Los que ganan
|
Los que pierden
|
Germán Vargas Lleras
|
Gustavo Petro
|
Germán Vargas Lleras es uno de ganadores de estas elecciones.
El vicepresidente tendrá gobernadores amigos y agradecidos en La Guajira, Magdalena, Cundinamarca, Antioquia, Sucre, Huila, Cesar, Amazonas y Vaupés; y Cambio Radical pasará de tener dos gobernaciones a cinco (Franco Ovalle es de La U pero es amigo personal de Vargas). Además, se quedó con alcaldes que no son propiamente suyos pero a cuyo triunfo contribuyó en Cali y Bogotá, dos centros de poder clave para las presidenciales del 2018, y ganó dos alcaldías capitales (tras las victorias de sus candidatos en Barranquilla, Soledad y Villavicencio, aunque perdió Pasto).
Aunque perdió las gobernaciones del Meta, Quindío, Boyacá y Córdoba (donde tenía altos chances de ganar) y perdió Pasto, Cúcuta e Ibagué (donde tenía muchas probabilidades), Vargas Lleras terminó esta contienda con una maquinaria regional propia que le da una gran independencia frente al Presidente Santos y su gobierno.
Cuando en el 2017 tenga que abandonar el gobierno para no quedar inhabilitado para las presidenciales, o si la animadversión que existe en su contra en Casa de Nariño se concreta en una decisión presidencial de quitarle juego, Vargas Lleras ya tiene una estructura política propia que lo deja bien parado para pelear la sucesión de Santos, así no sea el preferido del Presidente.
Sin embargo, en esta contienda, las movidas del partido del Vicepresidente -donde nada importante se decide sin su consentimiento- demostraron que él no tiene agüero a la hora de unirse a personas cuestionadas, como lo contó en detalle La Silla. Y esto le puede pesar en el futuro, sobre todo en un contexto de posconflicto, en donde las alianzas con estructuras políticas bajo investigación o condenadas -desde la gente del combo de la Gata en Magangué hasta los que llevaron al poder a Kiko Gómez en la Guajira- le abren un agujero a la imagen de estadista que había logrado construir en las elecciones presidenciales del 2010.
|
El alcalde bogotano tuvo uno de sus peores días en la política sin siquiera competir en el tarjetón.
La victoria de Enrique Peñalosa se construyó sobre la idea de "recuperar Bogotá", en un abierto mensaje en contra de la actual administración y sus banderas y de los últimos gobiernos de izquierda.
El petrismo no alcanzó siquiera a competir en la contienda ya que la aspiración de María Mercedes Maldonado no cuajó después de que Petro se reunió en privado con Clara López y tumbó su candidatura.
Al final, Petro y sus seguidores se vieron forzados a apoyar la candidatura de Clara López del Polo, partido del cual el alcalde había salido dando un portazo hace cuatro años.
Petro se la jugó toda a favor de Clara. Incluso, y apelando a un argumento leguleyo, facilitó que los contratistas de la Alcaldía hicieran proselitismo a favor de Clara. Y al final, su apoyo no hizo la diferencia.
En el Concejo tampoco le fue bien: el progresismo sólo sacó un concejal: Hollman Morris, y los antiguos progresistas de la Alianza Verde no quedaron tampoco como Yezid García y Selma Asprilla o Javier Suárez y Donka Atanassova en el Polo.
A pesar de que la izquierda se unió detrás de Clara y de que la maquinaria del Distrito se movió a favor de la candidata del Polo, Petro quedó como el gobernante que cierra una era de 12 años de mandatos de izquierda en Bogotá, la joya de la corona de las elecciones regionales.
El mediocre resultado de Clara López, menos del 20 por ciento de los votos, se explica en buena parte por la negativa percepción de los bogotanos sobre el gobierno Petro y la incapacidad de la administración distrital de proyectar soluciones en temas como la movilidad.
Aunque faltan dos años y medio para que las presidenciales tomen forma, le quedará difícil a Gustavo Petro construir una aspiración nacional sobre un proyecto, la "Bogotá Humana", que fue rechazado de manera tan tajante en las urnas. Petro no fue capaz de crear un movimiento nacional, ni siquiera tener un candidato propio. Pero su movida hacia Clara le garantiza una consulta en el Polo en el 2018. No logró construir una plataforma propia pero no se quedó sin plataforma.
|
Carlos Fernando Galán
|
Álvaro Uribe
|
El más joven de los herederos de Luis Carlos Galán surge victorioso por su inicial y férreo apoyo a Enrique Peñalosa desde principios de este año.
El exdirector de Cambio Radical acompañó al nuevo alcalde electo capitalino en su recolección de firmas y luego en la decisión de último minuto de su partido de aliarse al Equipo por Bogotá, movimiento de ciudadanos peñalosista.
El senador dejó la cabeza de Cambio Radical con sus apoyos polémicos a su compañero, el representante Rodrigo Lara, y pudo cobrar el triunfo peñalosista con más sabor a voto de opinión.
Galán no sólo queda como el senador más cercano al nuevo mandatario capitalino sino que se posiciona como un jugador político clave dentro de Bogotá para las elecciones presidenciales de 2018.
Y, aunque contará con un partido mucho más poderoso que hace un año, no tendrá que cargar directamente a cuestas las alianzas cuestionadas y que él cuestionó al punto de que su dirección del partido chocara con los intereses del Vicepresidente y se viera obligado a dar un paso al lado.
Además, se quedó con un concejal de su cuerda (algo que hasta ahora no tenía): José David Castellanos, que logró la sexta curul en Cambio Radical.
|
El ex Presidente tenía una apuesta alta para su partido: quedarse con las alcaldías de Bogotá, Medellín y Manizales, la gobernación de Antioquia y posiblemente la de Caldas, y aspiraba a tener en Bogotá 15 de los 45 concejales. El balance es más agrio que dulce porque perdió casi todas.
En donde el ex presidente se empleó a fondo y personalmente (teletransportandose de un sitio a otro) también perdió.
En Bogotá, el Centro Democrático obtuvo la cuarta votación para la alcaldía, con el 12 por ciento de los votos, que es un poco más de lo que reflejaban los últimos sondeos pero que en todo caso no le alcanzó para salir del cuarto lugar que tuvo durante toda la campaña.
Para el Concejo de la ciudad, el Centro Democrático -que se amarró totalmente a la cara de Uribe con el eslógan “Mi equipo en el Concejo”- aspiraba a 15 curules y se quedó con cinco. De los 374 mil votos que sacó Uribe con su lista al Senado en Bogotá el año pasado, logró transferir solo 240 mil a su lista al concejo.
Paradójicamente, Uribe obtuvo un triunfo donde más le duele al proceso de paz con auténticos palos: la alcaldía de Florencia, que ganó cómodamente Andrés Perdomo; en Puerto Carreño con Marcos Pérez, y en San Vicente del Caguán, con Humberto Sánchez. En esta última, el uribismo derrotó al candidato de las zonas de reserva campesina, Javier Soto, con las implicaciones que eso tendrá para la probable circunscripción de paz que llegará con los acuerdos de paz.
|
Antanas Mockus
|
Óscar Iván Zuluaga
|
El exalcalde de Bogotá regresó a la política después de su apoyo del año pasado a Juan Manuel Santos protagonizando una de las adhesiones más cruciales de la campaña.
Antanas se alió con Peñalosa, aun en contra de sus más fieles seguidores, a pocos días del día de elecciones, y envió un poderoso mensaje de unión entre dos de los alcaldes mejor recordados de la ciudad.
La dupla Peñalosa-Mockus reforzó el mensaje de regreso a las políticas urbanas de los años 90s, pilar fundamental del mensaje peñalosista.
En la nueva administración Peñalosa, Adriana Córdoba, la actual Veedora Distrital y esposa de Mockus, tiene una posibilidad de jugar de protagonista dado que los demás mockusianos de vieja data renegaron públicamente de su líder y se fueron a las toldas pardistas.
También logró sacar elegido a su concejal, Jorge Torres.
|
El ex candidato presidencial del uribismo, se desinfló en estas eleccioens.
Como contó La Silla, Zuluaga -como director del Centro Democrático- se dedicó a organizar las estructuras del partido, para que en el futuro no tenga que depender exclusivamente del caudillismo de su líder natural. Sin embargo,el Centro Democrático perdió sus principales apuestas en el país.
En Antioquia, quizá su apuesta más grande porque es la casa de Uribe, el partido fue derrotado en la gobernación y en la alcaldía de Medellín. Aunque fue el más votado en el Concejo de Medellín, en la asamblea de Antioquia y, en promedio, en las JAL del departamento, en ninguno de los tres obtuvo más del 20 por ciento de los votos.
En los municipios antioqueños, en promedio, obtuvo una votación similar a la de los liberales y los conservadores y de momento aparece en tercer lugar. Por mil votos perdió la alcaldía de Bello. Y, con un tercer lugar, también la alcaldía de Manizales. Allí, la ex senadora Adriana Gutiérrez, que fue su heredera en el Congreso y dirigió su campaña presidencial en Caldas, terminó tercera a la alcaldía de Manizales pese a partir como la gran favorita.
El Centro Democrático solo ganó una gobernación, la de Casanare. Y ninguna de las 20 ciudades más grandes. Ganó dos alcaldías capitales (Florencia y Leticia) y algunas medianas como Rionegro y Sabaneta, en Antioquia, donde ganó otras 14.
Aunque Maurice Armitage ganó en Cali y Rodolfo Hernández en Bucaramanga, ambos con el apoyo de Uribe, ninguno de sus triunfos se le puede atribuir al Centro Democrático. Ganó Tolima en coalición.
En conclusión para las presidenciales del 2018, Óscar Iván o quien sea el próximo candidato del uribismo seguirá dependiendo de la fuerza del ex presidente.
|
Marta Lucía Ramírez
|
Alonso Salazar, Angelino Garzón y Clara López
|
La excandidata presidencial gana con la victoria de Enrique Peñalosa ya que fue de las primeras líderes nacionales en respaldarlo públicamente. Junto al representante David Barguil, la dirigente conservadora dio un impulso a la aspiración peñalosista en la mitad de la campaña cuando el nuevo alcalde bogotano estaba urgido de mostrar apoyos. Marta Lucía ratificó el buen resultado que obtuvo en Bogotá en las presidenciales y con la entrante administración Peñalosa se le abre un espacio a su tendencia azul para fortalecerse hacia 2018. Además, le apostó a Sigifredo Salazar quien ganó la gobernación de Risaralda y a Óscar Barreto, quien está ganando por un pequeño margen la del Tolima.
También ganó dos intangibles: demostró su carácter e independencia al abrirse de Álvaro Uribe en sitios clave como Bogotá y Antioquia; y una nueva habilidad política al jugar de celestina con el uribismo en varias zonas y ganar en Risaralda, Tolima, Floridablanca y Bogotá y Quindio. Perdió en Boyacá y Antioquia, pero jugando con los candidatos de opinión. Sin tener ningún cargo oficial, Ramírez se mantuvo vigente en esta campaña y esa recordación es un activo clave para las presidenciales del 2018, donde espera ser protagonista.
|
Los tres candidatos fueron durante un buen tramo de la campaña los candidatos a vencer, y sin embargo, quedaron rezagados y lejos incluso del segundo.
Salazar, el ex alcalde fajardista de Medellín, quedó de cuarto y con solo el 5 por ciento de la votación. Tiene que agradecer que Federico Gutiérrez ganó la alcaldía. Si hubiera ganado el uribista Juan Carlos Vélez, como lo pronosticaban la mayoría de encuestas, habría quedado como el gran culpable de la derrota del fajardismo.
Angelino, después de la telenovela de su lanzamiento a la Alcaldía de Cali, en la que deshojó margaritas durante meses entre Bogotá y Cali, quedó doblado por un primíparo en la política como Maurice Armitage. No logró asegurar el apoyo del ex presidente Uribe; su aliada Dilian Francisca Toro le jugó doble dejando que su mano derecha Clara Luz Roldán pusiera su estructura a favor de Armitage; y tuvo que tragarse el orgullo y aceptar la gestión de su ex rival Roy Barreras para conseguir el aval de la U. Con esto, Garzón pasó de ser un presidenciable a terminar su vida política con una figuración deslucida en su tierra.
Y Clara López, pasó de barrer en las encuestas a enterrar la era de la izquierda en Bogotá.
|
Invamer Gallup
|
Cifras y Conceptos, Ipsos y Datexco
|
La encuestadora antioqueña fue la más acertada (o por lo menos la menos descachada): en Medellín fue la única que no puso a Juan Carlos Vélez como ganador imbatible y mostró el empate técnico con Federico Gutiérrez, además de la tendencia ascendente de éste; en Cali mostró el ascenso de Armitage y fue la que le puso mayor intención de voto (el 31 por ciento); y en Bogotá acertó casi en todos los porcentajes y en el orden, mostrando a peñalosa ganador, a Pardo pisándole los talones, a Clara con 20 por ciento y a Pacho con 13.
|
Las encuestadoras terminaron muy mal: ninguna vio venir la victoria de Rodolfo Hernández en Bucaramanga y solo Invamer Gallup previó que Federico Gutiérrez estaba cerca de Juan Carlos Vélez en Medellín.
Ipsos, la que menos mal le fue, acertó en 2 de las 6 ciudades donde tuvo encuestas, incluyendo Barranquilla (donde era tan claro el resultado que nadie se podía descachar). Y en Bogotá, la otra donde les fue bien, hace una semana había dejado a Pardo con 9 puntos menos, y lo subieron en apenas cinco días, algo estadísticamente muy sorpresivo. Sin embargo, esa derrota fue menor porque sus últimas encuestas salieron dos semanas antes de las elecciones.
Datexco, el viernes pasado, tenía en Medellín a Juan Carlos Vélez con 33,3%, sacándole 12,5 puntos a Federico Gutiérrez; en Cali ponía a Armitage con el 31,2% pero tenía a Angelino de segundo y a Chontico de tercero con 6 puntos menos; y en Bogotá tenía a Peñalosa ganándole a Pardo por 12,6% (la diferencia fue de 4,6%) pues puso a todos menos a Peñalosa con porcentajes notoriamente menores a los que sacaron(sobre todo al liberal, que tenía 7,2% menos de lo que sacó).
Y Cifras y Conceptos fue la mayor derrotada en esta contienda. La firma de César Caballero (bloguer de La Silla) puso a ‘Chontico’ Ortiz ganando tranquilo en Cali y a Angelino de segundo, a 7 puntos de él y 17 de su resultado final; en Medellín tenía a Juan Carlos Vélez con el 53 por ciento de los votos (sacó el 34,32%) y a Federico Gutiérrez, que ganó con el 35, con apenas el 11. Solo en Bogotá no se descachó tanto, pues los resultados quedaron dentro de sus intervalos de confianza
|
Daniel Raisbeck
|
Los Aguilar
|
Con poco más de 20 mil votos y el 0,75 por ciento de los votos a la alcaldía de Bogotá, es difícil quedar como ganador. Pero el aspirante libertario logró mantener una campaña atractiva en las redes, que atrajo cubrimiento mediático y que caló entre los jóvenes. En competencia con cuatro candidatos de mucha más experiencia, dinero, maquinaria política y reconocimiento, Raisbeck mostró un uso inteligente de los nuevos medios y dejó una positiva impresión en los debates donde respondió de tú a tú. La campaña libertaria sembró las semillas de un futuro movimiento en el más difícil de los escenarios: la contienda por la alcaldía de Bogotá. Aunque incurrió en una gran contradicción conceptual: parte de su campaña fue criticar a los medios por no invitarlo a los debates, contrariando la esencia de su propuesta que es que cada persona o entidad privada puede tomar cualquier decisión porque el mercado se encarga de que racionalmente prime la mejor para la sociedad como un todo.
|
El Clan de los Aguilar llegó dividido a esta contienda y aunque sumados el candidato avalado por el coronel Hugo Aguilar (Carlos Fernando Sánchez) y su hijo Richard (Holguer Díaz) sacaron más votos que el ganador, perdieron el poder en Santander. Y también perdieron en Bucaramanga, donde estaban respaldando al concejal de La U Jhan Carlos Alvernia.
|
Alex Char
|
El Partido Conservador
|
Álex Char es uno de los grandes ganadores de esta contienda no tanto por conservar la Alcaldía de Barranquilla, donde arrasó como se pronosticaba, sino porque su estrategia de expansión en el Caribe dio sus frutos.
Como contó La Silla Caribe, Char fue el brazo político del vargasllerismo en estas regionales para sellar alianzas en todo el Caribe alrededor de candidatos fuertes y fue el delegado por Cambio Radical para decidir los avales en toda la región.
Al final, fuera de su alcaldía, Char puede cobrar el triunfo del liberal Eduardo Verano a la Gobernación pues como él mismo decía ‘se echó ese muerto al hombro’; ganó con moñona en la Guajira con Oneida Pinto a la Gobernación y Fabio Velásquez en Riohacha; ganó en Soledad, que es la segunda ciudad del Atlántico y la ‘caja’ donde se cuadran los votos; ganó con Franco Ovalle en Cesar y Tuto Uhía en Valledupar; con Rosa Cotes en Magdalena; derrotó a Yahir Acuña en Sucre con Edgar Martínez. La única apuesta que perdió fue en Córdoba, donde entró a pescar en río revuelto, pero aún así a su candidato Carlos Gómez le fue bien. En todos estos sitios, Char no solo avaló a los candidatos sino que en a varios de ellos también les dio plata.
Como ha contado La Silla Caribe, en la Barranquilla política dicen que con ese nuevo capital, Char podría aspirar a ser la fórmula vicepresidencial de Vargas en 2018 o esperar y consolidar unas aspiraciones presidenciales en 2022.
|
El tradicional partido perdió mucha fuerza: de tener la gobernación del Valle (el tercer departamento más poblado del país) y la de Putumayo, pasó a tener solo las de Risaralda y Tolima. Entre las 20 ciudades más grandes tenían a Cali (la tercera ciudad del país), Montería y Bello; mantuvieron las últimas pero perdieron la primera.
Pero, sobre todo, en varios lugares donde tiene fuerza electoral y arraigo tradicional, ni siquiera tuvo candidatos: en el Valle, con alcalde y gobernador, no tuvieron candidato a la Gobernación y a la Alcaldía el suyo quedó de quinto; en Antioquia, el poder de varios caciques terminó impidiendo que tuvieran candidato propio, al imponer a la desconocida Eva Inés Sánchez en su convención para terminar adhiriendo a Luis Pérez, el candidato liberal; en Boyacá, terminaron desmontando la candidatura de Juan Córdoba y con el partido dividido.
|
Federico Gutiérrez, Maurice Armitage y Rodolfo Hernández
|
Sergio Fajardo
|
En tres de las cinco grandes ciudades ganaron sendos quijotes, que hicieron campaña sin maquinarias y con una dosis importante de creatividad.
En Medellín, Federico Gutiérrez no era un novato (fue concejal y candidato a la alcaldía por La U en 2011) pero decidió lanzarse sin contar con los partidos nos las estructuras políticas. recogió firmas, armó una lista al concejo con un claro sabor ciudadano y una gran mayoría de jóvenes, se dedicó a hacer campaña repartiendo volantes en caminatas por barrios de la ciudad. aunque es cercano al fajardismo y al uribismo, se enfrentó con candidatos de esas dos vertientes. Y ganó.
En Cali, el ascenso fulgurante del empresario filántropo Maurice Armitage y su victoria por 13 puntos porcentuales sobre los dos rivales con los que teóricamente estaba en un empate técnico, fueron el gran palo demostraron que la ‘anti política’ unida con la maquinaria es una receta imbatible. Y de paso -gracias a su trayectoria como empresario que reparte las utilidades con sus empleados, a su historia como víctima de secuestro que perdonó a su secuestrador y a su presencia en La Habana como víctima- ponen a gobernar en una de las ciudades con más víctimas a una persona que puede convertirse en el ‘modelo’ para el posconflicto.
Rodolfo Hernández ganó en Bucaramanga sin partidos, caciques ni estructura política, sin lista al concejo. Aunque lo apoyaron Álvaro Uribe y Claudia López, no lo hicieron las estructuras ni del Centro Democrático ni de la Alianza Verde. Su campaña tuvo una forma fue muy peculiar: no usó sede, atendía en uno de sus dos penthouses, no tuvo vallas ni pregoneros, aunque sí publicidad en medios, sobre todo en Vanguardia Liberal. Además, se lanzó con el movimiento del muy peculiar nombre “Lógica, ética y estética”. Al final ganó porque sumó todo el voto de opinión mientras que el concejal de La U Jhan Carlos Alvernia y el liberal Carlos Ibáñez se partieron el voto de maquinaria. y porque en las últimas dos semanas repartió 40 mil cartas notariadas comprometiéndose a una política para hacer 20 mil viviendas, y que un cada joven de cada familia beneficiada por la vivienda tendría un empleo de medio tiempo.
|
El gobernador de Antioquia perdió su gran apuesta por poner un sucesor en la Gobernación, y con tunda: Federico Restrepo, su candidato, quedó de tercero, sacó menos de una quinta parte de los votos y solo ganó en un municipio, San José de la Montaña.
Además, quien ganó fue Luis Pérez, su archienemigo, lo que se convierte en una amenaza enorme para el futuro de Fajardo: cualquier irregularidad o error que haya cometido, seguramente será revelada con amplificador por Pérez y transmitida a los órganos de control. Y eso será una espada de Damocles encima de la cabeza de un aspirante presidencial.
Y aunque su pupilo Federico Gutiérrez ganó la alcaldía de Medellín, lo hizo en parte a pesar de Fajardo: aunque empezó siendo su ficha a la alcaldía, tras el lanzamiento del ex alcalde Alonso Salazar, el gobernador le dio el guiño a éste. Y aunque volvió a moverse hacia Gutiérrez en las últimas semanas, éste mantuvo su campaña vigente y andando cuando la cúpula del fajardismo se movió hacia Salazar.
|
La Registraduría
|
Yahir Acuña
|
La Registraduría en una hora y media tenía los resultados definitivos en Bogotá y en varias otras ciudades. Y ya por la noche estaban definidos los grandes cargos del país, incluyendo los concejos. Su único lunar fue su decisión de entregarle a los canales de televisión los resultados antes que publicarlos en su propia página, pero en líneas generales la página fue muy informativa, gráficos claros y pasó el exámen con creces.
|
El cacique emergente de Sucre perdió por punta y punta, pese a ser el favorito e incluso fue retenido por la Policía dos días antes de las elecciones por cargar 300 millones de pesos en efectivo. Su gran apuesta era la Gobernación, al punto que renunció a su curul en el Congreso para aspirar y al final terminó lanzando a su esposa Milene Jarava, pero perdieron por 20 mil votos con el ex gobernador Edgar Martínez de Cambio Radical. Además, su candidato Carlos Vergara perdió con el liberal Jacobo Quessep, respaldado por el grupo político rival del senador rojo Mario Fernández.
|
Los verdes
|
Yopal
|
La Alianza Verde, que solamente gobernaba en Cúcuta, fue el partido que más aumentó su caudal electoral (aparte de Cambio Radical de Vargas Lleras y los Char). Queda con tres gobernaciones, una cifra más grande que la del Centro Democrático y el conservatismo: ganaron en Boyacá con su ex representante Carlos Andrés Amaya, en Nariño con su ex senador Camilo Romero y en Putumayo en la diputada Sorrel Aroca. Y conquistaron una alcaldía capital: Neiva, de la mano del médico Rodrigo Lara Sánchez.
|
La capital del Casanare terminó con la deshonra de haber elegido a un político que está en estos momentos detenido: Jhon Jairo Torres, capturado esta semana por la Fiscalía y actualmente recluido en La Modelo, ganó las elecciones en Yopal casi doblando a su más inmediato rival. Torres, que está acusado de lesiones personales, fraude a resolución judicial y urbanización ilegal (por la ciudadela La Bendición, que precisamente le da el nombre al movimiento político con el que recogió firmas), podría terminar gobernando desde la cárcel, ya que hasta que no haya una condena habría un encargado designado por su partido mientras él siga preso.
|