Los súper poderosos del factor Vargas Lleras

Aunque es obvio que Vargas esté en este top, lo ubicamos de número uno (cosa que no hubiésemos hecho necesariamente con Santos, que dependía más de otros que de él para ganar) por una razón de peso: su salud. Aunque el Vicepresidente retomó sus labores luego de ser operado de un meningioma benigno en su cerebro, recientemente anunció que viaja a Miami unos días a reanudar su tratamiento de radioterapia. Aunque su mensaje y el de sus cercanos es positivo, su estado de salud no deja de levantar suspicacias en el país político. En eso coincidieron nueve de nuestras 11 fuentes.

Esas suspicacias apuntan a que podría haber detalles de la salud de Vargas que no se han hecho públicos. Independientemente de que eso sea cierto o no, el solo tema puede tener efectos políticos. Por ejemplo, puede desanimar a votantes o tumbar alianzas.

Además de eso, todavía está por verse cómo lo afectará en campaña haberse quedado callado en el tema de la paz, especialmente luego de la firma de los acuerdos con las Farc cuando se espera haya un periodo de posible euforia en un sector; y haber sido el Vice de un Gobierno impopular que ha generado pesimismo, asunto por el que hasta ahora ha pasado de agache (según las encuestas) pero que le echarán en cara sus contrincantes.

El alcalde barranquillero es el brazo político con el que en las pasadas regionales el vargasllerismo ‘colonizó’ el Caribe, una región que puede definir la Presidencia. Además de eso, su millonaria familia le ha financiado campañas a Vargas. Es decir, él tiene el poder de los votos y de la plata.

Char no sólo cuenta con los más de 350 mil votos con los que se eligió en octubre pasado, sino que vía suya el proyecto vargasllerista podría tener el respaldo de los grupos de cuatro gobernaciones (Magdalena, La Guajira, Cesar -en donde el aval lo puso La U, pero el Gobernador es uno de los mejores amigos del Vice- y Sucre) y dos alcaldías capitales más (Riohacha y Valledupar).

Como casi todo ese es voto de maquinaria (de hecho, se trata en algunos casos de alianzas cuestionadas), se consideran apoyos fijos o amarrados. Sin embargo, la movida del Caribe charista también va a depender de que esos mandatarios no se metan en escándalos o líos gordos.

Por último, Char podría volverse aún más súper poderoso si, como algunos se atreven a anticipar, es escogido como la fórmula vicepresidencial de Vargas, pues la intuición política es que ese será un cupo costeño y charista. Como le tocaría renunciar a su Alcaldía, no obstante, hay quienes también dudan que eso se de. Como sea, probablemente su voz sea determinante para elegir esa carta.  

Santos marcó el primer hito del factor Vargas Lleras, al haberle dado al Vicepresidente la coordinación de los proyectos de infraestructura y desarrollo de interés nacional vía los ministerios de Vivienda y Transporte. Esa es la gasolina con la que el vargasllerismo arrancó lo que todo el mundo ve como su muy anticipada campaña presidencial.

Sin embargo, al respecto muchos sienten que “ya Santos le dio lo que le tenía que dar a Vargas y, a estas alturas, si se lo quita no tendría mucho efecto, pues ya las obras están comprometidas”, como nos dijo uno de nuestros consultados.

Aunque eso no es necesariamente cierto, efectivamente ya el Vice se graduó como el gran ejecutor de la Nación y por ese camino se ganó la primera cuota hacia la Presidencia en las pasadas regionales. Además, no se ve probable un escenario en el que Santos le quite la burocracia que maneja, debido a que le mantuvo dos ministerios a Cambio Radical en el reciente remezón ministerial.

El puesto en lo alto de este top para Santos es primero porque, pese a su impopularidad y a las críticas que le hacen en voz baja algunos en su coalición del Congreso, el primer mandatario mantiene su poder obvio de ser el jefe de la Unidad Nacional y dueño del computador de Palacio, lo que hace que su guiño para las presidenciales sea esperado y clave.

“Uno puede decir que Santos no tiene votos porque se eligió, la primera vez, con los de Uribe y, la segunda, con los antiuribe y la maquinaria. Sin embargo, en la política de nuestro país pesa demasiado ‘lo que manden en Palacio’”, nos dijo uno de los analistas políticos con los que hablamos.

La pregunta del millón ahí es, por supuesto, quién será el ungido presidencial para 2018 y si lo habrá (algunos creen que Santos podría dar espaldarazos a varios de sus amigos, como Mauricio Cárdenas o Gina Parody). Cualquiera sea la actitud que asuma el Presidente, tendrá efectos sobre el tablero político y sobre Vargas.

La segunda razón es porque la firma de la paz con las Farc que liderará no tiene ya vuelta de hoja, y esa nueva situación desencadenará un ánimo en el país que tendrá efectos en el voto de opinión de las presidenciales e incidencia en todas las campañas. 

En el caso de Vargas, aunque parecería obvio que, si la gente se pone feliz con el proceso y siente que ahora sí arrancará la paz, eso no le convendría a un candidato que nunca se pronunció sobre la negociación, muy posiblemente él trate de venderse como el 'policía' de mano firme que se necesita para garantizar que la guerrilla cumpla con su palabra.

Por supuesto, es muy temprano para anticiparlo, pero lo cierto es que tanto la firma, como la concentración de las tropas y desmovilización, tendrá un importante efecto político. 

El expresidente es considerado el líder más fuerte del Partido Liberal y, en ese sentido, podría jugar un papel clave para que se concrete o no un ‘Toconva’ (Todos contra Vargas) que se está cocinando en la colectividad roja y en el Partido de La U, y que de concretarse podría significar la aparición de un verdadero rival frente a las aspiraciones del Vice.

El senador de La U y el liberal, uno de los analistas y la persona cercana a Vargas Lleras con los que hablamos para hacer este ranking, todos por aparte, nos confirmaron que líderes en ambos partidos vienen hablando de la siguiente posibilidad para llevar un candidato único que le haga contrapeso al vargasllerismo:

Cada uno de los dos partidos hará por separado una consulta para medir a sus respectivos precandidatos presidenciales. El que saque más votos será el candidato de ambas colectividades. El partido del que quede de segundo podría escoger a la fórmula vicepresidencial.

La idea no es oficial, pero viene sonando con fuerza desde principios de año y la conocen y la apoyan congresistas de los dos lados. Incluso se ha hablado en al menos un almuerzo con la presencia de Gaviria y de su yerno, el jefe conservador David Barguil. De cómo se mueva el exprimer mandatario para convocarla podría depender esa iniciativa. Sobre todo porque La U no cuenta con una figura de su peso a la que el resto le copie.

Un candidato de La U y los liberales sería una carta fuerte en las presidenciales, porque contaría con unos 40 senadores. Sin embargo, también es cierto que en esos dos partidos hay políticos a los que no les disgusta Vargas Lleras. Incluso, tres de nuestras fuentes nos dijeron que hay varios que le están pidiendo pista.

También flotó en algún momento la idea, que fue una sugerencia del columnista y amigo de Vargas Lleras, Mauricio Vargas (según alguien muy cercano a él), de que el Vicepresidente tuviera de fórmula a Simón Gaviria, el hijo del expresidente y actual director de Planeación Nacional.  Su planteamiento es que eso sería la verdadera "reunificación liberal". La Silla no sabe si la propuesta tuvo en algún momento alguna tracción.

Como sea, cualquiera de estas dos iniciativas, sea que salga una o la otra o ninguna, podría ser determinante en el factor Vargas.

El expresidente Uribe tiene el poder de morderle votos a Vargas en la primera vuelta (con el candidato presidencial de su partido, el Centro Democrático) y de eventualmente ser su aliado más contundente para la segunda vuelta.

Lo primero,  porque parece claro que ambos se enfrentarán: nadie ve a Vargas bajándose de su candidatura por Cambio Radical para adherir a Uribe ni al exprimer mandatario dejando de llevar aspirante por apoyar al Vice. En ese escenario, como ambos son vistos como fuertes representantes de la mano dura de la derecha, podrían terminar compitiendo por un electorado similar.

Sin embargo, debido a eso mismo, casi todos nuestros consultados los ven como unos aliados naturales en la segunda vuelta.

En esa segunda etapa habría que esperar, no obstante, que no vayan a quedar ambos enfrentados.

Dos años encabezando firma de contratos para obras civiles y siendo el gran ejecutor de la Nación, han fortalecido los lazos de Vargas Lleras con el sector de los empresarios. Según la persona cercana a Vargas con la que hablamos, uno de los más cercanos e importantes para el Vice es Luis Carlos Sarmiento, el hombre más rico de Colombia. Todos pueden ser definitivos aportando recursos a la campaña vargasllerista.

Sarmiento, que se ganó dos grandes contratos para hacer las carreteras 4G y el manejo de la plata para las casas gratis del Gobierno a través de su fiduciaria Fidubogotá, proyectos ambos liderados por Vargas, tiene el plus de ser además el dueño del periódico El Tiempo.

Así no tenga un líder claro -más allá del presidente Juan Manuel Santos que va de salida- el Partido de La U está conformado por varios caciques con grueso capital electoral, entre ellos los dos senadores más votados del país después de Jorge Enrique Robledo del Polo: los cordobeses Bernardo ‘el Ñoño’ Elías y Musa Besaile. Tal y como ha pasado en las presidenciales desde que existe esta colectividad, esos votos serán definitivos para elegir Primer Mandatario, lo que sin duda afecta el proyecto Vargas.

Al menos por ahora, esa afectación sería negativa. Buena parte de esos caciques, comenzando por los llamados ‘ñoños’ de Córdoba, llevan lo que lleva este Gobierno quejándose de Vargas y de la representación burocrática que Santos II le dio. Algunos ya se enfrentaron a Cambio Radical en las pasadas regionales (como es también el caso de los ñoños). Por todo ello, parece improbable que se vayan a subir al barco vargasllerista en 2018.

Aunque, aún es muy temprano y en política uno más uno no siempre es dos. De hecho, hay senadores de La U a los que no les disgusta el Vicepresidente. Además, si Vargas es el que resulta en el bus de la victoria mucho político de este partido no se vaya a querer quedar por fuera.

El exgobernador de Antioquia, que ya prendió motores para 2018, podría ser un rival fuerte para Vargas porque marca bien en las encuestas desde ya y porque su proyecto se va a vender como la antítesis de la política tradicional de alianzas electorales cuestionadas que representa el Vicepresidente. Eso se puede leer de lo que ha venido diciendo su aliada la senadora verde Claudia López, quien ha dicho que Fajardo puede representar el cambio en Colombia.

Lo que varios de los consultados para esta historia anticipan es que el paisa se abrirá paso con una propuesta de centro, que caminará en medio de candidatos de la derecha como Vargas y el de Uribe, por un lado, y los aspirantes de la izquierda como Gustavo Petro o Jorge Enrique Robledo, por el otro.

“Podría terminar captando los votos de quienes están cansados de la corrupción y la mermelada y también de las Farc. Es decir, él fácilmente coge votos de la izquierda y de la derecha”, dijo una de las fuentes.

En términos de votación, su debilidad frente a Vargas podría estar en la falta de maquinaria y en que no es tan conocido en los sectores rurales.

El éxito o fracaso de su proyecto podría marcar también la suerte del Vice.

Bogotá es una ciudad que ha demostrado que no se deja imponer candidatos y más bien vota por quien quiere. Sin embargo, el éxito o fracaso de su Alcalde Peñalosa será determinante para el proyecto Vargas, en una de las plazas que ayudan a poner Presidente.

Si Peñalosa logra despegar en los próximos dos años y mejora su imágen, eso podrá ser usado por la campaña vargasllerista que en Bogotá liderará seguramente Carlos Fernando Galán. Pero si al mandatario le va mal, los contradictores de Vargas le cobrarán al Vice haberle dado el aval. Cualquiera de esos dos escenarios calará en el voto de opinión.

Pero como en Bogotá también hay votos de maquinaria, otro súper poder del factor Vargas en la capital es la bancada de nueve concejales (la más grande) de Cambio Radical que el año pasado sacó más de 400 mil votos en total. De lo 'aceitada' que esté esa máquina dependerá un para nada despreciable caudal de apoyos para Vargas Lleras.

Este alto tribunal es un súper poder del factor Vargas hoy porque tiene en sus manos la elección del nuevo fiscal general y entre las opciones está un amigo del Vicepresidente. Si Néstor Humberto Martínez es elegido jefe de la Fiscalía, Vargas será visto como con más poder, independientemente de que efectivamente lo vaya a tener o no por ese motivo.

Eso podría tener efecto, por ejemplo, en los apoyos a su campaña, pues es posible que a un empresario o político de región lo convenza más respaldar a un candidato con Fiscal amigo.

Además, con la captura del hacker en la pasada campaña presidencial quedaron claras las consecuencias políticas que puede generar una decisión del ente acusador. En ese sentido y por poner un ejemplo, una investigación de la Fiscalía a la mermelada que entregó el hoy ministro de Hacienda y posible candidato Mauricio Cárdenas en plena época electoral podría agitar con fuerza el ajedrez político.