Dos diputados, un exdiputado y un exdirectivo ya están moviéndose para hacerse contar en estas elecciones en otros partidos.
Los escampaderos del viejo PIN en Santander
Sin personería jurídica para participar en las elecciones regionales, los militantes en Santander de Opción Ciudadana, el extinto partido del parapolítico Luis Alberto ‘El Tuerto’ Gil, están buscando en dónde aterrizar.
Además de Celestino Mojica, quien como contamos, hoy está coordinando los avales del partido afro ADA en Santander, tras haber sido uno de los exdirectivos del viejo PIN y mano derecha de Gil, las otras fichas empezaron a acomodarse.
El parapolítico Alfonso Riaño, quien también figuraba en los cuadros directivos del extinto partido, empezó a hacer sus apuestas en el partido indígena Aico.
La Silla confirmó que preinscribió por ese partido a su hermano Henry Riaño como precandidato a la Alcaldía de Cimitarra, municipio en el que guarda su fortaleza electoral.
Sin embargo, también está pidiendo pista en el Centro Democrático con el respaldo del representante Edwin Ballesteros, con quien se relacionó vía Laureano Tirado, amigo personal de ambos.
Las dos credenciales en la Asamblea están pidiendo pista en partidos distintos.
Por un lado, Arley Valero, quien tiene su fortín político en Piedecuesta, donde su hermano Ludwing Valero quiere ser candidato a la Alcaldía y está buscando una coalición de partidos, se abrió un cupo en el Partido Conservador.
Llega a reemplazar al actual diputado, Humberto Rangel, quien desistió de volver a repetir curul, y en su lugar apoyará a su eventual reemplazo, que se eligió en 2015 con poco más de 11 mil votos.
Por otro, Margy Carolina Rangel, quien hace cuatro años llegó se quedó con una de las 16 curules del departamento con 13 mil votos, le dijo a La Silla que sí va a volver a aspirar pero que no ha pedido ningún aval oficialmente.
Ella llegó a la Asamblea impulsada con las bolsas electorales de Gil; del exrepresentante de ese partido y hoy precandidato liberal a la Alcaldía de Bucaramanga, Fredy Anaya; y el exalcalde conservador de Floridablanca, Néstor Díaz Barrera, que hoy está en el liberalismo.
Sin embargo, hasta donde supo La Silla para estas elecciones no contaría con el respaldo de ninguno de los tres.
Hasta ahora confirmamos que ya ha tenido conversaciones con Cambio Radical y con Alianza Verde.
Incluso su nombre apareció en el borrador de una lista de precandidatos a la Asamblea de los verdes que fue proyectada en una reunión el viernes pasado. Aunque estaba invitada por el secretario del Partido, José Ángel Amador, no asistió.
Otro de los exmilitantes del PIN que quiere reaparecer en estas elecciones es el exdiputado Julio Villate.
Él se quemó en 2015 con 8 mil votos y en 2018 lanzó a la Cámara a su esposa, María Cristina Lemos, pero se quemó con poco más de mil votos. Luego de eso estuvo distanciado del partido.
Ahora reaparece como precandidato a la Alcaldía de Suaita, su municipio natal, y está buscando el aval tanto del Centro Democrático, como de Cambio Radical, porque quiere apoyar a Mauricio Aguilar, hijo del parapolítico Hugo Aguilar, a la Gobernación, y él está buscando también ese coaval.
Si logran acomodarse, habrá que ver cómo les resultan las apuestas sin la maquinaria de Gil, quien está privado de la libertad mientras lo investigan por corrupción judicial y narcotráfico.