El líder de la revocatoria contra el Alcalde de Bucaramanga Rodolfo Hernández hoy llegó a las oficinas de La Silla Santandereana, gritó a las periodistas, golpeó el escritorio y llamó a la Policía para que las capturara.
Óscar Iván Díaz amedrenta a La Silla Santandereana
Óscar Iván Díaz, líder de la revocatoria contra Rodolfo Hernández.
Después de publicada la historia ‘Óscar Iván Díaz: más que un mero ciudadano del común’, sobre el principal promotor de la revocatoria del Alcalde de Bucaramanga, el protagonista de la historia intimidó a la editora de La Silla Santandereana, Jineth Prieto, para que bajara la información publicada.
Como sentimos que es una agresión a la libertad de prensa de parte de un ciudadano que en este momento está liderando el proceso más importante de la sociedad civil en Bucaramanga, La Silla Vacía denuncia su conducta.
Hoy por la mañana Óscar Iván Díaz le envió a la editora un mensaje a través de Whatsapp en el que decía “La estamos esperando” con dos fotos de la oficina de La Silla Santandereana, que para esa hora estaba vacía, pero que como opera en la Universidad Autónoma de Bucaramanga, Unab, es compartida con otros profesores.
Como no tenían cita previa, Jineth Prieto lo llamó a decirle que estaba ocupada, ante lo cual Díaz, alzando la voz le dijo, “Mire, yo le voy a hablar clarito, hoy mismo baja ese contenido que publicó en redes sociales”.
Cuando la editora de La Silla Santandereana le explicó que no era posible hacerlo porque toda la información estaba reporteada y soportada, el señor Díaz, nuevamente alzando la voz dijo: “Usted es una atrevida, yo no le autoricé a publicar esa información” y además le gritó “periodista prepagada”.
Cuando las periodistas llegaron a la oficina, el señor Díaz no solo empezó a gritar que bajara la historia, sino que ante la negativa de las periodistas golpeó un escritorio, lo que ocasionó que profesores que estaban en la sede en la que funciona La Silla Santandereana, intervinieran para pedirle que se retirara y llamaran a seguridad.
Mientras eso sucedía, el señor Díaz continuó gritando, trató de “estúpida” a la editora de La Santandereana y dijo que el contenido le afectaba la integridad de su familia y la suya así como su buen nombre.
La editora le dijo que sí tenía algún reparo con la información hiciera la respectiva solicitud de rectificación y que con gusto corregíamos cualquier error.
En medio de los gritos del señor Díaz, con profesores y un miembro de la seguridad de la universidad se le volvió a pedir que se retirara de las instalaciones de La Silla Santandereana.
Después de varios minutos de insistencia y de varios insultos del señor Díaz a la editora de La Silla Santandereana, accedió a salir en compañía de seguridad de La Unab. Antes de salir, Díaz llamó a la Policía para que “capturara” a la periodista.
La Policía llegó a los pocos minutos, y tras escuchar lo sucedido, no solo no arrestó a Jineth como lo solicitó Díaz sino que le recomendó al equipo de La Silla denunciar los hechos en la Inspección de Policía con el fin de poner una caución contra el señor Díaz para evitar que se acerque a las oficinas del medio o a alguna de sus periodistas. Eso hicimos.
En La Silla aceptamos cualquier tipo de crítica o comentario -incluso reacciones muy acaloradas- respecto a las historias que escribimos, y rectificamos cualquier información equivocada que hayamos publicado. Pero rechazamos radicalmente este tipo de actuaciones agresivas e irrespetuosas que intentan amedrentarnos.