Objeciones a la JEP se hundirán (pero puja por Acuerdos seguirá abierta)

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Hoy está citada la plenaria del Senado para votar las objeciones que hizo el Presidente. Los votos están en contra, aunque hay dudas frente a la que se refiere a la extradición.

Después de varias largas fomentadas por el uribismo, y tras la decisión de la Jurisdicción Especial para la Paz JEP de no expulsar al exjefe de las Farc alias ‘el Paisa’ por sus incumplimientos, pero sí ordenar su captura; hoy está citada la plenaria del Senado para votar las seis objeciones del presidente Iván Duque contra la ley estatutaria de la JEP, que es la columna vertebral de los Acuerdos de Paz con esa exguerrilla.

Lo más seguro es que, si finalmente no hay más dilaciones, se completa el quórum y se vota, las objeciones se hundan porque los votos están en contra (a menos que un milagro burocrático de última hora haga que se volteen, como se rumoró en medios ayer).

El camino a seguir, como contamos la semana pasada, será que al Presidente le toque firmar la Ley.

Eso excepto si al menos una objeción se salva, situación en la cual el proyecto volvería a control automático e integral de la Corte Constitucional.

Otro escenario que podría darse es que se hundan, pero, más adelante, una eventual decisión en el trámite de una tutela que interpuso el uribista presidente del Senado Ernesto Macías contra el trámite de las objeciones en la Cámara (en donde éstas se hundieron), argumentando que primero debían debatirse en el Senado, frene el camino del proyecto y lo dejé estancado en el Congreso.

Más allá de eso, se hundan todas o casi todas, la puja por los Acuerdos pinta seguir en el Legislativo, pues los liberales piensan proponer una fórmula para aclarar el supuesto narcomico que se coló en la JEP, según afirmó el fiscal Néstor Humberto Martínez.

Además, Duque radicará las reformas que ha prometido hacerle a lo acordado, aunque ya será después del próximo 20 de julio, cuando arranque una nueva legislatura.

Un reciente mensaje del senador de La U Roy Barreras, uno de los más férreos defensor del Acuerdo de Paz, evidencia que la puerta para que el Presidente pueda consensuar esos cambios no está cerrada del todo.

Así le dieron largas al debate (aunque no llegaron a acuerdos)

La votación de las objeciones son el único punto del día en la plenaria de hoy. Como de eso depende la discusión del Plan Nacional de Desarrollo, que sería anunciado después, lo más seguro es que finalmente se vote.

Si Macías no hace el debate se tendría que pasar para el martes y los tiempos del Plan se empezarían a apretar, pues el Gobierno cuenta apenas con cinco días más para aprobarlo (por ley, desde la radicación, el Plan tiene 90 días para ser aprobado).

Además, es difícil pensar que lo aplace porque la oposición ya usó su derecho a decidir el orden del día, como lo estipula el Estatuto de la Oposición que lo puede hacer hasta tres veces por legislatura.

Pero antes de este momento definitivo, el uribismo venía de darle largas a la votación de las objeciones, al tiempo que durante la última semana su líder el expresidente Álvaro Uribe le apostó fallidamente a un acuerdo para lograr salvar al menos dos de las objeciones, cuya votación debe hacerse antes del 20 de junio.

El 20 de marzo Macías designó la comisión accidental encargada de revisar las objeciones, que se dividió entre gobiernistas y oposición.

Los de la oposición (el verde Iván Marulanda y Alberto Castilla del Polo) presentaron su informe negativo el 9 de abril, tras esperar la posibilidad de llegar a un acuerdo, como se los propuso el senador conservador David Barguil, quien también está en esa comisión, pero del lado que está a favor de las objeciones.

Los gobiernistas, que son la mayoría en la comisión accidental, apenas hasta el martes de la semana pasada presentaron su ponencia a favor.

Según el senador Jonathan Tamayo “Manguito” (que ahora es de la coalición del Gobierno pero llegó al Congreso por la Lista de los Decentes), miembro de la comisión accidental,  la demora de la presentación del informe fue porque supuestamente se tomaron su tiempo para “para hacer bien las cosas, teniendo en cuentas a las víctimas y revisando bien las objeciones”.

Sin embargo, por otro Senador de la misma célula nos enteramos que nunca se reunieron y que sólo vinieron a armar la ponencia el mismo martes que organizaron el informe y lo presentaron al Senado, como nos lo confirmó el senador de Colombia Justa Libre Jhon Milton Rodríguez.

Al tiempo, Ernesto Macías convocó a la votación, pero no para la semana pasada sino para hoy lunes, un asunto que no cayó bien en la oposición, que pidió citar enseguida.

Y en la plenaria de ese día martes el senador Roy Barreras presentó una proposición para que el debate se hiciera en la siguiente plenaria a la que convocara Macías, pensando que se podía hacer el miércoles, como había pedido la oposición.

Pero esa proposición nunca se votó porque coincidió con la pelea verbal que protagonizaron Uribe y el senador Gustavo Petro.

Además, Macías argumentó que no podía citar a la votación porque al día siguiente había una capacitación obligatoria para los senadores que, según él, no podía ser cambiada.

El Presidente del Congreso se movió también con la tutela que puso contra el trámite en la Cámara y que fue aceptada el viernes en la tarde.

Durante la última semana, cuando el uribismo alargaba la discusión, Uribe propuso en plenaria a sus colegas intentar buscar un acuerdo en dos objeciones: que se aclare quiénes están protegidos de la extradición por su compromiso de contar la verdad y el que la Sala de Amnistía no pueda incorporar más desmovilizados a las listas.

A su voz se unieron la también senadora uribista Paloma Valencia y la ministra del Interior, Nancy Patricia Gutiérrez, quien buscó a los jefes del liberalismo y de Cambio Radical, el expresidente César Gaviria y Germán Vargas, para tratar de concretar un consenso.

Un Congresista de Cambio Radical -pidiendo no ser citado- nos aseguró que la Ministra Gutiérrez también estuvo martes y miércoles llamando personalmente a algunos senadores cuyos partidos están contra las objeciones, para intentar convencerlos de respaldar al menos la referida a la extradición.

Asimismo el senador cristiano Jhon Milton Rodríguez, de Colombia Justa Libre, le contó a La Silla que buscó a voceros de todos los partidos para que consideraran su voto en contra de las objeciones. Les dijo que tuvieran en cuenta la noticia de que Marlon Marín (el sobrino de Iván Márquez) tiene información de colados en las listas de las Farc o la carta que publicó el viernes el fiscal Néstor Humberto Martínez justificando por qué se debían negar las objeciones.

Pero los acuerdos no cuajaron porque Gaviria respondió públicamente que su partido no cambiaría su posición frente a las votación de hoy y Vargas no respondió.

Frente a ese fracaso del uribismo, de votarse hoy el camino que queda es el del hundimiento de las objeciones porque, como ya lo hemos contado, la mayoría de los votos están a favor de la JEP.

Eso aunque en La U, Cambio Radical y el liberalismo hay senadores a los que les suena respaldar la objeción referida a la extradición.

Uno de ellos, por ejemplo, es el gobiernista José David Name (de La U).

Estos legisladores, no obstante, se enfrentarían a la Ley de Bancadas, pues sus colectividades que tomaron una decisión oficial frente a las objeciones.

De todas maneras, todavía hay que esperar los impedimentos y las ausencias que se presenten en el debate de hoy.

De los 67 votos que tienen en contra las objeciones hay al menos cinco que están impedidos (los de los congresistas de la Farc), por lo que queda un margen de nueve senadores que, de no asistir, impedirían tener mayorías.

Y también hay otros que podrían declararse impedidos, como el senador de La U Jhonny Besaile, cuyo hermano es el cuestionado exsenador Musa Besaile, quien ha buscado acogerse a la JEP.

(Aunque el uribismo dice que el senador del Polo Iván Cepeda también está impedido porque su esposa trabaja en la JEP, Cepeda ya dijo que votará).

El debate sigue

Pero incluso si las objeciones se votan y se hunden, el debate de las modificaciones al Acuerdo de Paz continuará porque el uribismo seguirá esbozando sus argumentos y además Duque piensa radicar después del 20 de julio, para la próxima legislatura, las reformas que quiere hacerle a lo acordado.

Así nos lo aseguraron en el Ministerio de Justicia y también lo ha dicho varias veces la ministra Gutiérrez.

Entre los argumentos del uribismo, que se verán de hecho en la discusión de hoy, estará el de la impunidad sostenido seguramente en la situación de alias ‘el Paisa’, quien aunque perdió algunos beneficios y tiene orden de captura, no fue expulsado de la JEP.

Así lo muestra, por ejemplo, el exsenador uribista Alfredo Rangel:

Asimismo, está por delante la decisión que tome la JEP frente a las extradición de Jesús Santrich, que aún no es claro cuándo ocurrirá.

Por la respuesta que dio Roy Barreras a la propuesta de Uribe de buscar acuerdos para salvar dos objeciones se evidencia que las reformas del uribismo podrían no tener la puerta cerrada frente a los impulsores del Acuerdo.

Además está el antecedente de que en el periodo pasado se logró consensuar que a la JEP entraran 13 magistrados nuevos para juzgar a los militares, aunque el proyecto al final se hundió por tiempo.

Así es que todo indica que -a menos que algo extraordinario ocurra- hoy perderán Duque y el uribismo, pero la puja entre el Sí y el No a los Acuerdos pica y se extiende.

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