Los líderes de los paros no lograron movilizar los votos

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Tras un año de lleno de paros, muchas de sus cabezas más visibles saltaron de la calle al tarjetón. Al final, solo dos de ellos -Alberto Castilla, el líder campesino del Catatumbo, y el líder indígena Jesús Javier Chávez- llegaron al Congreso y quedó claro que los movimientos sociales no respaldaron a sus líderes en las urnas.

Tras un año de lleno de paros, muchas de sus cabezas más visibles saltaron de la calle al tarjetón. Al final, solo dos de ellos -Alberto Castilla, el líder campesino del Catatumbo, y el líder indígena Jesús Javier Chávez- llegaron al Congreso y quedó claro que los movimientos sociales no respaldaron a sus líderes en las urnas.

Hace dos meses La Silla identificó a 32 cabezas de los paros en las listas de todos los partidos (aunque sobre todo en las del Polo), desde líderes cafeteros hasta pequeños mineros, de los camioneros a los estudiantes. Al final, todos juntos no sumaron sino 75 mil votos al Senado y 88 mil a la Cámara.

Así les fue a los candidatos de los paros:

El líder del Catatumbo

Senador y palo electoral

Alberto Castilla fue el único de los líderes del paro en el Catatumbo -el que abrió la temporada de paros el año pasado- en lanzarse al ruedo y terminó siendo uno de los palos de las elecciones, sacando 22 mil votos y quedándose con una de las cinco curules del Polo en el Senado.

De hecho, ayudó a que la lista del Polo fuera la más votada en cuatro municipios del Catatumbo (Teorema, El Tarra, San Calixto y Hacarí) y sumó 5 mil votos en esa región en Norte de Santander, uno de los pocos casos en que un líder de los paros sumó muchos votos en la zona de influencia. Y de paso, le ganó a varios políticos más experimentados de izquierda como Alba Luz Pinilla y Tarsicio Mora.

Los camioneros

No salieron a votar por sus líderes gremiales

Los camioneros, un gremio que sacó a 50 mil personas a las calles hace un año, fueron los que menos respaldaron a sus líderes.

Pedro Aguilar, el presidente de la Asociación de Camioneros de Colombia (ACC) y líderes del paro camionero en el Valle, sólo sacó 4500 votos en la lista de La U al Senado. Curiosamente, sacó 3 mil votos menos que hace cuatro años, cuando también se lanzó con el mismo partido.

A Jorge Ignacio García, que preside la Confederación Colombiana de Transportadores y que anteriormente dirigió la ACC, le fue peor en la lista verde: solo 2 mil votos.

 

Los cafeteros

Sin curul, pero con muchos votos

No lograron ninguna curul, pero fueron uno de los grupos a los que mejor les fue.

Orlando Beltrán, la cabeza del Comité Cafetero del Huila -que actuaba de manera separada a Dignidad Cafetera- y uno de los líderes claves del paro en el sur del país, sacó 22 mil votos y se quedó por fuera de la Cámara por muy poco. En Huila se repartieron las cuatro curules y la de su lista Por un Huila Mejor, una alianza de liberales y verdes impulsada por el senador Rodrigo Villalba, se la quedó Flora Perdomo (que sacó 3 mil votos más). En todo caso Beltrán, que ya fue congresista, tenía mucha más cancha política que sus rivales.

A Óscar Gutiérrez, uno de los líderes de Dignidad Cafetera y muy cercano al senador Jorge Robledo (de hecho, el que el Gobierno acusó de instigar la violencia), le fue bien pero quedó lejos de una de las curules en Caldas. Sacó 6 mil votos al frente de una de las listas del Polo más volcada hacia los movimientos sociales, insuficientes para quedarse con una de las cuatro curules.

A los otros líderes cafeteros les fue menos bien: Alonso Osorio sacó 6 mil votos en el Caquetá y el tolimense Freddy Mosquera sólo sacó 1600 votos al Senado.

Los indígenas

Una curul y más de 20 mil votos

A los líderes indígenas que lideraron las movilizaciones indígenas en el suroccidente al tiempo que el paro agrario sí les funcionó el protagonismo el año pasado, aunque de todos modos ya eran figuras reconocidas en sus comunidades y en las organizaciones indígenas.

Jesús Javier Chávez, el ex sacerdote católico conocido como el ‘padre Chucho’ que hasta mediados de este año fue el consejero mayor del Consejo Regional Indígena del Cauca (Cric) y que reúne a 250 mil indígenas de ocho pueblos del sur del país, fue el más votado de los candidatos indígenas al Senado. Chávez, que lideró los paros en el Cauca, sacó 16.600 votos y está a punto de quedarse con una de las dos curules indígenas en el Senado, aunque le lleva 600 votos a su copartidario Luis Evelis Andrade, el líder embera que viene de liderar la Onic.

Y el líder inga Hernando Chindoy -que lideró los paros en Nariño y también uno de los procesos más exitosos de erradicación voluntaria de cultivos ilícitos en el país- sacó 9 mil votos en la lista de la ASI, quedando segundo detrás del actual senador Marco Avirama (que se queda con la otra curul).

 

Las Dignidades de clima frío

Mucho ruido, pocos votos

A las Dignidades de clima frío, que lideró César Pachón y que fueron los motores del paro nacional agrario el año pasado, tampoco les fue muy bien.

Plinio Hernández, que fue uno de los líderes más visibles en Boyacá y uno de los que firmó el acuerdo de compra de papa con el ministro Rubén Darío Lizarralde, logró que las listas del Polo fueran las más votadas en tres municipios boyacenses -Soracá, Tutazá y su pueblo natal de Siachoque- pero sus 4 mil votos no le alcanzaron para una curul en el Senado.

Walter Benavides, cabeza de Dignidad papera en Boyacá, sacó 2700 mil votos a la Cámara y Luis Alfonso Calderón, que lideró el paro de productores lecheros en el nororiente de Cundinamarca, solo sacó 300 votos al Senado.

Los pequeños mineros

Borrados de las urnas

Pese a ser un gremio de unas 250 mil personas, los pequeños mineros fueron los que peores resultados obtuvieron en las urnas.

Luz Stella Ramírez, una de las cabezas más visibles del paro y directora de Conalminercol a nivel nacional, solo sacó mil votos en la lista del Polo al Senado.

Ariel Quinto, el líder de los mineros chocoanos y presidente de Fedemichocó, sacó 4 mil votos en la lista conservadora a la Cámara y quedó lejos de la curul que sacó su partido, sobre todo teniendo en cuenta que la minería es la primera actividad económica del Chocó.

Además, Germán Suárez -líder de los 4500 mineros tradicionales de carbón de Boyacá- sacó 3 mil votos. Rubén Darío Gómez, líder los mineros de carbón en la Cuenca de Sinifaná del suroeste antioqueño, sacó mil votos. Y Jhon Fredy Muñoz, líder minero de Marmato, sumó 1200 en Caldas.

 

Los estudiantes

Mojaron prensa, pero no votos

Pese a ser uno de los súper poderosos de la movilización social y haberse convertido en una presencia permanente en los últimos años, a ninguno de los líderes estudiantiles de la Mane -casi todos en las listas del Polo- le alcanzó para llegar al Congreso.

Sergio Fernández, uno de sus voceros más conocidos y que hizo campaña con Jorge Robledo, sacó 6 mil votos y la cuarta mayor votación del Polo en Bogotá (más que políticos tradicionales como Lilia Avella), pero quedó lejos de una curul. Víctor Correa, al mismo tiempo líder de la Mane y cafetero, sacó 5500 votos en Antioquia y ayudó a impulsar la lista que muy posiblemente sacará una curul con Rodrigo Saldarriaga.

A los otros les fue menos bien: Ricardo Eslava sacó 4500 votos en Santander y César Collazos 1400 en el Valle.

Los campesinos de la MIA

Les fue mal, igual que a la UP

A los líderes de la Mesa Agropecuaria y Popular de Interlocución y Acuerdo (MIA), que agrupa a muchas coordinadoras campesinas sobre todo de climas cálidos y que fue otro de los actores claves en los paros agrarios, tampoco les fue bien. La mayoría de candidatos de la MIA, que es cercana a Marcha Patriótica y cuyo vocero era Andrés Gil, iban en listas de la Unión Patriótica.

Al único que le fue bien fue a Óscar Salazar, que sacó 9 mil votos en el Cauca. Aunque eso no les alcanzó para una curul, este líder campesino de La Vega -que estuvo en varias de las negociaciones con el vice Angelino Garzón- sigue siendo uno de los voceros nacionales de la MIA y ha estado activo esta semana con la Cumbre nacional agraria.

A los otros candidatos les fue mal. Rosmery Londoño, la líder de Coordossac en Caquetá, sacó 1500 votos. Nelson Viloria, líder sindical campesino de Cundinamarca, sacó 2 mil votos. Y Aidée Moreno, líder del sindicato agrario Fensuagro (que forma parte de la MIA), sacó 500 votos.

 
 
 

Los otros líderes campesinos

Mejor en Cámara que en Senado

Finalmente están los líderes campesinos que participaron en los paros agrarios pero que no encajan en alguno de los grupos más organizados como la MIA o las Dignidades de clima frío, que negociaron siempre con el Gobierno por su lado.

Ómar Avecedo, líder cacaotero santandereano y coordinador de la Mesa Nacional Cacaotera, fue al que mejor le fue. Sacó 10,500 votos a la Cámara en Santander y en su pueblo natal de San Vicente de Chucurí arrasó, sacando 4200 votos y casi la mitad de todos los depositados en el municipio.

En cambio, su colega José Isauro Román -líder cacaotero del sur de Bolívar y líder de sustitución de cultivos ilícitos con el Programa Desarrollo y Paz del Magdalena Medio del padre jesuita Francisco de Roux- solo sacó mil votos en la lista polista al Senado.

E Iván Rodríguez, el exportador de cítricos que también lideró el paro agrario en Santander, sacó 2 mil votos en esa misma lista.

Los ingenieros

Con votos pero sin chances

Los ‘ingenieros indignados’, que protestaron en julio pasado porque -según ellos- el 90 por ciento de los pliegos licitatorios en el país están amañados, tuvieron tan poco eco en las urnas como en los paros.

Aún así sus votaciones no fueron malas, probablemente más porque sus líderes son políticos de trayectoria y no solo 'indignados'.

Carlos Alberto Crosthwaite, el ex diputado risaraldense y veterano funcionario público cercano al senador Jorge Robledo, sacó 4 mil votos.

Y Diego Otero Prada, el veterano economista y académico santandereano que fue viceministro de Minas y gerente del Instituto Colombiano de Energía Eléctrica, sacó 6 mil votos.

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