Los ‘purasangre’ quemados, otra consecuencia de la lista abierta de Uribe

Silla Pacífico

Mientras el senador José Obdulio Gaviria tiene altas chances de meterse entre los 19 congresistas del uribismo, otros 'pura sangre' como el coronel (r) Alfonso Plazas y la twittera Claudia Bustamante no lograron arañar un puesto.

Mientras el ideólogo uribista José Obdulio Gaviria espera hasta último momento ganar la curul, otros con maquinaria alcanzaron a entrar, tal y como ocurrió con el exalcalde de Buga Jhon Harold Suárez.

El ideólogo de cabecera del uribismo, José Obdulio Gaviria, tendrá que esperar hasta el final del escrutinio nacional del Consejo Nacional Electoral, que arranca la próxima semana, para confirmar definitivamente si se queda con la curul 19 del Centro Democrático.

 

Aunque ya él dio como un hecho que se reeligió, según le dijeron a La Silla Vacía dos fuentes del Consejo Nacional Electoral, solo hasta que tengan la información de los formularios E14 y el escrutinio nacional, incluido el especial pedido para cuatro departamentos (Valle, Meta, Vichada y Córdoba), entregarán credenciales a los senadores electos. Y como su curul depende de menos de mil votos sigue la duda.

Que su curul dependa de los escrutinios finales y lleve dos semanas buscando votos en varios departamentos, muestra una de las consecuencias de que el partido de Álvaro Uribe abriera su lista: sus ideólogos de antaño se quedaron por fuera mientras llegaron figuras regionales con apoyo de grandes maquinarias o estructuras propias.

Y éstas a su vez salieron beneficiadas por la amplia votación de Uribe (más de 800 mil votos) y la del logo (522 mil votos), algo similar -pero en mayor medida- a lo que ocurrió en los Verdes con Antanas Mockus, cuya votación de más de medio millón apalancó cinco curules más, o en el Polo que la votación de Jorge Robledo permitió que el Partido mantuviera el umbral y sus cinco curules.

Voto a voto

José Obdulio pelea voto a voto su puesto. Las cuentas que tiene para obtener la curul llegaron el viernes pasado, según nos dijeron por aparte, dos personas de su campaña, que coinciden en contarnos que en los escrutinios internacionales encontraron 1.500 votos para el actual Senador, principalmente en Venezuela.

Así las cosas, y según esas mismas cuentas de la campaña de Gaviria, el ideólogo del Centro Democrático quedaría con la curul 18 con 27.500 votos y en la curul 19 estaría el exalcalde de Buga, Jhon Harold Suárez. La quemada sería la nortesantandereana Milla Romero.

Pero mientras Gaviria celebra, otros uribistas ‘pura sangre’ se quedaron sin chance.

Ese es el caso del coronel (r) Alfonso Plazas Vega (24.300 votos); el directivo uribista Sergio Araújo (22.900); el youtuber cristiano Oswaldo Ortíz (23.500) o la twittera Claudia Bustamante (8.900 votos) que creían tener su fuerte en el voto de opinión de derecha.

Más grande fue la quemada de algunos que obtuvieron curul por la lista cerrada de 2014 como Alfredo Rangel (6.916); Everth Bustamante (13.800) o Daniel Cabrales (11.900).

Este cambio se dio principalmente por la decisión que Uribe tomó a finales del año pasado de abrir su lista al Senado que permitía que cada uno de los 60 candidatos al Senado peleara por su puesto y no quedar apalancados solo con la figura del expresidente, como ocurrió hace cuatro años.

Un cambio con el que muchos de sus aliados, incluyendo Gaviria, no estuvieron de acuerdo.

”En política nada es de uno”

María del Rosario Guerra, senadora uribista

“Si usted divide la masa de candidatos, si los pone a trabajar dispersos y a gastar como endemoniados, pierde su ventaja que es la unidad alrededor de un líder, una doctrina y una plataforma política”, dijo Gaviria a inicios de semana al portal de nicho uribista Los Irreverentes, al cantar su victoria en los escrutinios.

Al igual que en 2014, los candidatos fueron elegidos por Uribe y una de sus aliadas más cercanas, María del Rosario Guerra, quien repitió curul con 28 mil votos y que nos dijo que aunque no estuvo de acuerdo con abrir la lista, tocaba trabajar con lo que había.

“En política nada es de uno, todo hay que ganarlo. La lista abierta lo que exige es que hay que trabajar los votos y hay personas que trabajaron y asumirán el Congreso con la misma dedicación”, nos dijo.

De hecho, algunos que sí quedaron, no tienen el problema de Gaviria y cuentan con menos experiencia, como el repitente Ernesto Macías quien obtuvo la mayoría de su votación en el Huila (24 mil de sus 36 mil votos fueron allá), siguen insistiendo en el daño de la lista abierta.

“Yo creo que hubiese sido mejor la lista cerrada como siempre lo sostuvimos, porque hubo algunos que utilizaron la vieja política para conseguir votos. Muy pocos”, nos dijo.

Los de la maquinaria

El principal ejemplo del efecto del cambio de las listas fue que llegaron a obtener curul maquinarias aceitadas regionales, e incluso de nuevos uribistas, como ocurrió en Casanare, Valle y Antioquia.

”Se perdió la ventaja alrededor de un líder”

José Obdulio Gaviria, senador uribista

El caso más visible es el de la médica Amanda Rocío González, quien nunca se había lanzado a la política y alcanzó 53 mil votos, convirtiéndose en la tercera votación nacional.

González es prima del Gobernador del Casanare, el único que tiene el Centro Democrático, y esposa del director de planeación del departamento, donde ganó en todos los municipios por encima de Uribe (solo en uno ganó el liberalismo).

Esas relaciones le dieron la ventaja teniendo en cuenta que es una primípara en la política y su experiencia en lo público se limita a haber tenido cargos directivos en hospitales de municipios pequeños del departamento (no en Yopal).

Otro ejemplo de maquinaria es el exalcalde de Buga, John Harold Suárez, quien le ganó en el preconteo de la Registraduría a José Obdulio y hoy tendría la curul 19.

Suárez arrancó como mensajero y taxista, es licenciado de educación física y fue dos veces alcalde de Buga (por Aico y La U), ciudad donde obtuvo la mayor votación del Valle.

Logró aterrizar en el uribismo el año pasado, como contamos en La Pacífico gracias a su amigo Luis Hoyos, líder uribista del centro del Valle, su aliado político Angelino Garzón hoy uribista, y la directora del Partido en el departamento, la senadora Susana Correa.

De hecho, un dirigente uribista de la región nos dijo que dentro del Partido, Suárez no fue competencia para los candidatos de la lista (donde competía con su coterráneo Gabriel Velasco, quien tenía apoyo del sector privado y de opinión y también quedó electo) porque Suárez tenía estructura propia, apalancada por sus dos administraciones en 2003 y 2011, la mayoría de la coalición de su ciudad (9 de 17 concejales) y su ahijado político, el actual alcalde Julián Latorre.

Dentro del mismo uribismo en campaña hubo críticas en torno a que el exalcalde estuviera haciendo proselitismo con el hoy electo representante del liberalismo Álvaro Monedero, ficha del destituido gobernador Juan Carlos Abadía, a quien los uribistas del Valle no descartan que haya puesto votos para el nuevo Senador.

“Las personas que tenían familiares o tenían amigos en cargos públicos en departamentos uribistas, pues se le facilitaba más tener más votos”, nos dijo María del Rosario Guerra al explicar el fenómeno de las nuevas figuras regionales con maquinaria.

En Antioquia, región natal de José Obdulio y donde como contamos no tenía estructura y dependía enteramente de su figura y la de Uribe, le ganaron maquinarias aceitadas y con estructura regional, como la del nuevo senador Santiago Valencia -hijo del exministro de Uribe, Fabio Valencia- con 35 mil votos, o la de Paola Holguín, quien tuvo la segunda votación nacional con 58 mil votos y tras haber armado una estructura propia con concejales y diputados en Antioquia y el Eje.

Lo que viene

Para Guerra y otros dos senadores electos uribistas con los que hablamos, que queden por fuera uribistas que se autodenominaban como pura sangre no significa que los nuevos congresistas no defiendan sus intereses o haya menos uribismo.

“Esto se gana con votos. También puede que haya gente buena para los debates de control político, pero si no tiene votos cómo salimos a las urnas”, nos dijo Guerra.

Según nos dijeron Guerra y otro senador, lo más probable es que Uribe ponga en cintura a los primíparos en los debates al Congreso. “Va a estar pidiendo que salgamos a medios, que hablemos duro, que hagamos control político, que acompañemos a Iván”, nos dijo un recién electo congresista.

Además, falta por delante la segunda apuesta del uribismo para este semestre: ganar la primera vuelta presidencial con Iván Duque.

Si bien el plan es ambicioso, el uribismo arrancó con la ventaja de tener nuevos bastiones electorales en zonas donde no tenía maquinaria propia y que peleará de frente con otras estructuras más antiguas y aliadas con Germán Vargas Lleras, como la del Valle y la gobernadora Dilian Francisca Toro, donde el uribismo pasó de 2 a 4 curules.

A partir de la próxima semana se sabrá si definitivamente José Obdulio está en esa campaña, no solo como aliado del candidato Duque, sino con curul a bordo.

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