Ayer otros 25 periodistas fueron despedidos de la Casa Editorial El Tiempo, los malos resultados financieros del medio complican la estrategia de tener más contenido a profundidad por el que los lectores quieran pagar.
Nuevos despidos ponen en duda la estrategia de El Tiempo
Otro día negro se vivió ayer en la sala de redacción de El Tiempo: la tercera jornada de despidos masivos en lo que va del año en la casa editorial, propiedad del hombre más rico de Colombia, Luis Carlos Sarmiento Angulo, cuyo conglomerado anunció esta semana un crecimiento grande en sus utilidades, como contó el mismo El Tiempo.
La mecánica de los despidos fue similar a la que ocurrió hace dos meses y a la de febrero, con el cierre del Canal El Tiempo. Los editores llamaron a los periodistas de su sección que iban a salir, les explicaron que por temas financieros debían ser despedidos y los mandaron a pasar por el cheque de su liquidación.
En total fueron 25 periodistas despedidos. Según nos contó una fuente no hubo despidos de otras áreas como en los recortes anteriores, y que esta vez fue solo en la redacción porque “no habían cumplido su cuota” de reducción de presupuesto.
A algunos les avisaron previamente, por lo que la mayoría tuvo poco tiempo para sacar información de sus computadores antes de que desactivaran sus claves, según supimos por cuatro fuentes de la redacción.
Las fuentes coinciden en que estos despidos dejan incertidumbre sobre el futuro de uno de los conglomerados de medios más influyentes del país, porque son una nueva señal de problemas financieros y porque este año han salido de periodistas de trayectoria que podrían ser claves para su apuesta de atraer más lectores con contenidos premium, que incluso estén dispuestos a pagar por ellos.
Balances en rojo
Los medios de comunicación tradicionales en el mundo atraviesan por un cambio en las audiencias, en sus clientes y en sus ingresos con el que pocos han logrado lidiar. Lo digital rompió su modelo de negocios basado en los ingresos por publicidad, pues creció la digital que es más barata y en la que empresas como Google y Facebook se llevan el grueso.
Este sufrimiento lo han sentido en Colombia medios como RCN y El Tiempo, que el año pasado multiplicó por cuatro sus pérdidas netas al pasar de perder 6.412 millones de pesos en 2017 a 31.000 millones en 2018, según la información reportada a la Superintendencia de Sociedades publicada en la base de datos empresarial Emis.
Esta crisis ya ha cobrado más de 700 empleos en los últimos años, como lo cuenta este episodio de La Mesa de Centro.
El Tiempo no es el único periódico en Colombia que está perdiendo dinero: El Espectador, su competencia más directa y propiedad del poderoso Grupo Santodomingo, perdió 14.643 millones en 2018, según la misma fuente.
Este año, además de esa crisis que viene de años atrás, los periódicos tienen que vivir con un dólar más caro, que aumenta los costos del papel importado en el que imprimen y que es uno de sus gastos más notorios.
Ante eso, El Tiempo tiene una notoria estrategia de recorte de gastos que ha implicado la reducción de al menos 200 personas este año (no hay un dato oficial, pero fuentes internas y reportes en medios hablan de cientos de personas entre técnicos, periodistas, comerciales y administrativos).
“Las cifras no dan”, resume una fuente conocedora del medio, con la que coinciden otras dos. Además, han hecho otros recortes como reducir los servicios del restaurante para los empleados, quitar los parqueaderos gratis, recortar el número de practicantes o no actualizar los salarios con la inflación este año, han cambiado programas de computador por otros más económicos y hay una orden a todos los editores para que reduzcan los gastos lo más que se pueda.
En la sala de redacción también corren rumores de que Sarmiento va a vender la empresa y que la reducción de sus costos operativos busca cerrar el negocio. De hecho, tres fuentes nos dijeron que está por cerrarse un acuerdo con Claro para comprar CityTV, el canal de televisión local, pero la empresa de telecomunicaciones nos negó oficialmente esa versión.
Sea o no así, queda la incógnita del futuro de los contenidos “premium”.
Contenidos premium con menos periodistas
Hacer el mismo periódico y buena parte del contenido con menos personas tiene a los equipos “reventados”, según las cuatro fuentes con las que hablamos para esta historia.
“Hemos tenido que bajar la intensidad por obvias razones. Ya no hay mucho especial, ni cosas raras porque no hay manos”, nos dijo una de ellas. Otra lo resume “Estamos remamados”
Además, han salido varios de los periodistas que tienen el peso para armar especiales, reportajes e investigaciones que se pueden vender como premium, como el editor de la mesa central (como un editor general), Juan Carlos Bermúdez, el de Política, Edulfo Peña, la de justicia Marisol Gómez y el de tecnología, Wilson Vega, además de varios periodistas con más de diez años de experiencia en el diario han salido en los últimos meses.
Originalmente el periódico quería lanzar este año un muro de pago, pero dificultades técnicas y el golpe a la marca, por el vínculo entre las empresas de Sarmiento y Odebrecht, lo han postergado.
Sin embargo, el proyecto sigue vivo y a los periodistas les están pidiendo clasificar cada contenido que hacen como “premium”, estándar o viral, este último tiene que ver con información que es tendencia, lo que permite ir viendo la capacidad de producir contenidos que podrían ser pagos.
En línea con estos estándares el periódico instaló en la mitad de la sala de redacción una pantalla en la que va mostrando en tiempo real qué notas o informes han sido más vistos y en cuáles se ha quedado la gente hasta el final, con nombre propio.
Aunque por ahora solo les han pedido hacer ese registro, las personas con las que hablamos entienden que la empresa le apunta a medir a los equipos y periodistas por cantidad de artículos que publican y cuántos alimentarían la parte “premium”, que tiene potencial de ser monetizados, o cuántos harían del diario una referencia por la viralidad.
“Está claro que sí se quiere mantener un sello de alta calidad. A las secciones les siguen pidiendo contenidos premium y en las reuniones diarias se menciona y se felicitan a los que van bien, a pesar de que cada vez somos menos para lograrlo”, nos dijo una de las fuentes.
Tratamos de contactar al director del periódico para confirmar estos datos pero al cierre de esta nota no nos había contestado.
Falta ver si con el ajuste de personal, vendrá otro ajuste a la estrategia. El tiempo lo dirá.