Las regiones planean meterle más plata a lograr la equidad de género, pero es difícil saberlo a ciencia cierta

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Investigación: aunque los departamentos y ciudades parece que invertirán más plata para reducir brechas de género que el año pasado, es difícil concoer los datos y compararlos

En las regiones es difícil saber cuánta plata hay para programas de género, porque aunque las alcaldías y gobernaciones están obligadas a utilizar el trazador, muy pocas lo hacen.

Por eso, solo la mitad de las 10 alcaldías y 10 gobernaciones (seleccionadas entre las regiones que cubrimos buscando una muestra de ciudades grandes y pequeñas) que revisamos había reportado algo al sistema. Encima, seis de los que sí reportaron no registran el monto de todas sus inversiones, así que los datos no permiten saber cómo evolucionó la inversión.

La Secretaria de la Mujer de Villavicencio, Diana Herrera, explica que ese trazador es difícil porque implica que todos los funcionarios encargados de gestionar proyectos en todas las entidades sepan identificar qué parte de un presupuesto puede ser marcado como “para las mujeres” y cómo hacerlo. 

Como es un trabajo adicional y nuevo, no suele estar en las prioridades de los funcionarios, a menos de que trabajen en temas de género. 

Por eso, Herrera cuenta que la alcaldía hará pronto obligatorio que lo hagan y que para eso emitirá una circular, y que les ayudó el acompañamiento cercano de la Alta Consejería y de ONU Mujeres para implementarlo.

En esa ciudad, el año pasado lograron identificar 53.000 millones para marcar, un 7 por ciento del presupuesto anual, como el arranque de la construcción de un centro maternoinfantil. Pero no tienen todavía información de 2021 para comparar si para este año habrá más o menos plata.

Para enfrentar esto, en una respuesta oficial la Subdirección de Género del DNP dijo a La Silla que han hecho talleres de asesoría técnica a las personas encargadas de marcar los presupuestos, y que tienen instructivos y cartillas para facilitar el trabajo.

Pero esta estrategia no ha sido suficiente, y menos en pandemia. Esto no solo se evidencia en la escasa información registrada en el Sistema sino que las secretarías de Planeación de La Guajira, Chocó, Neiva, Riohacha y Quibdó no tienen claro qué es el trazador. O al menos eso respondieron cuando la Silla les consultó por sus datos.

Aunque no hay datos claros del trazador, la mayoría de las entidades territoriales consultadas toma como referencia la plata que invierten sus respectivas secretarías y oficinas de género en promoción de los derechos de la mujeres y cierres de brechas de género, o los que invierten en general los programas puntuales que tienen para ese objetivo.

Según ese criterio, solo dos de las 20 regiones que revisamos recortaron sus inversiones para las mujeres, 12 los aumentaron y en seis no conseguimos datos comparables.  

Aunque hayan aumentado, este dinero no alcanza a representar ni el 1 por ciento de los presupuestos. 

 

 

Chocó

Huila

Nariño

Valle

Barranquilla

B/quilla

Bogotá

Bucaramanga

B/manga

Cali

Medellín

Pasto

Villavicencio

V/cencio

Antioquia

Atlántico

Cauca

La Guajira

Meta

Neiva

Quibdó

Riohacha

Santander

Más allá de un número frío, los recortes y la incertidumbre de cuánta plata tendrán estos programas son muy reales.

En Nariño, por ejemplo, el recorte de presupuesto para su Programa de Mujer tiene al departamento buscando recursos de cooperación internacional para financiar las casas de acogida para mujeres víctimas de la violencia.

En Bucaramanga, donde no hay Secretaría de la Mujer, están pendientes de definir el presupuesto de uno de sus proyectos bandera, una escuela de formación política para mujeres de la que han salido lideresas como Herminia Becerra, cuya historia contamos acá.

 

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Herminia Becerra entró a la junta de acción comunal del barrio Ciudad Bolívar en Bucaramanga por descarte. En la asamblea de hace cinco años nadie se postuló para representar a los adultos mayores y ella, sin planearlo, se lanzó....

En contraste, Medellín y Bogotá cuadruplicaron sus presupuestos para sus secretarías, lo que significa que sus programas para brindar apoyo psicosocial a mujeres víctimas de maltrato, mejorar la seguridad para ellas en el transporte público y darle apoyo para crear emprendimientos, entre otros, pueden cubrir a más mujeres.

Ese aumento es muy superior al 8,7 por ciento que creció el presupuesto total de Medellín y al 11 por ciento que incrementó el de Bogotá.

Y eso también va más allá de un número frío: por dar un ejemplo, facilita que Liliana Salcedo pueda tener nuevos servicios en el programa de Mujeres Cuidadoras de Bogotá.

Liliana Salcedo, de 45 años, es cuidadora de Lázaro, su hijo de 11. Desde que nació tuvo que renunciar a ser administradora de un local en San Victorino, pues su pequeño sufre de déficit cognitivo leve y debe acompañarlo a hacer las actividades más sencillas todos los días. ...

 

A pesar de logros como el de Manzanas de cuidado, los datos muestran que los esfuerzos del Estado se quedan pálidos ante el tamaño del golpe de la pandemia para las mujeres que, como mostró el dato del desempleo de enero que salió el viernes, siguen más golpeadas.

Y, sin más inversión de la Nación, es muy difícil que la crisis económica no termine profundizando las brechas de género.

 

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