El magistrado de la Corte Constitucional Alberto Rojas no ha tenido un arranque fácil en su nuevo cargo. Primero por los escándalos que rodearon su elección por las revelaciones de que no había declarado a la DIAN un contrato con un empresario cercano al jefe paramilitar Salvatore Mancuso y luego, por la denuncia de una viuda que él defendió y que lo acusó de haberse quedado con la plata de una indemnización.
Partido Liberal se distancia del magistrado Alberto Rojas
El magistrado de la Corte Constitucional Alberto Rojas no ha tenido un arranque fácil en su nuevo cargo. Primero por los escándalos que rodearon su elección por las revelaciones de que no había declarado a la DIAN un contrato con un empresario cercano al jefe paramilitar Salvatore Mancuso y luego, por la denuncia de una viuda que él defendió y que lo acusó de haberse quedado con la plata de una indemnización. Luego, por la dificultad de armar un equipo. Y ahora, porque el Partido Liberal que promovió su elección ha decidido distanciarse de él.
La silla que ocupa Rojas siempre ha sido liberal: él la heredó de Humberto Sierra Porto, quien a la vez la heredó del actual Fiscal General, Eduardo Montealegre, y éste de Carlos Gaviria (quien, aunque es del Polo Democrático, cuando fue postulado era liberal). Rojas siempre fue visto como un liberal, desde que trabajó en la Procuraduría con Edgardo Maya y además, era cercano al expresidente liberal César Gaviria y a su hijo Simón, jefe del partido Liberal.
Este último, en particular, se movió mucho en su elección, aunque en realidad la elección de Rojas en el Congreso estaba asegurada pues muchos senadores lo conocían y además se sentían en deuda con él porque lo habían dejado colgado de la brocha en el 2010 cuando perdió en el último momento el cargo de Contralor contra Sandra Morelli.
Sin embargo, según supo la Silla, los rojos se han distanciado de Rojas. "Nos metieron gato por liebre", nos dijo un congresista liberal. "No ha actuado como un liberal".
Según explicó, y la Silla confirmó con otra fuente del partido, el que Rojas haya armado un bloque con los magistrados más de corte conservador como Luis Guillermo Guerrero, Jorge Pretelt y Mauricio González los ha decepcionado. Sobre todo que salvara el voto en la sentencia que determinó que la infraestructura de celulares es del Estado y que presentara un impedimento para no pronunciarse sobre el tema de la jubilación de magistrados a los 65 años, que se ha vuelto un tema sensible para los jefes del partido.
Este retiro de los afectos en la práctica no tendría por qué tener ningún efecto pues los magistrados son elegidos por nueve años y tienen independencia partidista. Pero es otro pequeño golpe simbólico.