María del Pilar Hurtado, Jorge Alberto Lagos y Fernando Tabares: sus historias antes de llegar al DAS
María del Pilar Hurtado, Jorge Alberto Lagos y Fernando Tabares, los tres funcionarios de más alto nivel cuyas cabezas han rodado por los seguimientos ilegales del DAS y que comienzan ahora a rendir sus versiones ante la Fiscalía, llegaron a la institución con Andrés Peñate. Esta es una breve reseña de sus historias antes de entrar al organismo de inteligencia.
María del Pilar Hurtado
María del Pilar Hurtado, una abogada de la Universidad de los Andes, especializada en Negociación y Relaciones Internacionales, llegó al Ministerio de Defensa en noviembre de 2003 con Jorge Alberto Uribe, quien reemplazó a Marta Lucía Ramírez.
Hurtado asumió uno de los cargos públicos más difíciles en el país. Ser secretaria general del Ministerio de Defensa implica firmar contratos multimillonarios en los que tienen intereses gente poderosa. Sin embargo, algunas personas que la conocieron en esa época dicen que tenía carácter y que no fueron pocos los contratos de militares, e incluso de sus superiores, que frenó. “Era meticulosa e impecable”, la recuerda un funcionario que trabajó con ella en el Ministerio.
Le ayudaba tener más de 15 años de trayectoria en el sector público. Había sido secretaria general y directora del Instituto Distrital para la Recreación y el Deporte (IDRD) y asesora de Andrés Camargo en el Instituto de Desarrollo Urbano (IDU), durante la administración de Enrique Peñalosa.
Precisamente fue Peñalosa quien la recomendó como asesora a Alberto Velásquez, el secretario general de la Presidencia durante el primer gobierno de Uribe. Aunque Hurtado no había estado vinculada a la campaña de Uribe sí era cercana a su mano derecha, Alicia Arango.
Cuando Hurtado era la directora del IDRD, Alicia Arango fue gerente de parques de Bogotá y asistente de la dirección de Coldeportes. Dos años después de la salida de Hurtado del IDRD, Arango ocupó ese cargo. Durante su paso por la Presidencia, María del Pilar también se hizo amiga de Lina Moreno.
Con tan buenas referencias de Palacio, salió para el Ministerio de Defensa como la persona de confianza de un ministro de la entraña del Presidente. Y cuando dejó el ministerio Jorge Alberto Uribe y entró Camilo Ospina, Hurtado conservó su cargo hasta septiembre de 2005. Seis meses después, en marzo de 2006, entró al DAS como subdirectora de Peñate y luego lo reemplazó cuando él renunció con el argumento de que el sueldo no le alcanzaba para mantener su estilo de vida.
Jorge Alberto Lagos
Cuando Andrés Peñate se lo llevó al DAS como jefe de contrainteligencia en el 2006, el capitán (r) Lagos se encontraba al final de su carrera. Rondaba los 50 años y trabajaba como asesor de inteligencia del Almirante Guillermo Barrera, Comandante de la Armada.
Como subdirector de contrainteligencia, su función era descubrir los funcionarios corruptos que tenían una “mafia enquistada” en el DAS, según el gobierno.
Lagos ya había trabajado antes durante más de diez años en el DAS, y aunque su paso por las seccionales del Meta y Bolívar no fue fácil, las dificultades en principio hablan bien de él. Como director de la seccional en el Meta, denunció que el ‘Loco Barrera’ lo iba a matar y en la seccional de Bolívar se habría enfrentado a Jimmy Nassar, representante de una multinacional fabricante de armas, asesor de Noguera y actualmente preso por vínculos con los paramilitares (ver artículo de Cambio), quien a la postre lo reemplazó cuando Lagos fue despedido en el 2000.
Lagos dejó constancia de que salía del DAS por haberse enfrentado a Jorge Noguera y a su subdirector José Miguel Narváez, un personaje muy polémico en el mundo de la inteligencia, amigo de Pedro Juan Moreno y quien salió del DAS junto con Noguera. Hoy trabaja como asesor de Fedegán.
Cuando Lagos volvió al DAS, su lucha se centró en la mafia que se enquistó en la institución durante el tiempo de Noguera y tuvo algunos logros. Sin embargo, además de los seguimientos ilegales revelados en los últimos meses y en los que él habría estado implicado, también existen versiones de que Lagos montó un negocio de polígrafos en el DAS y que cobraba entre 180 y 500 mil pesos por manipular los resultados del examen, que habría usado para sacar o dejar a los detectives que servían a sus intereses. También hay indicios de que vendía información privilegiada a grupos ilegales. Hoy rindió versión libre ante la Fiscalía.
Fernando Tabares
Fernando Tabares entró al DAS como Jefe de Inteligencia bajo la administración de Andrés Peñate.
Peñate había conocido a Tabares cuando como oficial de inteligencia en ejercicio activo de la Armada asistía a la junta de inteligencia del Ministerio de Defensa. Tabares era considerado por gente de inteligencia como un oficial promedio y algo ingenuo, pero tenía la ventaja –rara en ese mundo- de no ser un hombre ideologizado. En las juntas de inteligencia, con frecuencia invitaba a personas como José Miguel Narváez, que también trabajaba en el Ministerio de Defensa en ese momento, a superar la mentalidad paranóica de la Guerra Fría.
Según su hoja de vida, Tabares pasó por el centro de inteligencia del Caribe y del Pacífico, que está a cargo de develar las principales rutas del narcotráfico, antes de pasar a la Dirección de Inteligencia de la Armada, donde trabajó durante cuatro años. Cuando no fue llamado a hacer curso para Almirante lo mandaron como agregado naval a Chile, un puesto importante en la Armada. Cuando regresó, entró como asesor de inteligencia del viceministerio de Defensa. Y de allí lo sacó Peñate para llevarlo como jefe de inteligencia al DAS.
Versiones menos rosa sobre su llegada al DAS apuntan a que él nunca dejó de ser un hombre de la Armada y que operaciones de la infantería de Marina como la que permitió la fuga del ex ministro Fernando Araújo se hicieron con información de inteligencia del DAS que él compartió con sus antiguos jefes.
Aunque Tabares tenía una buena hoja de vida militar presentó dos pruebas de polígrafo sospechosas antes de ser admitido en el DAS. La tercera vez sí pasó, pero la prueba se la hizo Lagos, su subalterno, u otros subalternos de Lagos, según la versión en la que se crea.
Tabares declaró ante la Fiscalía que él y Lagos se reunieron en cuatro ocasiones con el secretario general de la Presidencia Bernardo Moreno y con José Obdulio Gaviria, pero Moreno ha dicho que “nunca se citaron a estos dos personajes por parte de José Obdulio o Bernardo Moreno para adelantar o darles instrucciones¨. Será tarea del Fiscal Iguarán decir quién miente.