, también ha hecho que aumenten los precios.

En el Valle, en todo caso, si bien no hay desabastecimiento en este momento, sí ha habido disminución en el flujo de transporte de carga con alimentos, le dijo a La Silla el secretario de Seguridad, Camilo Murcia. Por eso la Gobernación está dialogando con organizaciones de conductores como la Asociación Colombiana de Camioneros (ACC) para establecer un protocolo para garantizarles a los transportadores sus condiciones mínimas en la carretera, como alimentación.

 
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Los migrantes venezolanos necesitan atención especial

En Colombia, de acuerdo con Migración Colombia, hay cerca de 1,7 millones de migrantes venezolanos, en su mayoría personas pobres que se ganan la vida con el rebusque en la calle.

Su vulnerabilidad en medio de esta emergencia se comenzó a notar en los simulacros, pero se sintió sobre todo este martes, cuando muchas personas pobres en diferentes partes del país salieron a las calles a reclamar atención del gobierno para los días de aislamiento que se vienen.

En Bogotá, por ejemplo, cerca de 50 se reunieron en la Plaza de Bolívar para pedir auxilios.

Muchos que habitan en la localidad de Santa Fe, en el centro, hicieron parte del plantón frente a la Alcaldía local para pedir ayuda porque viven en pensiones que pagan a diario y los quieren echar porque ya no tienen con qué pagar. 

La Alcaldía se comprometió a saldar esas deudas, como contamos en nuestro En Vivo. En todo caso, ya está adecuado un alojamiento exclusivo para migrantes.

En Popayán (Cauca), a partir de lo vivido este fin de semana la Alcaldía piensa, en la cuarentena, ir hasta donde están asentados los migrantes para darles alimentación, y adecuar en los próximos días un albergue que cumpla condiciones de salud e higiene. Algo similar harán con los habitantes de calle.

En Cali llegaron hoy a protestar frente a la Alcaldía porque la jornada de toque de queda los dejó sin cómo ganar plata para pagar sus arriendos o inquilinatos. A ellos se les dará un subsidio para que paguen sus arriendos y la Alcaldía les dará mercados en los albergues y en sus lugares de residencia. 

En Nariño, además, la Gobernación identificó en el simulacro problemas en la atención a los migrantes y en el control de los pasos fronterizos irregulares, en donde había gente pasando y ahora pondrá más controles..

 
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El riesgo de aumento de violencia intrafamiliar es real

Esto lo monitoreó Bogotá. De las personas que respondieron que les parecía muy difícil quedarse en casa, el 15 por ciento dijeron que eso se debe a la convivencia con la pareja.

Además, 1 de cada 4 personas respondió que el aislamiento puede aumentar la violencia intrafamiliar.

Bogotá tiene una Secretaría de la Mujer que reforzará para estos días la atención telefónica de esos casos.

Además de la línea púrpura que ya existe (018000 112 137), dispuso de una abogada y una psicóloga por localidad para que las mujeres las llamen directamente a sus celulares (aquí la lista). Estas las orientan sobre las rutas de atención, les ayudan a buscar alternativas y los procesos son dependiendo de cada caso.

 
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La afectación a la salud mental es un reto

Esto también lo midió Bogotá, cuya encuesta encontró que entre las personas que dicen que para ellas es muy difícil quedarse en la casa, 1 de cada 10 lo justifica en que le da duro estar sola.

Bogotá tiene la línea 106, a donde pueden llamar personas que necesiten atención psicológica.

Hoy la vicepresidenta Marta Lucía Ramírez anunció que 2.500 psicólogos y psiquiatras de manera voluntaria estarán dispuestos para atender a la gente que lo necesite.

La idea es poner al servicio líneas de ayuda psicológica que, según le dijeron a La Silla en la Oficina de Prensa de la Vicepresidencia, el Ministerio de Salud dará a conocer mañana. Y crearán cursos de primeros auxilios psicológicos para que la gente sepa qué hacer en casa.

 
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