Los 'zares de los licores' pusieron su ficha en el HUS

Imagen

El Hospital Universitario de Santander enfrenta una crisis financiera con una cartera que supera los $120 mil millones.

Julián Niño, quien quedó de primero en la lista de elegibles para la gerencia del Hospital Universitario de Santander, viene de ser funcionario en administraciones liberales y de una familia conocida por manejar el emporio de la distribución de licores en Santander.

 

Pese a que el Hospital Universitario de Santander está en crisis, sigue siendo la joya de la corona de la salud en el departamento. Y todo indica que quedará en manos de un  zar de los licores de Santander, cercano al gobernador Didier Tavera.

A pesar de tener una cartera que superaba los $123 mil millones a septiembre de 2015, ese hospital es el más importante de la red pública del departamento y cuenta con un holgado presupuesto que solo en 2015 ascendió a los $119 mil millones (puede comprometerlo mediante un régimen de contratación laxo), y además tiene la capacidad de contratar un abultado personal (que en época de campaña es útil para quien  lo tenga bajo su dominio político), lo que lo hace un botín apetecido para los dirigentes regionales.

Tan es así que la pelea política por ese cargo empezó en los primeros meses del año y como contó La Silla inicialmente enfrentó al grupo del senador Horacio Serpa con el del parapolítico Luis Alberto Gil (quien fue dueño y creador de la liquidada EPS Solsalud).

Aunque el pulso se mantuvo por varias semanas y el concurso para definir al nuevo gerente fue adelantado por la Universidad de Pamplona, quien se terminó quedando con el primer lugar en la lista de elegibles, según cinco fuentes políticas del departamento, es del ala directa del gobernador Didier Tavera, 

Además, tampoco le disgustaría a Horacio Serpa, quien tiene a Wilson Peña -su exsecretario de Salud y ahora asesor de Tavera- coordinando la convocatoria.

Se trata de Julián Niño Carrillo, un médico cirujano especialista en administración de servicios de salud, que ha sido funcionario en varias administraciones liberales.

En la de Serpa, fue director departamental de Salud Pública en la Gobernación de Santander. Y en la de Luis Francisco Bohórquez lo asesoró en la formulación de políticas públicas de salud en la Alcaldía de Bucaramanga.

Sin embargo, no tiene experiencia concreta en manejo de hospitales  ni  en la administración de grandes proyectos de salud en el sector público.

Por eso, además del examen que hizo, que fue casi perfecto (98 sobre100),y de sus estudios en gerencia hospitalaria, fuentes del sector creen que detrás de su nombramiento pesará mucho venir de  una familia que es dueña del emporio de la distribución de licores en el departamento y que se sabe mover en la política de Santander. 

Los zares

La historia del crecimiento de la familia Niño en la industria de los licores se remonta a 1990 con la creación de la Comercializadora Terraza Veracruz, una pequeña distribuidora ubicada en el barrio San Alonso en Bucaramanga que se constituyó con los aportes de los seis hermanos Niño Carrillo y en la que actualmente figura como dueña del 100 por ciento de las acciones Luz Amparo Carrillo.

Desde esa época hasta el 2002 no existen registros públicos de lo que pasó con las empresas de la familia Niño en la industria de los licores; es a partir de la década del 2000 que empezaron a posicionarse en el mercado.

Primero, Terraza Veracruz ganó la concesión de la distribución de la Fábrica de Licores de Cundinamarca -cuyo producto estrella es Néctar.

Luego, en 2003, pero esta vez con el Consorcio Antioqueño del Oriente - Conantioqueño, los Niño se quedaron con la distribución de la Fábrica de Licores de Antioquia.

Si bien la esencia de las concesiones de distribución de licores es la de posicionar una marca en el mercado y eso implica que entren en competencia directa con otras, los Niño tuvieron paralelamente el manejo de dos por varios años.

Según los reportes de la Superintendencia de Industria y Comercio, entre 2005 y 2010 mientras los Niño manejaban las concesiones de Cundinamarca y Antioquia, los productos de la primera se mantuvieron estáticos en 5 por ciento y los de la segunda pasaron de tener el 46 por ciento del mercado a dominar el 78 por ciento.

Ese paralelismo, que los catapultó en la primera década del 2000 a las grandes ligas de la comercialización de licores en Santander, se mantuvo hasta 2012 cuando Néctar salió de Santander y los Niño asociaron a sus dos empresas –Terrazas Veracruz y Conantioqueño- para continuar únicamente con la distribución de los productos de la fábrica de licores de Antioquia en Santander.

Con Conantioqueño, actualmente los Niño tienen el manejo de las marcas de la Fábrica de Licores de Antioquia en Santander, Norte de Santander y Casanare.

 “Ese puede ser un negocio de fácilmente $25 mil millones en ingresos anuales, de eso hay que invertir en la cadena de comercialización, pero aún así es muy rentable”, le dijo a La Silla una fuente del sector licorero.

Además de los licores, la familia incursionó también en la política.

En la política

El inicio en la política de los Niño estuvo envuelto en controversias.

En 1997 cuando hasta ahora estaban construyendo el emporio que hoy tienen en el departamento, ocuparon titulares de prensa por un escándalo que rodeó la elección del personero en Floridablanca.

En esa época, Mauricio Niño -hermano del futuro gerente del hospital- fue ternado para ocupar ese cargo; sin embargo, el día de la elección no resultó ungido y luego apareció una grabación en la que Marciana Carrillo de Niño -su mamá- le reclamaba al entonces presidente del Concejo, Rodrigo Contreras, por los $18 millones que había pagado para que su hijo se quedara con ese cargo.

Por esos hechos, Niño fue condenado a dos años de prisión, así como el entonces presidente del Concejo.

A pesar de ese precedente, según cuatro fuentes políticas de la región, los Niño se mueven en la política en Santander como peces en el agua y en época electoral financian campañas.

Cinco fuentes, una de las cuales trabaja directamente con Mauricio Niño, le dijeron a La Silla que él había sido uno de los financiadores de la campaña del ahora gobernador Tavera, aunque no aparece registrado en ‘Cuentas Claras’, el portal donde se reportan las donaciones.  Adicionalmente, dos de esas fuentes aclararon que Niño no solo le había apostado a Tavera sino que había hecho inversiones en otras campañas.

“Los Niño se mueven con todos. Aportan y cuando halla ganador reciben beneficios en especie. La llegada de Julián Niño al Hospital Universitario de Santander es el pago de un favor de campaña”, aseguró un político local.

En esa versión coincidieron dos fuentes más que se mueven dentro de la política local.

Mauricio Niño (hermano del futuro gerente del hospital) fue condenado por darle plata a concejales para que lo eligieran como contralor de Floridablanca

Sobre la procedencia política de Julián Niño, cuya esposa (Yady Ardila) fue nombrada este año en la Secretaría General de la Corporación para la Defensa de la Meseta de Bucaramanga, Cdmb, también hay otra versión. 

Una fuente aseguró que él también era del ala de Horacio Serpa debido a que trabajó en su administración como director departamental de Salud Pública, y a que una ficha suya es la que está dirigiendo el concurso.

La Silla intentó hablar con Julián Niño y con Mauricio Niño para conocer sus versiones, pero no contestaron ni las llamadas ni los mensajes dejados.

Aunque por estos días el concurso de la Universidad de Pamplona para proveer las gerencias del Hospital Universitario de Santander y de una decena de centros más del departamento está suspendido por tres tutelas de aspirantes a los que nos les permitieron presentar la prueba de conocimientos, los resultados ya están listos. Una vez se reanude se hará efectivo el nombramiento.

Compartir
0