Las perlas de las obras Gnecco en Cesar (y la mano de JJ Vásquez allí)

Silla Caribe

Luis Alberto Monsalvo Gnecco, exgobernador del Cesar.

Recorrimos las obras inconclusas del exgobernador Luis Alberto Monsalvo Gnecco y por lo menos en cinco encontramos la mano del cuestionado hermano del alcalde cartagenero Manolo Duque. 

El día que terminó su Gobernación, Luis Alberto Monsalvo Gnecco, presentó un libro titulado 500 Logros, Misión cumplida en el que mostraba el ambicioso plan que ejecutó para el Cesar entre los años 2012 y 2015 en su afán de convertirse en el mayor gestor obras en la historia del departamento. Pero cuando han pasado dos años desde que dejó la administración, todavía ocho de esas obras, que suman más de 204 mil millones de pesos y que inauguró antes de irse, están sin terminar y con retrasos superiores a los dos años en la mayoría de los casos, lo que hoy lo tiene en la mira de las entidades de control.

El 22 de agosto pasado la Procuraduría Regional del Cesar formuló pliego de cargos en contra de Omar Maestre, exsecretario de Infraestructura de Monsalvo Gnecco, y pidió al Ministerio Público abrir investigación contra el propio exgobernador por las irregularidades en la contratación del estadio de fútbol de Valledupar.

A propósito de eso, en La Silla Caribe decidimos ir a visitar las 14 obras de esa administración que hace un año y medio contamos que estaban inconclusas para ver en qué estado se encuentran.

A diez de esas obras la Contraloría anunció una auditoría a principios de 2016 que terminó con hallazgos fiscales superiores a los 50 mil millones de pesos. Las otras cuatro fueron polémicas desde el inicio de su ejecución. En esta ocasión sumamos una obra más, la Avenida Ciro Pupo de La Paz, porque a pesar de ser inaugurada y terminada con Monsalvo Gnecco aún en el poder, tuvo que ser reconstruida parcialmente por presentar fallas estructurales. En total las 15 obras revisadas suman más de 304 mil millones de pesos.

Lo que encontramos es que de esas 15, siete ya están terminadas y entregadas, aunque todas tuvieron retrasos de más de un año durante su ejecución, en total sumaron más de 13 prórrogas en los tiempos de entrega y tres tuvieron adiciones por 8.923 millones de pesos. Estuvimos en dos y comprobamos que efectivamente están siendo usadas.

En ese grupo está la Vía la Victoria - La Jagua (inaugurada con tres meses de retraso), el Coliseo de Ferias y su dotación (nueve meses de retraso), y el Muelle de Zapatosa (año y dos meses de retraso) el Archivo del Cesar (un año y nueve meses de retraso), el Coliseo Cubierto Julio Monsalvo (dos años y dos meses de retraso) y la Plaza de Gobierno del Cesar (un año y nueve meses de retraso).

Las ocho restantes aún se encuentran siendo ejecutadas, continúan con retrasos que superan los dos años, y tienen adiciones a su presupuesto original que sumadas dan más de 35 mill millones de pesos.

 

Pero además de eso encontramos que la mano del cuestionado abogado, José Julián Vásquez, hermano del capturado alcalde de Cartagena Manolo Duque, está metida en cinco de esas obras inconclusas que se erigen como los estandartes del fracaso Monsalvo Gnecco como gestor.

Como lo contamos en La Silla Caribe desde 2014, José Julián Vásquez, quien también está detenido por la elección irregular de la contralora distrital de Cartagena como su hermano Manolo, es conocido en su ciudad natal como lel rey de las licitaciones por su supuesta habilidad para proyectar pliegos de condiciones y adjudicar contratos a la medida de los intereses del político que se lo pida.

Su conexión con el Cesar viene por haber servido de asesor para la contratación durante la gobernación de Luis Alfredo Monsalvo Gnecco, quien es hijo de Cielo Gnecco la mandamás de esa superpoderosa y cuestionada casa política. Los Gnecco han hecho del Partido de La U su fortín político y jugaron un papel fundamental en la reelección de Santos en 2014, pero desde las regionales pasadas donde formaron una alianza con Germán Vargas Lleras para apoyar a Franco Ovalle (que se avaló por La U) en la Gobernación, están jugados completamente con el exvicepresidente con miras a 2018, tanto así que en Valledupar se habla del apoyo de Cielo a la aspiración al Senado por Cambio Radical de Didier Lobo, exalcalde de La Jagua de Ibirico.

En 2014 Vásquez le puso a los Gnecco cinco mil votos en Bolívar para su candidato al senado, José Alfredo Gnecco, sobrino de Cielo, y quien es su punta de lanza en el Congreso.

De manera llamativa las obras cuyas licitaciones proyectó Vásquez se las ganaron empresas de Bolívar y Cartagena, de donde es oriundo y tuvo su fortín político hasta que cayó preso a principios de agosto.

La sombra del “rey de las licitaciones” en las obras Gnecco

El nombre de José Julián Vásquez lo encontramos en las obras del estadio de Valledupar Armando Maestre Pavejau, la sede de la Universidad Nacional, la Avenida Ciro Pupo, la vía Zajón – Pueblo Bello y el acueducto regional.

En ellas aparece como abogado contratista para el apoyo a la gestión, revisor o autor del proyecto de licitación.

Estas obras se las ganaron las empresas Grupo Empresarial Capitol, Unión Temporal Uninal Cesar, Unión Temporal La Paz, el Consorcio Pueblo Bello y la Unión Temporal Acueducto Regional. Los dueños o representantes legales de estas empresas tienen la particularidad de ser cartageneros o tener sus actividades comerciales inscritas en esa ciudad, como es el caso de Grabriel Hilsaca Acosta, hijo del polémico empresario bolivarense Alfonso el ‘Turco’ Hilsaca.

La obra que se ganó Gabriel Hilsaca (como representante legal de la Unión Temporal Acueducto Regional) fue el acueducto que se construyó para surtir de agua a los corregimientos de Caracolí, Los Venaos, El Perro, Guaimaral y Vallito. En esa licitación aparece Vásquez como abogado consultor.

 

En la Gobernación actual de Franco Ovalle (La U), quien pertenece al mismo grupo político de los Gnecco, nos dijeron que esta obra (que debió estar terminada para mayo de 2014 porque tenía un plazo inicial de 12 meses) ya estaba operando aunque todavía no había sido recibida formalmente, algo que está proyectado para esta semana.

No obstante, un habitante de El Perro con el que habló La Silla Caribe nos contó que en su corregimiento todavía no sirve el acueducto y que los últimos siete días no han tenido dónde conseguir el agua potable.

Este proyecto presupuestado inicialmente en 8.700 millones de pesos, ha tenido dos adiciones de dinero que le sumaron 1.583 millones por costos en items no previstos en el contrato inicial, y los daños que el paso del huracán Matthew en octubre de 2016 ocasionó en la obra. Por estas misma razones se le aprobaron cinco prórrogas y tres suspensiones.

Sobre las otras cuatro obras en las que aparece el nombre de José Julián Vásquez la situación es la siguiente:

Está el caso del Estadio Armando Maestre Pavajeau, que tenía un costo inicial de 33 mil millones de pesos y fue adjudicado en enero de 2014 al GMP Constructores y Grupo Empresarial Capitol. A dos años de haber tenido que ser entregado (tenía fecha entrega en julio de 2015), todavía no hay luces sobre cuando se vaya a finalizar.  

Hoy lleva invertido más de 50 mil millones después de una adición de 16 mil millones para construir la tribuna oriental, algo que según la Procuraduría Regional no estaba contemplado en la primera del proyecto por lo que se debió suscribir un contrato nuevo y no adicionar el recurso.

Esa licitación la proyectó José Julián Vásquez y se la ganó un grupo empresarial cuyo representante legal es Gabriel Emilio Marriaga Piñeres, exsecretario de Planeación durante el primer año de la Gobernación de Juan Carlos Gossaín en Bolívar.

Además, otro de los miembros de ese grupo empresarial, Estela María Coneo Piñeres, es una ingeniera de Lorica (Córdoba) que tiene sus negocios en Cartagena, en donde ha ganado licitaciones con la secretaría de obras del Departamento y ha trabajado con la administración de Manolo, como contratista de Corvivienda en 2016, la entidad que maneja la política de vivienda del Distrito y que dirige el exrepresentante William García Tirado.

La tercera obra en la que está la mano de Vásquez es la Sede de la Universidad Nacional en La Paz, que según el secretario de Infraestructura Federico Martínez tiene plazo de entrega en noviembre de este año, algo que de cumplirse significa que la obra se recibiría con casi tres años de retraso (debió estar lista para Enero de 2015 ya que tuvo un plazo inicial de 18 meses que arrancó en agosto de 2013).

La obra tuvo un valor inicial de 38 mil millones de pesos y sumó una adición cercana a los 14 mil millones en 2016 dejando el valor total de la obra en 52 mil millones. La adición se justificó por fallas constantes en el fluido eléctrico, los efectos de la ola invernal que ocasionaron el deterioro de varias estructuras ya construidas, además del incremento en los precios del dólar que encareció la compra de los materiales.

El contratista del campus es otra unión temporal cuyo representante legal, Javier Bernardo Varela De Ávila, es un empresario de Cartagena, quien también representa legalmente a J.V Ingeniería LTDA empresa con sede en esa ciudad que hace parte de la unión temporal junto con Vere Construcciones Sucursal Colombia y Benjamín Herrera Amaya. En esta licitación José Julián aparece como revisor.

La cuarta obra donde aparece Vásquez, esta vez como revisor, es la Avenida Ciro Pupo de La Paz, la cual tiene la particularidad de haber sido terminada, entregada e inaugurada por Monsalvo Gnecco en abril de 2015 pero hoy se encuentra en trabajos después de que hubiera que reconstruir 68 de sus lozas por defectos en sus materiales.

Ahí hay invertidos, sumándole las adiciones, 5.800 millones de pesos, de los cuales por lo menos 1.110 millones representan, según la Contraloría, un posible detrimento al patrimonio.  El contrato también lo tiene una unión temporal con representante legal cartagenero, Jorge Luis Cabaleiro Delgado, quien aparece como dueño de la empresa Camaronera Palmito SAS de Cartagena.

La quinta y última obra donde encontramos al cuestionado abogado cartagenero es la vía Zajón -Pueblo Bello, que conecta el casco urbano de ese municipio con la carretera que va a Valledupar. Fue proyectada inicialmente por 39 mil millones para que en un plazo de 20 meses se pavimentaran 30 kilómetros.

Ese contrato se lo ganó el Consorcio Pueblo Bello, que de acuerdo al Secop tiene su sede en Bolívar y es representada por Ángel Rincón Linaje. Pero después de 39 mil millones de inversión inicial, una adición de 1.590 millones para la construcción del Puente de la Honda que queda en esta vía y seis prórrogas, por imprevistos en su ejecución, se dio por terminado el contrato en septiembre de 2016 con la carretera pavimentada hasta el kilómetro 22.

Para terminar la vía, los poco más de siete kilómetros restantes tuvieron que ser contratados por la administración de Franco Ovalle (ya sin José Julián de asesor) con un valor de 15.900 millones de pesos extra y cuyas obras se encuentran en ejecución por el Consorcio Civiales del Cesar. 

Pero las obras en las que participó José Julián Vásquez no han sido las únicas cuestionadas, inconclusas o en la mira de las entidades nacionales de control. En las tres que quedan del grupo de 15 que revisamos, también hay un rosario de perlas con más retrasos y plata adicionada.

Vea la galería de las obras inconclusas.

 

Un rosario de perlas

De esas tres obras la más escandalosa es el Canal de Panamá, un socavón de dos kilómetros que va de la avenida 44 en Valledupar hasta el río Guatapurí, se concibió como una solución para canalizar los arroyos y evitar que se inundara el suroriente de la ciudad en días de lluvia.

Esta obra está dentro del contrato de 29 mil millones adjudicado para adecuar la malla vial de la avenida Simón Bolívar en Valledupar y fue contratada en agosto de 2014 por el Sistema Integrado de Transporte de Valledupar, SIVA, una empresa mixta en donde tiene participación la Gobernación.

Aunque su plazo inicial fue de 16 meses contados desde octubre de 2014, pasados 30 meses todavía no se termina la obra y por el contrario con cada nuevo aguacero se deterioran más las placas causando grietas y derrumbes así como la inundación de los barrios vecinos.

De acuerdo con el Secop la obra se encuentra suspendida pero cuando La Silla Caribe la visitó encontró obreros trabajando. Según el secretario de Infraestructura Federico Martínez, esos costos están siendo asumidos por el contratista, que es Menzel Rafael Amin Avendaño, uno de los pesos pesados de la infraestructura en Colombia y quien en marzo fue llamado a audiencia en la Fiscalía por el escándalo de Odebrecht.

La segunda obra es el CDT Ganadero y Pesquero, en la que se pensó la construcción de dos edificaciones para el desarrollo en Ciencia y Tecnología de los sectores agropecuario y pesquero del departamento del Cesar. Costó más de 50 mil millones de pesos y tuvo un plazo inicial de 9 meses y 20 días.

En ella la Contraloría encontró hallazgos fiscales de 25 mil millones, monto que a diciembre de 2016 había pagado la Gobernación por la ejecución del contrato sin que se hubiera desarrollado su el objeto. La última actualización que se encuentra en el Secop es una prórroga, la tercera, de cinco meses y 24 días a partir del 24 de junio de 2016, por lo que la obra debió estar finalizada en enero de este año.

La última obra que revisamos fue el Hospital de Chimichagua, el cual recibió su tercera prórroga en mayo de este año por cuatro meses, con lo cual debería ser entregado en el transcurso de este mes. El plazo inicial fue de ocho meses contados a partir de febrero de 2015 y tuvo una inversión de $8.699 millones de pesos.

La Silla Caribe trató de contactar al exgobernador Monsalvo para conocer su versión sobre los retrasos en las obras inconclusas pero no respondió nuestros mensajes ni llamadas.

Pese a tantos ruidos y retrasos en la ejecución de estas obras, las investigaciones a Monsalvo Gnecco en la Contraloría no han producido sanciones concretas aunque se han remitido a la Fiscalía y la Procuraduría para que determinen posibles conductas penales y disciplinarias. En Valledupar hay expectativa por los resultados que produzca el Ministerio Público con la última investigación que anunció por el caso del estadio Armando Maestre y por los avances de la Fiscalía en otro proceso adelantado contra el exgobernador, ya no por las obras, sino por presunta corrupción al sufragante durante la campaña de 2011, el cual cursa en la Corte Suprema de Justicia y que hoy lunes tendrá una nueva audiencia. 

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