El 34 por ciento de quienes hasta ahora aspiran por firmas tiene tracción en partidos tradicionales o usan esta táctica para apalancar apoyos de colectividades.
Las firmas, el partido de moda para regionales
Hasta el viernes anterior, en la Registraduría había 163 comités de recolección de firmas inscritos para Gobernaciones, Alcaldías y Concejos en todo el país, un número que seguramente crecerá en las próximas semanas, conforme la campaña para las regionales caliente motores.
Así se prevé, no sólo porque se trata de un fenómeno que viene en aumento (en 2011 según un informe de la ex decana de Ciencia Política de la Universidad del Rosario, Mónica Pachón, el 11 por ciento de las aspiraciones regionales fueron por firmas, un número que saltó a 33 en 2015, año en el que candidatos por firmas ganaron alcaldías importantes como Cali, Bogotá, Cartagena, Medellín y Bucaramanga).
También, porque en esta ocasión los partidos tradicionales llegan a la contienda golpeados en su imagen y con su capacidad de conseguir votos en duda, como lo evidencian antecedentes como el descalabro de las maquinarias que acompañaban a la Presidencia a Germán Vargas Lleras y el éxito de la Consulta Anticorrupción (que sin maquinaria casi pasa el umbral de 12 millones de votos).
Frente a ese descrédito, muchos políticos de trayectoria partidista quieren ponerse el disfraz de las firmas para pintarse de independientes aunque no lo sean.
Otros lo hacen porque por alguna razón no van a poder conseguir el aval de sus respectivos partidos. Y, por supuesto, también están los que verdaderamente no pertenecen a ninguna colectividad y deciden apostarle a una propuesta desde la ciudadanía.
Ir por firmas tiene sus atractivos y ventajas. Entre las principales está que permite al aspirante hacer campaña mucho antes, durante la recolección, sin tener que reportar gastos hasta inscribir la candidatura.
Revisamos en las regiones que cubrimos a los aspirantes que inscribieron sus respectivos comités, o ya manifestaron su intención de hacerlo, para alcaldías capitales y gobernaciones: 64 en total. Estas son nuestras conclusiones:
1 El 34 por ciento va disfrazado
De los 64 aspirantes que revisamos, 22 tienen algún tipo de relación con un partido, sea porque se han lanzado por alguno, o tienen sus fichas allí, o aspiran a que una o varias colectividades apoyen a sus movimientos.
De ellos, el partido con más disfrazados es el Liberal (6). Sigue Cambio Radical con cuatro, los conservadores con tres y La U con dos.
Y las regiones en donde más encontramos estos casos son el Caribe (6) y los Santanderes (6).
Algunos ejemplos son: Jorge Acevedo, en Norte de Santander, que con firmas busca ser la ficha del condenado exalcalde Ramiro Suárez Corzo en la Alcaldía de Cúcuta; el excanciller godouribista Fernando Araújo Perdomo en la Alcaldía de Cartagena; o Luis Miguel ‘El Mello’ Cotes, ficha de Cambio Radical en el Caribe, que busca regresar a la Gobernación de Magdalena.
2 Los que no tuvieron de otra por líos en sus partidos
Quince de los 64 precandidatos revisados, es decir el 23 por ciento, sí están o estuvieron en partidos hasta hace poco, pero tuvieron líos allí y no pudieron conseguir sus avales.
Este es el caso, por ejemplo, de los liberales disidentes que ya tienen candidatos en Valle con la exministra Griselda Janeth Restrepo, o en Cúcuta con el abogado Cristian Buitrago, ambos fichas del exministro Juan Fernando Cristo, quien rompió cobijas con la dirección liberal.
Otros buscan la opción de firmas por razones legales. Así ocurre con los aspirantes del Antiguo PIN, que tras perder la personería jurídica en las legislativas, se disfrazan de firmas.
En Bogotá sucede también con los aspirantes Carlos Fernando Galán, exmilitante de Cambio Radical que intentó revivir sin éxito el Nuevo Liberalismo de su papá; o el exsecretario de Integración, Jorge Rojas, quien esperaba el aval de la Colombia Humana de Gustavo Petro, al que el Consejo Nacional Electoral también negó la personería.
3 La mayoría sí son independientes
El 42 por ciento (27) de los revisados no pertenece a ningún partido, por lo que su opción obvia son las firmas.
Así ocurre, por ejemplo, con los aspirantes del movimiento Compromiso Ciudadano del excandidato presidencial Sergio Fajardo, que no cuenta con personería para avalar y ya tiene aspirantes en Antioquia y Huila.
En esta categoría incluimos a aquellos aspirantes que en el pasado se han lanzado por uno o varios partidos, pero que no han permanecido en ninguno y hoy no tienen quién les de aval.
Esta es la base de datos con la información completa de los 64 aspirantes, con la que hicimos esta historia: