La personalidad política de la Alcaldesa de Bogotá para manejar la pandemia le ha generado críticas, pero también le ha servido para fortalecer su popularidad e impulsar logros.
Opositora, twitteralcaldesa, ‘mamá’ de todos… las facetas de López en la crisis
A la alcaldesa de Bogotá, Claudia López, le salió su propio secretario de Salud, Alejandro Gómez, a aclararle públicamente la semana pasada que los ventiladores que entregó el Gobierno al Distrito no estaban dañados como ella estaba declarando en su twitter, sino que necesitaban ser calibrados.
Es uno de los más recientes episodios que evidencian la personalidad política con la que la mandataria ha manejado la crisis por el covid, cuya última decisión (el pasado viernes) fue volver a partir de hoy a una cuarentena estricta por localidades.
Son varias facetas, que le han criticado, pero que en muchas ocasiones le han servido para fortalecer su popularidad y empujar logros de su gestión en la pandemia.
Hablamos con seis analistas políticos, dos altos funcionarios del Gobierno Distrital, un experto en epidemiología y un doctor en sociología, y las definimos así.
La opositora de Duque
Claudia López se ha caracterizado por ser una mujer confrontacional, sin pelos en la lengua desde que se inició en la política.
El año pasado, antes de ganar las elecciones de octubre, le bajó a su tono cuando su entonces mayor contendor, Carlos Fernando Galán, empezó a repuntar en las encuestas por su talante más conciliador.
Una vez quedó elegida, la mandataria mantuvo su moderación durante el empalme con el exalcalde Enrique Peñalosa. Por esos días también dijo que con el presidente Iván Duque no tendría problema, pese a sus diferencias ideológicas, debido a que desde que se conocieron en el Congreso llevan una relación cordial.
Pero desde el inicio de la pandemia, la Alcaldesa López se convirtió en la principal contradictora pública de Duque en todos los tonos.
El pulso que en ocasiones se ha visto entre ellos ha tenido como sostén el dilema entre la vida (que es el discurso de López) y la economía (el discurso que ella dice que Duque privilegia).
Aunque, en realidad, ni la Alcaldesa está solo con “la vida” ni el Presidente solo con “la economía”. Ella como mandataria local ha permitido y ha trabajado por la reapertura de sectores económicos a través de protocolos y en su Plan de Desarrollo hay un apartado importante para la reactivación económica de la ciudad.
Y desde el Gobierno se han hecho esfuerzos clave para fortalecer el sistema de salud, como por ejemplo, en la importación de pruebas y ventiladores para todo el país.
Pero los choques entre ellos se empezaron a ver desde el día uno, casi siempre iniciados por ella y sin respuesta por parte de él (aunque a veces sí de sus funcionarios).
Arrancó incluso antes de que se decretara la cuarentena obligatoria nacional, con el asunto del simulacro preventivo que ella decretó para Bogotá antes de que Duque ordenara el aislamiento en todo el país.
Entre los encontrones más fuertes entre López y el Presidente está el del pasado 30 de junio, cuando la Alcaldesa reclamó públicamente al Gobierno Nacional por la no entrega de unos ventiladores para instalar Unidades de Cuidado Intensivo UCI.
Aunque al tiempo reconocía la dificultad que hay en los mercados internacionales para importar esos aparatos, López calificó al Gobierno de “irresponsable” y de “jugar con la vida de la gente”.
Este es un resumen de la Claudia López opositora:
El enfrentamiento con Duque, aunque le ha generado críticas, ha servido en ocasiones a la Alcaldesa para obtener resultados, como por ejemplo en el episodio de los ventiladores.
Políticamente, esta faceta la aleja del Establecimiento representado por Duque y donde el senador Gustavo Petro, uno de sus mayores opositores, la quiere ubicar constantemente.
Pero, al mismo tiempo, politiza la pandemia.
“Duque nunca le ha hablado de forma tan displicente y hostil a la Alcaldesa como ella a él. Eso genera polarización y politización de la pandemia en un momento en que necesitamos que la gente confíe en las instituciones. Todos tenemos que jalar para el mismo lado”, nos dijo off the record un asesor político cercano al Gobierno Duque.
Un alto funcionario cercano a Claudia López nos comentó por su parte: “No creo que Claudia se ponga en las noches a pensar ‘¿Cómo hago para construir en el Presidente a un enemigo político?’. Ella entra en debate y en tensión con el Presidente no por nada personal, sino porque tienen visiones distintas del manejo de la pandemia”. Agregó que eso no es necesariamente malo porque esas diferencias enriquecen una democracia.
La del megáfono nacional
En el marco de la crisis, Claudia López ha ratificado su carácter de líder y la pandemia le ha servido para mantener su voz nacional.
Aunque los mandatarios de Bogotá por lo general tienen mucho protagonismo, en este contexto López se ha convertido en una voz fuerte.
Ese liderazgo empezó a verse cuando decidió hacer el simulacro preventivo a finales de marzo, a lo que se sumaron otros mandatarios.
De hecho, un asesor político cercano al Gobierno Duque nos dijo de forma anónima que en la Casa de Nariño la Alcaldesa de Bogotá fue un tema en ese momento y que si ella no hubiera hecho el simulacro, quizá el mandatario habría empezado la cuarentena un poco después.
También ella logró que mandatarios locales se le unieran cuando se quejaron por la decisión del Gobierno de tomar ahorros del fondo de pensiones de las ciudades para la creación del Fome, el fondo para la atención de la pandemia, y cuando le pidieron al Presidente que hiciera una apertura gradual.
Con el pasar del tiempo, cada mandatario ha ido tomando su rumbo y también se han hecho fuertes otros liderazgos, como el de Daniel Quintero, en Medellín.
Pero López, como una de las contradictorias de Duque y como la voz cantante del modelo más restrictivo para manejar la pandemia, sigue manteniendo esa visibilidad a nivel de país.
Yo, Claudia
Si algo ha sido evidente en el manejo que la Alcaldesa le ha dado a la pandemia es que ella es la cara visible de los mensajes que va a dar a la ciudadanía. Su estilo es personalista.
Hace unos días, la concejala opositora Carolina Arbeláez (Cambio Radical) criticó a Claudia López porque en una rueda de prensa, en la que le hacían una pregunta al comandante de la Policía de Bogotá, el general Óscar Gómez Heredia, por los robos ocurridos en el centro comercial Gran Estación, ella lo interrumpió, le quitó el micrófono y terminó contestando la pregunta.
Juzguen ustedes. https://t.co/2mnq0UxLEj pic.twitter.com/LA7rZlhkG5
— Carolina Arbeláez (@kroarbelaez) July 6, 2020
A diferencia de Duque, por ejemplo, quien invita a sus ministros o a expertos en su programa de las seis de la tarde, Claudia López es la que explica todo o por lo menos la gran mayoría en Bogotá. Desde cosas sencillas, como lavarse las manos, hasta asuntos complejos y técnicos, como la curva de contagio del virus.
Su nombre apareció en los mensajes de texto que notificaban el giró de los subsidios a población vulnerable. “Hola. Soy Claudia López. Usted es beneficiario de una transferencia bancaria de Bogotá Solidaria”, se leía. También se le ha visto con micrófono en mano recorriendo las zonas de cuidado especial haciendo campañas de prevención.
No es un estilo sólo de ella. Todos los mandatarios han ganado protagonismo como nunca antes. Jaime Pumarejo, en Barranquilla, alcanzó a entregar algunos mercados con un boletín con su foto. Daniel Quintero, en Medellín, puso su cara mirando al horizonte hace unos días en el anuncio de las matrículas gratuitas para estudiantes de educación superior.
Esa visibilidad que ha tenido la Alcaldesa da la idea de microgerente que quiere tener el control de absolutamente todo, aunque eso no sea tan así. Hablamos con dos altos funcionarios de la Alcaldía y nos aseguraron que su jefa toma decisiones consensuadas con ellos y no es que los ignore, lo que pasa es que públicamente sí es ella la que hace los anuncios.
“Una cosa es personalizar el mensaje y otra ser microgerente. Ella definitivamente explica todo porque tiene una capacidad de aprendizaje y de explicar envidiable, pero deja que los secretarios hagan su labor y no nos salta. Aunque es posible que algunos funcionarios sí quisieran tener un poco más de protagonismo”, nos dijo uno de ellos.
Para algunos, precisamente se trata de “invisibilización de los secretarios y de caudillismo. ¿Dónde está el secretario de Cultura para hacer esas campañas? ¿Dónde está el de Salud para explicar las medidas?”, nos dijo por ejemplo un asesor cercano al Gobierno Duque.
Carlos Carrillo, concejal del Polo quien ha sido contradictor de López en algunas ideas y la ha apoyado en otras, también cuestionó que “Claudia López desperdicie su recurso más valioso, que es el tiempo, haciendo show. Se trata más de figurar que de hacer campañas de pedagogía”.
El cabildante también nos dijo que los cambios que ella quería generar en la gente dependían mucho de su figura, más que de estrategias novedosas de cultura ciudadana. Cosa que se espera de ella, teniendo en cuenta que Antanas Mockus es uno de sus ejemplos a seguir.
Pero para otros simplemente esa es su forma de comunicarse.
“En un momento de crisis e incertidumbre, lo que la gente quiere es ver a su líder. Por eso la pandemia no solo le ha servido a Claudia López, sino también al presidente Duque y a otros líderes como Sebastián Piñera, en Chile”, dijo Carlos Suárez, analista político
Twitteralcaldesa
Un poco relacionada con la faceta anterior, la habilidad de comunicarse de Claudia López en la pandemia se ha ratificado. En esta crisis se ha visto cómo utiliza todos los medios (redes sociales, medios de comunicación, presencia en la calle) para enviar su mensaje y lo hace de tal manera que llega, así la gente esté o no de acuerdo.
Con su lenguaje directo también se muestra muy cercana a la ciudadanía.
Uno de los mejores ejemplos de esto fue cuando le respondió por Twitter a una niña que decía que estaba triste porque no podía salir a hacer ejercicio: “¡Mi corazón divino! ¡Te entiendo! Estamos a la espera de que el MinSalud nos dé autorización para que niñas, niños y jóvenes también puedan salir a caminar o hacer deporte al menos una hora al día”.
También fue una de las primeras en publicar los datos relacionados con la pandemia y eso hace que sea percibida como una persona transparente y ayuda a que los ciudadanos tengan confianza, como nos los dijo el Phd. en ciencias sociales y periodista Jorge Galindo, quien ha analizado la evolución de la pandemia en Colombia desde el día uno.
Poco después de que en Bogotá se conocieran los datos, Duque también publicó la información.
En su forma de comunicar también se ve cómo es capaz de darle la vuelta a la torta cuando se equivoca en alguna cosa.
Por ejemplo, cuando aseguró el pasado 21 de marzo que por un mes ningún bogotano pagaría servicios públicos.
Enseguida, Camilo Sánchez, el presidente de Andesco, la Asociación Nacional de Empresas de Servicios Públicos y Comunicaciones, salió a aclarar que esa decisión no le correspondía a ella, sino al Presidente.
López no reconoció su error, sino que supo darle la vuelta y tirarle la pelota al Gobierno convirtiendo su anuncio en una petición pública a Duque.
Sabemos que la regulación del pago de servicios públicos depende de el señor Presidente.
— Claudia López (@ClaudiaLopez) March 21, 2020
Por eso solicitaremos con todo respeto al señor Presidente que en ejercicio de sus facultades tome esa decisión, y la cofinanciemos entre Gobierno Nacional y locales de manera equitativa. https://t.co/onP7LNR7Zz
Como se trataba de una decisión que le correspondía al Gobierno Nacional, eso finalmente no se pudo hacer. Se logró dar créditos, subsidios y descuentos. Pero quedó en muchos la sensación de que ella tenía la intención y que el Gobierno no lo permitió.
A diferencia de su antecesor, el exalcalde Enrique Peñalosa, Claudia López entiende la dinámica de las redes sociales y Twitter en especial tiene mucha relevancia en su gestión. Por presión allí, es capaz de echarse para atrás en algunas medidas.
Eso sucedió, por ejemplo, con la aplicación del Distrito ‘Bogotá Cuidadora’. Al principio era obligatorio registrarse allí para salir, pero ante la ola de críticas en redes que luego se trasladaó a los medios de comunicación, después dijo que era voluntario. También fue criticada por la discriminación que generaba la medida del pico y género (una iniciativa muy cuestionada por feministas e integrantes de la población LGBT) y en una última etapa de la cuarentena optó por el pico y cédula.
La mandataria responde a las críticas y a la agenda de las redes, incluso ha pedido perdón o se ha disculpado en varias ocasiones. Así lo hizo cuando violó la cuarentena saliendo a mercar con su esposa, la senadora Angélica Lozano. Cuando hubo abuso de la fuerza de un policía contra un vendedor ambulante de San Victorino. Y cuando anunció que no había podido llegar a tiempo con las transferencias o los mercados.
Para algunos eso es una fortaleza por su capacidad de corregir en el camino, como nos lo dijo el analista Camilo Granada, pero para otros le hace falta más calma a la hora de dar los anuncios. Así nos lo reconoció un alto funcionario de la Alcaldía.
Mamá Claudia
En muchos de sus mensajes la Alcaldesa ha sido percibida como una figura maternalista que habla de “mi Bogotá” y “mis bogotanos”, una mamá “que protege, pero que también puede tener tintes autoritarios”, como comentó el analista Andrés Mejía.
Las ocasiones que ha sido percibida de esa manera son varias. Al inicio del simulacro preventivo dijo “ustedes no se preocupen, en esta cuarentena nadie se va a quedar sin techo ni comida. De eso nos encargamos nosotros”.
También cuando no sólo fue personalmente a la Plaza de Bolívar a entregar tapabocas a los vendedores informales de la Carrera Séptima, sino que ella misma se los puso para que aprendieran a usarlos bien (asumiendo además que ellos no sabían).
En esta faceta la Alcaldesa también se diferencia del presidente Duque, quien ha hecho un énfasis en que la ciudadanía tiene la responsabilidad de autocuidarse. La mandataria ha sido reiterativa en que el Estado es el que debe cuidar a la gente.
Un funcionario cercano a la Alcaldesa nos dijo que era apenas normal que los ciudadanos percibieran a Claudia López, como a muchos otros alcaldes, como gobernantes autoritarios por el sinnúmero de medidas restrictivas de la libertad que han tomado. Pero agregó que lo han hecho en el marco de una emergencia, con un sustento técnico, sin dejar de recibir la crítica, “que en Bogotá es grande”.
Otra funcionaria cercana al círculo de López también dijo que el hecho de que “a Claudia le critiquen el tono, o el regaño, o el carácter, es machista. A un hombre jamás le critican eso”.