Alejandro Ordóñez dejó en Medellín apoyos contados, esperanza en los creyentes y fe en bases azules ocultas.
“Pidan el tarjetón y ráyenme la cara”, pidió Ordóñez a sus fieles
A menos de dos semanas de que la coalición del No se mida en las urnas, el exprocurador anulado Alejandro Ordóñez vino el lunes a despedirse de sus exiguos seguidores en Medellín, y luego lo hará en Pereira y Manizales, donde el respaldo no es mucho mayor.
“En el papel soy el más débil. Primero, no tengo expresidente. Segundo, no tengo partido”, dijo frente a su público de más o menos 150 personas con que se reunió en el auditorio de la Fundación Universitaria de las Américas, en el centro de Medellín, antes de salir en un vuelo a Cúcuta. “Por eso les pido, pidan el tarjetón de la consulta y ráyenme la cara”.
Es cierto. En Antioquia, Ordóñez no cuenta con el respaldo de un partido coordinado ni con el apoyo de Álvaro Uribe, como sí lo hace Iván Duque; y tampoco tiene de su lado una parte del Partido Conservador, como Marta Lucía Ramírez.
El ex procurador tiene el apoyo de grupos de feligreses, conservadores sueltos y jóvenes a los que les pagan de su bolsillo los coordinadores de la campaña para que salgan a volantear, según le dijo a La Silla Paisa la abogada Vilma Lezcano, una de las cabezas del ordoñismo en el departamento: “Nosotros no somos ni de equipos ni de medios, sino de convicción”.
Más devotos que maquinaria
El lunes Ordóñez le expuso sus propuestas a parte de la Junta Directiva y a comerciantes de Fenalco Antioquia, según dijo públicamente luego tuvo un almuerzo con bases conservadoras en el hotel Sheraton de Medellín al que también llegaron liberales y uribistas, y por la tarde hizo la reunión en la Fundación Universitaria en la que reforzó el miedo al castrochavismo y a Petro.
Dos personas de su campaña le dijeron a La Silla, por aparte, que no es insignificante el número de excandidatos y líderes barriales del Centro Democrático que llegaron al almuerzo.
“Son esos que ven que hay una falsa derecha, en la que están Marta Lucía y Duque, y una verdadera derecha, que es la que representa Alejandro”, nos dijo un joven voluntario de la campaña que pertenece al grupo católico Cruzada de Fátima, que estuvo en la reunión de menos de 30 personas. “Pero son anónimos, porque no quieren incurrir en doble militancia”, explicó.
Los que sí se ven son los apoyos de comunidades eclesiales como Lazos de Amor Mariano, Cruzada por la Virgen de Fátima (su director, Luis Fernando Escobar, está en la campaña y hace rosarios quincenales “contra el comunismo y la ideología de género” a los que asisten un promedio de 200 personas, le contó a La Silla), Laicos por Colombia (cuya cabeza, Andrés Forero Medina, es candidato al senado con aval conservador); y jóvenes sueltos del movimiento juvenil Emaús.
El enlace entre esas comunidades y la campaña es Lucrecia Gaviria, la protagonista de la novela ‘La Bruja’, de Germán Castro Caycedo, como habíamos contado.
La Iglesia Católica no ha tenido reuniones oficiales con Ordóñez, según nos contaron de la campaña, aún cuando el Arzobispo de Medellín, Ricardo Tobón, haya sido cercano a él.
El único sacerdote que estuvo en el evento de la Autónoma de las Américas, Luis Eduardo Echavarría, le dijo a La Silla que la Iglesia antioqueña no está oficialmente con ningún candidato, pero que simpatiza con los tres de la coalición del No.
Ordóñez también cuenta con el apoyo del candidato a Cámara por el partido Opción Ciudadana Jaime Restrepo, “El Patriota”, abogado y polémico twittero que tiene el respaldo de su Asociación de Víctimas Civiles de las Farc que, según le contó Restrepo a La Silla, agrupa más de 3 mil víctimas directas e indirectas de la exguerrilla en Antioquia. Él no estuvo en la reunión de ayer.
También tiene el respaldo de la cabeza de lista a la Cámara por Somos (el partido que avaló a Viviane Morales) Hilda Luz Jara, del movimiento Católicos por la Familia.
Ordóñez estará el jueves en Pereira y el viernes en Manizales, donde se va a reunir con amigos empresarios, el Comité Intergremial de Caldas, 250 pastores, sacerdotes y el pastor evangélico Pablo Portela, uno de los más conocidos de la ciudad, según nos dijo el empresario Michel Kafruni, el coordinador de la campaña de Ordóñez en el Eje Cafetero.
Kafruni le contó a La Silla que el año pasado el exprocurador estuvo reunido con el obispo de Pereira, Rigoberto Corredor, pero el sacerdote le explicó a La Silla que le acepta reuniones a todos los candidatos que se lo piden, a las elecciones locales o a la Presidencia. Por ejemplo, la semana pasada se reunió con el expresidente Álvaro Uribe en la Diócesis de Pereira, como contamos.
¿Se le apareció la Virgen?
El jueves, cuando Ordóñez llegue a Pereira, el exgobernador de Risaralda (2008-2011) Víctor Manuel Tamayo va a anunciar públicamente su respaldo a la campaña. Ese sería el primer avistamiento de maquinaria que tiene el exprocurador en la región paisa a menos de dos semanas de la consulta interna del No.
Tamayo se lanzó por firmas en el 2015 por el movimiento “Víctor Manuel, sentimiento de todos” y sacó 147 mil votos que quiere poner a disposición de Ordóñez, además de la alianza que tiene con el cuatro veces representante liberal Diego Patiño Amariles.
El exgobernador le dijo a La Silla que va a acompañar a Ordóñez porque le dio una mano cuando quería lanzarse a la Cámara para esta contienda y el Centro Democrático le negó el aval. “Cuando el doctor Gerlein renunció, el doctor Ordóñez me envió un mensaje diciéndome que estaba hablando con el Partido Conservador para que yo cubriera ese espacio”, explicó.
Los conservadores finalmente no le dieron el aval, y decidió armar su propio equipo para las elecciones locales de 2019 y apoyar al exprocurador para la Presidencia.
Ordóñez se fue de Antioquia sin conseguir nuevos apoyos políticos, pues los congresistas del Partido Conservador aún no se deciden públicamente por ninguno de los tres candidatos del No. Mientras tanto, sus dos rivales en la consulta tienen agendadas otras visitas a Medellín.
“Yo tengo a las bases conservadoras de los partidos, a los ‘sin partido’ también. Yo soy el único que garantiza que Colombia no sea otra Venezuela”. Con esa certeza, Ordóñez se despidió de la casa del No.