Peñalosa vende barata parte de la joya de la corona

Silla Cachaca

Mañana termina el plazo para comprar acciones del Distrito en el Grupo de Energía de Bogotá. El precio mínimo que pide está por debajo de lo que vale hoy en el mercado.

Este miércoles se cierra el plazo para que cualquier persona ofrezca comprarle al Distrito Capital acciones del Grupo de Energía de Bogotá. Es uno de los negocios más grandes de los últimos 8 años en la Bolsa de Valores de Colombia, comparable con la última emisión de Ecopetrol en 2011 y que podría darle a la alcaldía de Enrique Peñalosa más de 3 billones de pesos frescos para invertir.

Sin embargo, el precio mínimo que pide el Distrito, de 2.018 pesos por acción, es inferior al que estima el mercado. En otras palabras, comparado con los cálculos de los analistas, el Distrito está vendiendo barata una parte importante de sus acciones en una empresa grande, sólida y que todos los años arroja utilidades (en 2018 le girará 805.356 millones de pesos en dividendos, por lo que de vender el 16,18 por ciento, asumiendo que el dividendo a distribuir el próximo año sea de 115 pesos, como este año le entrarían 170.890 millones menos).

El Grupo de Energía de Bogotá es considerada la joya de la corona del Distrito porque es una empresa que tiene una cuota importante de toda la cadena de generación, transporte y distribución de energía y gas en Colombia y varios países suramericanos. Un negocio que es casi un monopolio natural y tiene un potencial de expansión a nivel nacional.

En 2017, Grupo de Energía de Bogotá fue una de las 40 empresas con mayores ingresos operacionales en el país. Su acción que está en el índice Colcap de la Bolsa de Valores de Colombia, que reúne a las empresas que más se negocian. El grupo tiene negocios de generación, transmisión y distribución de energía y gas. Es socio mayoritario de Emgesa y Codensa (aunque no las administra), es minoritario de Gas Natural Fenosa y de la Electrificadora del Meta, y dueño de la Empresa de Energía de Bogotá y de Transportadora de Gas Internacional, TGI, esta última es dueña de la mayor red de gasoductos del país. La empresa tiene también participaciones de 40 por ciento en dos compañías de transmisión eléctrica en Perú y controla dos más en Guatemala y Brasil. Perú también controla dos compañías de distribución de gas natural: Cálidda y Contugas. Los análisis del mercado la caracterizan como una empresa estable, con oportunidades de crecimiento del negocio en Colombia pero principalmente en el extranjero y que da buenos dividendos. Observan que TGI puede construir la planta regasificadora del Pacífico, un proyecto de infraestructura que ha sido definido como estratégico por la Unidad de Planeación Minero Energética - entidad del estado encargada de dar insumos para la política de minas y energía del país - que aún no ha entrado a licitación. Aunque todas observan que, al ser controlada por el gobierno de Bogotá, tiene el riesgo de que una alcaldía tome malas decisiones, recomiendan comprar o mantener sus acciones por su solidez.

Las cifras son así: las seis comisionistas de bolsa que monitorean la acción la valoran en promedio a 2.204,17 pesos, 186,17 pesos más que el precio mínimo; y en la Bolsa la acción cotizó en promedio en 2.042 pesos en lo corrido del año.

Como el Distrito va a vender entre 743 millones y 1.486 millones de acciones (depende de la demanda, pues es una puja), diez pesos menos por cada acción representan entre 7.430 millones de pesos y 14.860 millones de pesos menos que le entran.

Esas cifras llamaron del analista Mauricio Cabrera, que en una columna en el diario económico Portafolio de este fin de semana aseguró que el Distrito estaba “feriando” la acción y que esto podría significar “un potencial detrimento del patrimonio de la ciudad de 435.000 millones de pesos por haber ofrecido acciones a un valor inferior”.

Andrés Duarte, director de renta variable de Corficolombiana, explicó a La Silla Vacía cómo llegó a dos precios estimados, ambos superiores al que pide el Distrito.

Por un lado consideró variables como la caja, el margen Ebitda (ganancias antes de impuestos y amortizaciones) y los activos y los pasivos de la empresa, que le arroja un estimado de 2.385 pesos; y otra similar pero restando los dividendos que ya se distribuyeron este año, que le arroja un valor de 2.151 pesos.

“Ambos cálculos indican que 2.018 pesos es un valor más bajo de lo que consideramos el precio justo. Si bien puede haber poca demanda en el mercado, el precio se ve bajo”, señala.

La venta

El Distrito tiene el 76 por ciento de las acciones en el grupo y siete de nueve puestos en la junta directiva. Inicialmente el alcalde Enrique Peñalosa quería vender 20 por ciento de esa participación, como le aprobó el Concejo en 2016, pero finalmente decidió ofrecer el 16,18 por ciento.

Con eso, el Distrito mantendrá la mayoría de las acciones y el control de la compañía, que en todo caso tiene un código de gobierno interno que no deja al Distrito hacer lo que quiera, porque le da derechos especiales a los accionistas privados, como es usual en las empresas mixtas.

En una primera etapa, entre diciembre y abril, se hizo una oferta al sector solidario (entre ellas cooperativas), que compró 19 millones de acciones, el 0,2 por ciento de la empresa..

Para fijar el precio en el que salió la oferta inicial, el grupo empresarial contrató a un consorcio de bancos de inversión, entre los que estaba el brasilero BTG Pactual, para que le dieran una recomendación de precio.

La Silla consultó con la Secretaría de Hacienda de Bogotá y con el Grupo de Energía de Bogotá, pero ninguno de los dos confirmaron si el valor de 2.018 pesos fue el que recomendó el consorcio o si el Distrito lo eligió teniendo en cuenta otras consideraciones.

Lo que sí definió es que la venta se hará como una puja, y por eso el precio puede terminar siendo más alto si hay mucha demanda, algo que parece improbable.

Para tres analistas de distintas comisionistas consultados por La Silla Vacía y un banquero de inversión, el precio produjo sorpresa en el mercado pues se esperaba que por lo menos se actualizara el precio entre la primera y la segunda etapa teniendo en cuenta la inflación, lo que hubiera significado unos 50 pesos adicionales por acción.

Una de estas fuentes nos dijo que el precio fijado como mínimo parecía un promedio de las cotizaciones en bolsa (entre junio y diciembre su valor promedio en bolsa fue de 2.004,45 pesos) y no una valoración objetiva de los activos y el potencial valor futuro de la compañía. Preguntamos a la Secretaría si es así desde el jueves pasado, y no obtuvimos respuesta hasta el momento de publicar esta nota.

¿Estrategia o afán?

También consultamos a la Secretaría de Hacienda del Distrito, que es la que vende las acciones y por lo tanto la que decide el precio y mecanismo de venta, por qué se decidió como precio mínimo de la acción un valor tan bajo frente a las perspectivas del mercado y no obtuvimos respuesta.

La razón principal por la que el Distrito decidió vender acciones es por dinero: en 2016, cuando el Concejo la autorizó a vender acciones, la anterior Secretaria de Hábitat del Distrito, María Carolina Castillo Aguilar, aseguró que el dinero se utilizaría para financiar el plan vial de Bogotá.

Sin embargo, para Cabrera ese afán no justifica el precio, en especial porque en los últimos nueve años, desde cuando el Distrito vendió acciones de la Empresa de Energía de Bogotá 700 pesos por acción, ha dado dividendos de 667 pesos por acción

Una fuente de un banco de inversión, que pidió mantener su nombre en reserva, cuestionó la estrategia considerando que el Distrito tiene otros mecanismos para financiar las obras sin vender parte de un activo valioso y que le da rendimientos, como sus acciones en el Grupo de Energía.

El principal argumento para defender el precio tiene que ver con los posibles compradores. De acuerdo con Camilo Silva, socio y director de la firma Valora Analitik, es posible que la lógica sea que el Distrito quiere vender la mayor cantidad de acciones posibles en un mercado que está débil.

En esto coincide Camilo Thomas, analista de Alianza Valores, firma que estima que es poco probable que la acción tenga una alta demanda, pues casos como el de Interbolsa y la caída de la acción de Ecopetrol hacen difícil una venta tan grande como la propuesta por el Distrito porque las personas naturales, que con 10.090.000 pesos pueden comprar un paquete de 5.000 acciones en el grupo, no han mostrado mucho interés.

Si es así, poner un precio bajo puede ser una forma de buscar más inversionistas. Pese a esto, Thomas también manifestó sorpresa por el hecho de que no se haya actualizado el valor de la acción con la inflación.

Donde sí existe apetito es en los fondos de pensiones. Un reporte de Valora Analitik muestra que ellos, los mayores participantes del mercado de acciones en Colombia, estaban vendiendo otras acciones recoger dinero y comprarle acciones al Distrito, aprovechando el precio bajo de la oferta actual.

Los fondos de pensiones ya tienen en promedio el 8 por ciento de su cartera puesta en las acciones del Grupo empresarial.

Otro comprador interesado podría ser Corficolombiana, firma de inversión del grupo Aval, de Luis Carlos Sarmiento Angulo, que tiene actualmente el 3,6 por ciento de participación del Grupo.

Por último, están los fondos extranjeros, que pueden participar en la licitación, siempre y cuando los colombianos no oferten por la totalidad de las acciones.

El miércoles, cuando se cierre el libro de ofertas, se sabrá si sí hubo mucho apetito y cuál será el precio final de venta. Mientras tanto, el equipo económico de la Contraloría de Bogotá ya tiene listo un informe preliminar sobre la evaluación del proceso de venta, que será presentado esta semana al Contralor Juan Carlos Granados.

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