Nueva Gallup: un país más pesimista y menos conservador

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El impacto económico desatado por la Covid es más evidente y también el golpe de los escándalos mediáticos a sus protagonistas.

Ayer salió la encuesta Gallup, que mide cada dos meses el estado de ánimo de los colombianos desde hace más de 20 años. La medición fue hecha a 1200 personas, en las cinco grandes capitales, entre el 19 y el 30 de junio de 2020.  A diferencia de la anterior, que mostraba que pese a la pandemia había un cierto optimismo en el país, en esta encuesta el pesimismo regresa a los niveles de fines de año cuando las movilizaciones masivas. El impacto económico desatado por la Covid es más evidente y también el golpe de los escándalos mediáticos a sus protagonistas. La crisis que vive Barranquilla y la baja proporción de contagios de Medellín se reflejan en las percepciones que tiene la gente de estas dos ciudades frente a sus mandatarios. Estas son nuestras doce grandes conclusiones:

1

El pesimismo volvió a los niveles de las marchas

El pesimismo de los colombianos siguió subiendo y alcanzó nuevamente los altos niveles de fines del año pasado cuando la gente salió masivamente a marchar. Solo una vez durante los ocho años de Santos alcanzó el pesimismo ese nivel, cuando la debacle de la reforma a la justicia. Son niveles de pesimismo equivalentes a la época del Caguán durante la presidencia de Andrés Pastrana. Al comienzo de la pandemia, había bajado un poco esa sensación de que todo empeoraba pero la tendencia nuevamente es negativa.

La percepción de la situación del medio ambiente, sistema de salud, seguridad, y asistencia a la niñez y la vejez, que había mejorado sustancialmente con la pandemia se ‘corrigió’ a la baja a los niveles negativos que traían.

 
2

La corrupción parece un problema peor que el coronavirus

Una de las conclusiones más sorprendentes de esta Gallup es que en plena pandemia, cuando las cifras de contagio y de muertos están en su peor momento, los colombianos consideran que la corrupción es el principal problema que tiene Colombia en este momento. Por primera vez en 15 años ocupa el primer lugar entre las preocupaciones de los encuestados y triplica la preocupación por el coronavirus. 

Hay dos lecturas para eso. Una, es que se esté manejando tan bien la pandemia que no le preocupa tanto a la gente. La otra es que la indignación con la corrupción es tan grande que supera todos los demás problemas. Lo más probable es que sea la segunda porque aumentó la gente (a 64 por ciento) que cree que lo peor de la pandemia está por venir y casi un 60 por ciento cree que es probable o muy probable que se contagie en los próximos dos meses. Y el 85 por ciento de la gente cree que la corrupción está empeorando.

 
3

Los indicadores económicos están en su peor momento pero el golpe personal aún no se siente con fuerza

 

El golpe de la covid y de la cuarentena a la economía se refleja en todos los indicadores: la economía y el desempleo reciben la peor calificación en toda la historia desde que la Gallup comenzó a medirlos en 2008 y el 41 por ciento de los encuestados tiene una imagen desfavorable del ministro de Hacienda Alberto Carrasquilla, mientras que solo el 12 lo aprueba. El 85 por ciento siente que el costo de vida también ha empeorado. El programa de Ingreso Solidario del Gobierno, que ha cubierto a 2,5 millones de hogares con dos giros mensuales de 160 mil pesos, no ha hecho mella en la percepción de que la pobreza ha empeorado, algo que sienten dos de cada tres de los encuestados.

Entre abril y junio, las personas que dicen estar desempleadas pasaron del 19 al 30 por ciento. Y entre los desempleados, el 40 por ciento dice haber perdido su empleo antes de la pandemia y el 60 por ciento durante.  

Aún con esta situación, y con una evaluación muy negativa de las tendencias económicas, el 60 por ciento de los encuestados dice sentirse satisfecho con su estándar de vida, una de las pocas tendencias positivas que refleja la encuesta. La explicación puede ser que por la cuarentena la gente está menos tentada a consumir o que la gente se compara con otros en peor situación y se siente agradecida con la vida que lleva.

 

 
4

El Presidente pierde el impulso de la pandemia

Durante la cuarentena, Iván Duque había mejorado sustancialmente su favorabilidad y por primera vez prácticamente desde que se posesionó había logrado que su imagen favorable superara la desfavorable. Sin embargo, la luna de miel fue corta, aunque sigue todavía 20 puntos mejor que cuando las marchas de fin de año. Sin embargo, los temas que dependen directamente de él mantienen las peores evaluaciones históricas de desempeño en más de dos décadas en prácticamente todas las áreas. 

En aquellos temas que son prioritarios de su Gobierno como el manejo económico, la relación con Venezuela, el narcotráfico, y el manejo de la pandemia, la tendencia sigue siendo negativa. En lo que siempre fue la bandera del uribismo -la seguridad- los niveles de desaprobación son tan altos como durante la época de Santos. 

 

 
5

Los alcaldes, salvo Quintero y Pumarejo, vuelven a como estaban antes de la pandemia

Como el Presidente, los alcaldes de las principales ciudades tuvieron un empujón en su favorabilidad cuando arrancó la pandemia. Después de tres meses de vivir con el virus, todos han sufrido una ‘corrección’ a la baja, acercándose a los niveles que tenían antes de la pandemia. La alcaldesa de Bogotá, Claudia López, bajó su favorabilidad del 89 al 76 por ciento y aumentó su desfavorabilidad del 9 al 22 por ciento, volviendo al lugar donde arrancó recién elegida; los de Cali y Bucaramanga más o menos igual. Hay dos grandes excepciones: Daniel Quintero, el alcalde de Medellín, que ha sido aplaudido por el manejo de la pandemia que se mantiene muy por debajo de los niveles de contagio per capita de Bogotá mantiene su popularidad en el 84 por ciento, más de 30 puntos por encima del nivel en que arrancó. Y Pumarejo, que a raíz de la pandemia ha entrado en una caída libre. A los gobernadores les ha pasado algo similar.  Se dispararon y ahora vuelven a sus niveles originales. La excepción, nuevamente, es Aníbal Gaviria, de Antioquia, que pese a haber sido detenido preventivamente (en una decisión criticada al Fiscal) aumentó nueve puntos de popularidad. Y Elsa Noguera, de Atlántico, que se descolgó.

 

 
6

El Centro Democrático pierde su sello

La seguridad, que ha sido tradicionalmente la bandera del Centro Democrático, recupera la senda negativa que ha tenido durante todo el gobierno de Iván Duque. El fortalecimiento de las disidencias, el asesinato sin tregua de líderes sociales y desmovilizados, y los robos en las ciudades han desbaratado la ilusión del regreso de la Seguridad Democrática de muchos de los que votaron por el candidato del uribismo.  Los malos indicadores de seguridad unidos al descontrol que reflejan los escándalos de las Fuerzas Militares quedan registrados en esta encuesta.

 

 
7

Los escándalos golpearon a todos los protagonistas

 

En los últimos meses, se han desatado varios escándalos mediáticos y todos los protagonistas sufrieron un golpe menos el alcalde de Medellín, Daniel Quintero, a quien dos mujeres acusaron de acoso sexual en unos trinos que luego borraron.

La vicepresidente Marta Lucía Ramírez, de quien se supo que hace más de 20 años su hermano fue condenado por narcotráfico y ella nunca lo reveló públicamente, aumentó en casi diez puntos su desfavorable, que ahora supera por 20 su favorabilidad. La favorabilidad de las Fuerzas Militares cayó 37 puntos y por primera vez desde que se comienzan a medir en 2000, su imagen negativa es igual a la positiva. Es probable que sea el resultado de la violación de la niña embera por parte de siere militares justo en la semana en la que se hizo la medición. El escándalo del viaje del fiscal Francisco Barbosa con su familia a San Andrés no alcanzó a entrar en la medición.

 
8

Salvo 'Fico', candidatos presidenciales no capitalizan la pandemia

Las crisis pueden convertirse en oportunidades, pero ningún candidato ha podido capitalizarla a su favor. La percepción de Marta Lucía Ramírez ha empeorado por el escándalo de no haber revelado lo de su hermano condenado y del negocio de su esposo con Memo Fantasma; la de Germán Vargas también quizás por sus propuestas de eliminar beneficios laborales, y la de Álex Char seguramente por la debacle de Barranquilla; Carlos Holmes, Jorge Enrique Robledo, Sergio Fajardo y Gustavo Petro se han mantenido en los mismos niveles pre-pandemia de aprobación y desaprobación. Fernando Carrillo, termina su período de la Procuraduría sin lograr consolidar ni 20 puntos de favorabilidad a pesar de que la percepción de la institución ha mejorado de manera significativa. 

La encuesta no mide ningún candidato uribista, quizás porque van sobre los hombros de Álvaro Uribe, quien se mantiene en sus niveles históricos de desfavorabilidad, casi doblando su favorabilidad.

El único candidato, cuya percepción mejora en este príodo es Federico Gutiérrez, el exalcalde de Medellín, que recién se lanzó a la Presidencia y aumentó 13 puntos de favorabilidad.

 

 
9

La percepción de que no hay garantías para la oposición se alínea con la de Petro

El 62 por ciento de los encuestados cree que no existen garantías para hacer oposición, la peor percepción sobre un rasgo fundamental de la democracia en toda la historia de la Gallup. Esto último podría ser el resultado del escándalo de los perfilamientos de críticos del Gobierno por parte de inteligencia del Ejército, incluído Gustavo Petro, del asesinato de líderes y desmovilizados que no para, o de las quejas de la oposición en el Congreso para que los dejaran sesionar de manera presencial.

Esta percepción, unida a la de que la corrupción es el principal problema del país, se alínean con el discurso del líder de la oposición, quien mantiene sus mismos niveles de desfavorabilidad, 16 puntos mayor que su favorabilidad. 

 

 

 
10

El virus arruina el teflón de los Char

Barranquilla y Atlántico viven una situación angustiosa: como ha contado La Silla, con poco más de 2,5 millones de habitantes, suman un tercio de los muertos por la covid.  El alcalde Jaime Pumarejo ha optado por responsabilizar a los ciudadanos y decir cosas como “en Barranquilla ahora todo el mundo quiere una UCI porque están de moda”, mientras que la gobernadora Elsa Noguera ha tenido cuestionamientos por su contratación en la emergencia por parte de la Procuraduría y la Contraloría. Haber perdido el control de la pandemia, la falta de sensibilidad y los ruidos de corrupción han rayado el teflón que durante años ha tenido el clan Char. Y esto ha golpeado directamente al popular ex alcalde Alex Char, que en tan solo un mes dobló su imagen desfavorable al 30 por ciento.

11

La agenda conservadora pierde terreno

Iván Duque es un presidente con una agenda claramente conservadora, y sin embargo, durante su mandato esta agenda ha perdido adeptos, según la encuesta. En los temas económicos, hay menos gente que favorece la firma de tratados de libre comercio, la llegada de multinacionales e inversión extranjera. Y en los temas morales, por primera vez desde que se mide, hay más personas que está de acuerdo con el matrimonio homosexual que los que lo objetan y está en su máximo histórico el porcentaje de gente que favorece la adopción por parte de parejas gay, aunque siguen siendo mayoría los que se oponen. La iglesia católica atraviesa su peor momento en términos de favorabilidad.

 

 
12

La fuerza de la familia y la resilencia salva a los colombianos

Pese a que el desempleo está disparado, al temor a contagiarse, a la incertidumbre de la época actual y a la percepción de que muchas cosas del país van mal, los colombianos siguen siendo felices. Son más los que se sienten relajados que preocupadosl los que disfrutan la vida que los deprimidos, los que se han sentido felices que tristes y la mayoría no se ha sentido solo en ningún momento durante la pandemia. 

Los recursos internos de los colombianos que revela esta encuesta son casi que inversamente proporcionales a los soportes externos que encuentran en sus mandatarios y en las instituciones.

 
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