En estos tres meses, sin la más mínima oposición política, el Alcalde barranquillero ha conducido sobre una carretera despejada y alcanzado impresionantes logros, pero con pocas contrapreguntas o control.
Los 100 días de Char: una unánime luna de miel
El alcalde Álex Char prometió al Concejo coadministrar con él y así lo está haciendo. Dijo que pedirá a los cabildantes acompa?arlo a inaugurar las obras. Lo que quedó por fuera de esa alianza fue el control político.
A diferencia de otras ciudades grandes como Bogotá, con la cantidad de sectores que le hacen crítica a Enrique Peñalosa; o Medellín, en donde Federico Gutiérrez no la ha tenido fácil para todos sus proyectos; en Barranquilla no hay ningún tipo de oposición política. Hasta el concejal del Polo está en la coalición del vargasllerista alcalde Álex Char. Este escenario ha sido clave para lo que ha pasado en los primeros 100 días del segundo mandato del barranquillero, que en estos tres meses ha conducido sobre una carretera despejada y alcanzado impresionantes logros, pero con pocas contrapreguntas o control.
Con 21 de 21 concejales alineados con su Administración, en este poco tiempo Char logró sin despeinarse que le aprobaran los nueve proyectos que presentó al Concejo (el noveno será aprobado en la mañana de hoy). Todos son para autorizarlo a usar en total 1,6 billones de pesos de vigencias futuras en varias obras. Ese monto -nos explicó un veterano concejal que pidió no ser citado- jamás había sido autorizado a ningún alcalde de manera tan exprés.
La plata es para canalizar siete arroyos, levantar y dotar cuatro estaciones de bomberos, ampliar la avenida del río, subsidiar el mejoramiento de 40 mil viviendas, construir ocho hospitales y aportar para hacer un estadio de béisbol junto con la Nación (este último, dentro de las obras de los Juegos Centroamericanos Barranquilla 2018).
Y aunque nadie duda de los beneficios de un listado de iniciativas como ese, la contrapregunta que nadie le hizo al Alcalde -ni en el Concejo pero tampoco desde los gremios o medios locales- es si hay algún riesgo en endeudar a la ciudad que aún no ha salido de la Ley 550 o de quiebra, como había anunciado la Alcaldía que pasaría en diciembre pasado.
Cierto es que, de la mano de su antecesora Elsa Noguera, en su primer mandato en 2008 Char logró sanear las finanzas barranquilleras, los bancos están prestando y para salir de la 550 sólo restan unos pocos compromisos con la Nación. Sin embargo, el debate al respecto ni siquiera se abrió por cuenta del unanimismo.
“Lo que pasa es que un concejal que se meta en contravía de un Alcalde con más del 90 por ciento de aprobación le puede ir mal. Char es como el (equipo) Junior aquí, una marca”, reconoció el cabildante con el que hablamos.
Efectivamente, el mandatario aparece con 93 por ciento de imagen favorable en el Opinómetro de la W y El Tiempo, de hace tres días. (Y con 82 por ciento en una encuesta del Centro Nacional de Consultoría para CM&, publicada el miércoles).
La favorabilidad le ha alcanzado y sobrado a Char para que nadie, ni en las urnas ni ahora, la haya ‘cobrado’ las polémicas alianzas políticas que lideró como jefe de Cambio Radical en el Caribe en las pasadas regionales (entre ellas, el aval que le dio a la gobernadora guajira Oneida Pinto, aliada política del grupo del cuestionado exmandatario Kiko Gómez).
En estos 100 días ha habido en Barranquilla una sensación general de que todo marcha bien. En parte porque es verdad. Por ejemplo, La Arenosa tiene los tres mejores colegios públicos del país, según un índice de calidad que reveló esta semana el Ministerio de Educación. Y eso es el resultado de la política pública educativa que implementó el charismo desde que subió al poder, hace ocho años.
Char ha transmitido con efectividad la idea de que eso que dio resultado en el pasado reciente va a continuar. Evidencia de ello es que dejó buena parte del gabinete de la exalcaldesa Noguera y ratificó iniciativas exitosas como ‘Barrios a la obra’, el programa de pavimentación de calles que ha sido eje central de la revolución del cemento charista.
Pero la idea de que todo está perfectamente también se debe a que, además de que no existe la oposición política, no hay mayores voces críticas o cuestionadoras en los escenarios en los que sería natural encontrarlas: los medios de comunicación locales, la academia, los gremios. Eso no sólo le tiene la puerta cerrada al debate público, sino que no deja saber a ciencia cierta si todo está bien o es que lo que está mal o regular no se menciona.
En eso coincidieron por aparte Rocío Mendoza, directora del programa Barranquilla Cómo Vamos; Horacio Brieva, director de la ONG Protransparencia; y el economista y docente de la Universidad del Norte, Jairo Parada, al darnos un concepto de los 100 días de Char. Precisamente, ellos son tres de los pocos analistas que a nivel local se atreven a criticar al charismo cuando toca.
(Brieva, de hecho, sacó una columna el mes pasado en El Heraldo en la que le llama la atención a Char por la sobradez y la soberbia que algunos le han visto al mandatario desde que llegó debido su la alta popularidad. “No se crea el cuento de que usted está por encima de todo el mundo. Le recomiendo los videos de Pepe Mujica. Le garantizo que la humildad lo llevará políticamente más lejos”, reza el texto).
“Hoy las organizaciones sociales de control están debilitadas, ausentes y con poca incidencia en las grandes decisiones de ciudad… no existe verdadera oposición que haga contrapeso y blinde a la ciudad de abusos de poder”, nos dijo Mendoza.
Para la muestra dos botones en los que también coincidieron los tres analistas y además el concejal consultado: poco o nada se ha dicho sobre el hecho de que aún no hayan sido planteadas políticas o medidas contundentes para dos de los grandes problemas de Barranquilla: la movilidad y la inseguridad.
“Aunque por supuesto hay otros aspectos para destacar, en el Plan de Desarrollo (presentado al Concejo esta semana por un total de 17 billones de pesos, 10 billones más que el de Elsa Noguera, otro asunto que ha generado dudas sobre si las cuentas alcanzarán) no hay una propuesta que permita pensar que habrá mejoría en el tema de los grandes trancones”, detalló Brieva.
Sobre la inseguridad, recién electo Char había advertido que a partir del primero de enero de este año entraría el Ejército a las calles para ayudar a bajar la ola de atracos y homicidios que hizo que Barranquilla cerrara el 2015 como el año más violento del último lustro.
Como lo anticipó La Silla Caribe, eso resultó siendo un globo porque se trata de una medida que no depende del mandatario local, sino del Presidente y del Ministerio de Defensa, que al menos hasta el 17 de febrero no habían sido consultados. Al final los militares han terminado haciendo unos recorrido perimetrales que ya eran habituales.
Quisimos consultar al Alcalde o alguno de sus secretarios para que nos dieran su lectura de los 100 primeros días desde adentro, pero no fue posible, a pesar de que desde el lunes pasado hicimos la solicitud.
Un alto funcionario, de manera informal, nos contó que esta segunda versión de Char Alcalde se ha sentido mucho más cómoda que cuando llegó al poder hace ocho años, porque esta vez “no encontró la casa tan desordenada”. Eso es cierto: el Álex Char de 2008 encontró una Barranquilla casi en la quiebra y ahora le recibe a una alcaldesa que fue considerada de las mejores del país.
“Eso le ha permitido arrancar con más claridad. Es un Alcalde muy activo, que nos exige a los funcionarios tener prendidos los teléfonos las 24 horas y a veces hasta manda mensajes a las 3 de la mañana. Pero sigue siendo el Alcalde de bordillo al que le gusta estar en comunicación permanente con la gente del común (la Alcaldía dice que, en ese sentido, el Plan de Desarrollo se socializó con 13 mil personas). Aunque, dedica al menos la mitad del tiempo a atender a empresarios”, detalló el funcionario.
Su luna de miel de recién posesionado traspasa fronteras y llega al Gobierno Nacional en donde, como es bien sabido, Char tiene de aliado al vicepresidente Germán Vargas Lleras y hasta ministra de su cuerda: Natalia Abello, de la cartera de Transporte.
Por todo lo anterior, todo indica que como gobernante seguirá por mucho tiempo más en los laureles. Parafraseando el dicho, lo único que tendrá que hacer es no dormirse en ellos.