La Corte Suprema le abre una investigación preliminar por presuntamente ser el destinatario de las nuevas chuzadas del Ejército, mientras reencaucha sus consejos comunitarios en Zoom para impulsar a su partido y al gobierno de su ahijado político.
Mientras se remueven sus grandes sombras, Uribe se dedica al populismo virtual
La apertura de una indagación preliminar en la Corte Suprema -que se suma a otras investigaciones- por supuestamente haber sido el destinatario de perfilamientos del Ejército a periodistas, ONG y políticos, le removió esta semana a Álvaro Uribe una de las grandes sombras que se ciernen sobre su figura: la del delito de las chuzadas cometidas en su mandato.
El nuevo aguacero coge al Expresidente en momentos en los que está dedicado a una suerte de reencauche de sus famosos consejos comunitarios, realizados virtualmente debido a la pandemia del coronavirus, con altos funcionarios del Gobierno y una agenda de temas populares como el fútbol, el vallenato, los taxistas, periodistas comunitarios y las iglesias, que podría terminar dándole réditos a él y a su Partido más adelante.
Sobre todo teniendo en cuenta que, en algunos casos, tras esos encuentros varios sectores han encontrado alguna solución a los problemas que enfrentan por la crisis del Covid.
Entre explicaciones judiciales y consejos comunitarios
A Uribe lo puso a dar explicaciones el anuncio de la preliminar en la Corte, que se generó tras una denuncia anónima que llegó al alto tribunal.
Desde 2014 me investigan por el hacker de quien supe por el escándalo, desde enero le sumaron este anónimo, el 15 de mayo otro magistrado abre otra indagación preliminar por el mismo anónimo pic.twitter.com/ogbWj34KVH
— Álvaro Uribe Vélez (@AlvaroUribeVel) June 3, 2020
Por esas mismas horas, el pasado martes, le revivieron una entrevista de 2012 en la que el mercenario israelí Yair Klein lo señala con la financiación del entrenamiento a los paramilitares.
“Me tocó salirme de la pandemia por esto”, le dijo ayer el Senador a Blu Radio y lo mismo repitió en entrevistas con Caracol Radio y por twitter.
Con salirse “de la pandemia” se refiere a la agenda que continuó ese día con una reunión virtual con transportadores municipales, que piden ayuda para reactivar los recorridos entre municipios.
Uribe llama a esos encuentros ‘correo social’ y, básicamente, se trata de reuniones virtuales de gruesa asistencia que transmite por Facebook y a las que lleva a gremios afectados económicamente, sus 50 congresistas y altos funcionarios del Gobierno, que van desde la vicepresidenta Marta Lucía Ramírez, ministros, directores de entidades, superintendentes y hasta asesores de la Presidencia.
Los funcionarios escuchan las quejas y los gremios y miembros de su partido, el Centro Democrático, proponen soluciones al Gobierno para que las implemente.
Uribe no dirige (la palabra la va dando la directora de su colectividad, Nubia Stella Martínez), pero sí interviene dando órdenes a sus políticos y cierra al final el encuentro con unas palabras.
Es decir, es una nueva versión de sus consejos comunitarios. Ahora por la plataforma Zoom.
Y aunque en muchos otros partidos están también realizando reuniones con sectores afectados, a las que igualmente suelen ir funcionarios del Gobierno, la diferencia de estas está en la asistencia masiva, en la transmisión pública que hacen por Facebook y en la idea que genera que, de todas maneras, se trate de gestiones que hace el padrino del Presidente.
Arrancó a fines de marzo y las ha tenido con cantantes vallenatos y los equipos de fútbol (las más comentadas mediáticamente); con transportadores intermunicipales el 3 de junio; pastores cristianos el 30 de mayo; taxistas y conductores de servicio público el 27 de mayo; colombianos en el exterior el 22 de mayo; mineros el 21 de mayo; madres comunitarias el 18 de mayo; con trabajadores independientes el 13 de mayo; con artesanos el 8 de mayo; con personal de la salud el 2 de mayo; con periodistas comunitarios el 30 de abril; con el sector turismo el 23 de abril. Hoy tuvo una con arquitectos y sector constructor. Y la lista sigue.
Una agenda que recoge muchos de los temas populares que interesan y afectan hasta las emociones de muchos colombianos.
Sectores con los que mueve iniciativas que a veces son de corte paternalista y social cristiano, como las que ya había movido el año pasado cuando propuso un aumento extraordinario del salario mínimo, una reducción de la semana laboral y una prima extra para los trabajadores que ganen hasta dos salarios mínimos; o con su postura contra la ampliación del IVA a la canasta familiar en la primera reforma tributaria de Duque.
"Es un populismo light: Uribe ha sido un populista de derecha, pero como no le puede echar la culpa a Farc o los políticos de la situación del país, para mantener la esencia se mete en temas, con cuidado, económicos. Hace populismo con las propuestas económicas y pidiéndole más al Gobierno; y hace clientelismo porque le dice a los sectores que él es el intermediario, que es la palanca con el Gobierno. El Gobierno hace lo técnico y la única voz que lo contrasta es Claudia López, pero el único que está haciendo política en este país hoy es Álvaro Uribe”, nos dijo el analista político Álvaro Forero.
A su turno, el profesor emérito de Eafit, Jorge Giraldo, autor del libro ‘Populistas a la Colombiana’, ve como aspecto más importante de esta estrategia, que Uribe plantea ser el vehículo para canalizar las inconformidades del pueblo ante el Gobierno que ayudó a elegir.
“Uribe intenta, o hace un esfuerzo muy interesante, de que toda la inconformidad hacia el Gobierno del Centro Democrático la pueda canalizar él como persona. Probablemente para un proyecto electoral del Centro Democrático, y ese es un rasgo indudablemente populista. A él lo que le importa es la relación directa con el pueblo”, nos dijo.
La directora del partido, Nubia Stella Martínez, organiza una agenda de temas que les pasa a los congresistas uribistas por chat. Cada uno con sus respectivas Unidades de Trabajo Legislativo buscan asistentes entre sus bases de votantes, militantes, amigos en gremios económicos, mientras que la Dirección de la colectividad cuadra a los funcionarios del Gobierno del ahijado Iván Duque.
Y ellos van.
Aunque aclaran que no es por “correrle a Uribe”.
“Yo he ido a todas las reuniones con las bancadas del Congreso, a las sesiones de control político y a reuniones de bancadas regionales. Esta es una más”, nos dijo un Ministro que pidió no ser citado con su nombre para no ser relacionado con el uribismo.
“Nos corren no solamente por Uribe sino porque somos organizados”, nos dijo el senador Jhon Harold Suárez. De esa organización nos habló otro Ministro, en referencia a que partidos como el Conservador, el Verde y La U, también lanzan propuestas y se reúnen con los funcionarios, “pero esta gente te llega con más de 70 personas a esos encuentros y hay que escucharlos”.
”Nos corren porque somos organizados”
La mayoría de los Ministros y funcionarios agradecen la gestión en las reuniones. Solo la vicepresidenta Marta Lucía Ramírez agradeció públicamente al Centro Democrático por la reunión que tuvieron con ella y los comerciantes independientes.
Para la mayoría de gremios que están en estos encuentros, asistir a estas reuniones no es nuevo. Algunos, sobre todo los de comercio, ya están acostumbrados a hablar casi diariamente con ministros y políticos de partidos para mover beneficios.
Así nos dijeron, por aparte, Camilo Ospina de Asobares; Enrique Gómez de la asociación de restaurantes; y Hugo Ospina, de los taxistas bogotanos.
De hecho, por eso también sienten que los funcionarios asisten más allá de que se trate de Uribe. “Esos espacios sirven para visibilizar la problemática. Entonces se entiende y se visibiliza y se hacen unas solicitudes que necesitan diferentes promotores, uno de ellos es el Centro Democrático”, nos dijo Ospina de Asobares.
Así mismo nos dijeron cuatro altos funcionarios del Gobierno que han ido a esos encuentros.
Las reuniones fácilmente pasan de las dos horas. La directora Martínez lleva la batuta permitiendo las intervenciones de los representantes de los gremios y los funcionarios. Y al final, Uribe se lanza un discurso con el resumen de las propuestas que podrían enviar al Gobierno y órdenes a sus congresistas para mover proyectos de ley de esos temas.
Después de cada encuentro, la Dirección del partido les manda a los asistentes actas con las propuestas y copias de cartas a los ministerios. Y vía un grupo de whatsapp, les van diciendo qué han logrado.
Por ejemplo, al gremio de periodistas comunitarios y regionales de medios pequeños por esa vía les contaron tras su reunión que un funcionario del Banco Agrario les recibiría directamente sus solicitudes de crédito, aunque eso en específico no va dirigido a solventar la crisis del periodismo regional por falta de pauta.
Luego de la reunión con las franquicias de restaurantes, dueños de establecimientos de comida y bares, el Gobierno sacó el decreto que suspende temporalmente el cobro del impuesto al consumo del 8 por ciento, que fue algo que ellos pidieron en su cita con Uribe.
En el MinComercio nos dijeron que esa medida no salió porque Uribe lo pidió, sino porque en las reuniones que han tenido con ese sector vieron que había una petición reiterativa que el MinHacienda encontró viable.
”Las solicitudes requieren diferentes promotores”
Con otras peticiones ha habido controversia. Como la que hizo Uribe de que los músicos de vallenato (un gremio en el que el uribismo es bastante fuerte) reciban subsidios del Gobierno. Eso generó controversia en redes porque muchos entendieron que millonarios artistas, como Silvestre Dangond y Peter Manjarrés, quienes estuvieron en la reunión; recibirían esa plata. Uribe al final aclaró que su propuesta iba dirigida a los artistas de base.
O el debate que se armó en la reunión con los taxistas por un proyecto que el CD venía moviendo para regular las plataformas digitales.
En el encuentro, Hugo Ospina, empresario del gremio, fue insistente en quejarse de la iniciativa. Al final, las dos funcionarias del MinTransporte presentes no hablaron del tema, Uribe defendió el proyecto y Ospina nos dijo que le quedó la impresión de que “el Centro Democrático quiere acabar con el taxismo”.
Pero ninguna gestión, resultado de sus mini consejos comunitarios por Zoom, ha sido tan viable para que Uribe moje prensa y muestre resultados con un gremio como la que tuvo con la División Mayor del Fútbol (Dimayor) el 20 de mayo para que volviera la liga de fútbol, un asunto popular y que involucra el sentir de muchos colombianos.
Poder Redondo
Sobre el origen esa reunión encontramos dos versiones: una, que nos dijeron dos congresistas uribistas, es que el presidente de la Dimayor, el exsenador vargasllerista Jorge Enrique Vélez, estaba haciendo lobby con congresistas porque Duque no tenía previsto reactivar el fútbol y Uribe “le paró bolas”; otra, que nos dijeron dos fuentes asociadas al fútbol, es que desde la Dirección del CD llamaron a la Dimayor.
“La idea era buscar una forma de bajar el estrés en el encierro y el fútbol ayuda a eso”, nos dijo la representante antioqueña Margarita Restrepo, que estuvo atenta al tema.
De ahí, el partido contactó al MinDeporte que les mandó a la reunión virtual con Uribe a la viceministra, Lina Barrera, y también cuadraron al viceministro de Salud, Luis Moscoso, para que escuchara parte del encuentro.
Ahí fue donde Uribe propuso la popular idea de que el fútbol fuera transmitido por televisión abierta, y no por el canal privado Win, que este año comenzó a cobrar por algunos partidos. Ahí hizo eco a lo que públicamente pidió José Fernando Salazar, el dueño de Águilas de Rionegro y militante uribista.
Eso fue descartado de tajo por la Dimayor porque por esos recursos de televisión cerrada llega parte de la plata con la que se sostienen los equipos y es un entramado de negocio de unos pocos, como contamos.
Pero, más allá de eso, Uribe mojó prensa en los programas deportivos en los que normalmente no sale y que tienen amplia audiencia con periodistas que apoyan el regreso del fútbol con protocolos; y, sin buscarlo, ocasionó un cisma en la Dimayor por viejas rencillas contra Vélez.
Y sobre todo, dejó la impresión de que Uribe fue el que logró el regreso del fútbol, por encima del Ministro del Deporte, como detalla en esta nota Gabriel Meluk, editor de Deportes en El Tiempo.
Si bien Uribe no ha mostrado interés alguno por un equipo (a diferencia de Duque que es hincha del América) durante su Gobierno sí se movió para traer eventos futboleros, como el mundial Sub 20, por el que su vicepresidente Pacho Santos hizo lobby ante la Fifa.
”El fútbol alivia el estrés del encierro”
“Él sabe que el fútbol es un negocio popular de masas”, nos dijo un veterano periodista deportivo que sabe del intríngulis en la Dimayor.
Como Duque luego de la reunión de Uribe dijo que “esto no es de presiones ni de política”, algunos sectores del partido no afines con el Presidente sintieron que “fue muy desobligante” con su jefe político, como nos dijo un congresista. “Si se lo hacen a uno, la molestia sería muy grande”, nos dijo a su turno un Ministro en referencia a que Uribe interceda de esa forma en temas de su cartera.
Por todo el ruido alrededor, ese fin de semana después del encuentro con Dimayor, la bancada uribista se reunió con el ministro de Deporte, Ernesto Lucena. Allí, según tres congresistas presentes, Uribe le dijo a Lucena que apoyaban al Gobierno en lo que definieran.
Así, con resultados concretos, gestiones que no se concretan y controversias, la movida de estas reuniones uribistas son vistas dentro del uribismo como una vía para hacer campaña, en momentos en los el Gobierno, el Congreso y los políticos en general están bajo la lupa por sus acciones y, sobre todo, por los alivios que puedan brindar en la crisis.
¿Y los votos?
A los congresistas estas gestiones y exposición les sirve para allanar camino a las presidenciales y legislativas de 2022, luego de la debacle de las elecciones regionales y las diferencias con el presidente Duque al que, como contamos, culparon de los pobres resultados uribistas en esos comicios; lo que se sumó a la molestia generalizada con el Gobierno en el Paro Nacional de noviembre y al distanciamiento que ya tenían varios sectores del uribismo con la Casa de Nariño.
“La agenda política se va a convertir en ‘usted qué hizo en la crisis’. En 2022 nos van a preguntar eso y será la agenda pública de la campaña política”, nos dijo el senador Ciro Ramírez; “La gente hoy más que nunca necesita a sus dirigentes cercanos. Los políticos antes esperaban meses para hacer campaña. Pues mire, esta es la mejor forma”, agregó por su lado el senador Jhon Harold Suárez.
“El partido busca el voto de opinión. Ahora estamos donando a donde sin mirar si votaron por uno o no”, nos dijo a su turno la representante Margarita Restrepo.
Si bien entre los gremios no es claro que la gestión de la pandemia se vaya a traducir en votos al uribismo, como nos dijo Camilo Ospina de Asobares: “Esta pandemia va a pasar facturación y los ciudadanos y empresarios, todos vamos a ‘calificar el servicio’ de los partidos”.
Por eso, esta estrategia puede ser clave, sobre todo cuando es tan incierto cómo le pueda terminar de ir a Duque frenteando la crisis de la pandemia y en qué terminen los procesos judiciales que afronta Uribe por supuesta comisión de delitos.