Álvaro Uribe le ofreció a la senadora de su partido entrar a su baraja de precandidatos, una movida que le da juego al grupo de Zuluaga mientras se defiende por el escándalo de Odebrecht.
Precandidatura de Guerra, salida para Óscar Iván
La ex ministra de Uribe y senadora María del Rosario Guerra entraría a la baraja de candidatos del Centro Democrático.
El fin de semana que pasó, Álvaro Uribe se comunicó por teléfono con la senadora sucreña María del Rosario Guerra de la Espriella para pedirle que fuera una de las precandidatas presidenciales del Centro Democrático. Con ello, el expresidente le dio un voto de confianza a una de sus más cercanas aliadas, hizo un guiño en la Costa (región que dominan políticamente la Unidad Nacional santista y el vargasllerismo), y abrió la puerta para que Óscar Iván Zuluaga anunciara esta tarde que aplaza su candidatura, después de que la Fiscalía confirmó que la corrupta multinacional Odebrecht le pagó 1,6 millones de dólares a su estratega de campaña por debajo de la mesa.
La congresista está considerando la oferta y esta semana le dará una respuesta al ex presidente. Pero dos personas muy cercanas a ella nos confirmaron desde Sucre que su aspiración es un hecho. Y el anuncio de Zuluaga abre un espacio para que eso sea así.
Mucho más teniendo en cuenta que se lo pidió el propio Uribe, quien no suele tener estos gestos con todos sus alfiles, y quien desde enero se ha distanciado de Óscar Iván tras las revelaciones que afectan a éste en el escándalo de Odebrecht.
De hecho, a varios en su partido les ha tocado dar codo y hacer fila para conseguir un cupo que les permita aspirar a algo. Así se vio, por ejemplo, cuando armaron las listas a Congreso hace tres años.
En el caso de Guerra de la Espriella no sorprende, pues ella es uno de los miembros del primer círculo uribista en quien el expresidente más confía.
En ella se apoyó para idear y fundar el Centro Democrático. Al punto en que no sólo le dio voz y voto en la armada de la lista al Senado, sino que la privilegió ubicándola en el apetecido segundo lugar de ese listado: justo por debajo de él.
La legisladora es hija de uno de los clanes de la política tradicional más poderosos de la historia de Sucre: la casa Guerra Tulena que lideraron los hermanos, excongresistas y exgobernadores Julio y José Guerra Tulena.
Este último, precisamente, es el padre de María del Rosario, quien sin embargo nunca hizo política de manera activa en ese movimiento que los dos patriarcas por diferencias comerciales y familiares dividieron en los 90, cuando rompieron relaciones y crearon grupos aparte.
De la rama de Julio (gobernador saliente de Sucre, cuya administración está salpicada por varios casos de corrupción como el llamado cartel de enfermos mentales) es el actual senador del viejo PIN, Julio Miguel Guerra.
Y de la rama de José, son la congresista y sus hermanos: Antonio (senador de Cambio Radical) y Joselito (exsenador, también muy cercano a Uribe, cuyo último recuerdo político es la condena que recibió dentro del escándalo del proceso 8.000, sobre la cual el Comité de Derechos Humanos de la ONU dijo que el Estado no le dio las debidas garantías y recomendó repararlo, aunque la Corte Constitucional se negó a reabrir el proceso).
Con un talante más de tecnócrata que de política, María del Rosario se volvió una persona pública ocupando importantes cargos en el Estado.
Entre otras cosas, asesoró el Plan Nacional de Rehabilitación en el Gobierno Gaviria, gerenció Fonade y, en su primer Gobierno, Uribe le pidió dirigir Colciencias.
También fue coordinadora de la campaña de reelección del Expresidente, quien en su segundo mandato la nombró ministra de Tecnologías de la Información, cargo al que renunció para no inhabilitar la aspiración de su hermano Antonio al Congreso.
Después siguió políticamente al lado de Uribe.
Cuando arrancó el proyecto del Centro Democrático, el Expresidente dejó en cabeza de la Senadora todas las decisiones importantes sobre sus famosos talleres democráticos en todo el país (por ejemplo, dónde se hacían y a quién invitaban).
También fue la exministra la que le habló al oído a Uribe para escoger los miembros de los comités coordinadores del partido en las regiones.
Fue estando en esa posición que varios uribistas la señalaron de haberse movido con decisiones desfavorables para los simpatizantes del exvicepresidente Pacho Santos, quien compitió para ser el candidato presidencial de 2014 frente al exministro Zuluaga.
En ese momento se evidenciaron las grietas y divisiones en el partdo de Uribe y quedó claro que María del Rosario estaba del lado de Óscar Iván, a quien sigue defendiendo ahora que Néstor Humberto Martínez ratificó que la corrupta constructora brasilera había financiado parte de su campaña.
“Sigo creyendo en su inocencia en el caso Odebrecht”, nos dijo la senadora.
Dada la situación por la que atraviesa ahora el ex candidato presidencial del Centro Democrático, la movida de Uribe de ahora podría interpretarse como la forma con la que el expresidente quiere ponerle al grupo de Zuluaga (de los que hacen parte los congresistas Susana Correa, Samuel Hoyos, Nohora Tovar y Daniel Cabrales) otra carta de confianza para apoyar cuando decidan el mecanismo con el que elegirán un candidato único.
Sabiendo que queda con una gran aliada en la baraja de precandidatos, a Óscar Iván le podría resultar menos dramático renunciar a su aspiración para aclarar el tema de los supuestos dineros que entraron a su campaña, cosa que le pidió Uribe, quien públicamente se desmarcó de él.
La mala hora de Óscar Iván
Desde que salió de la dirección del Partido, a finales de enero, Óscar Iván lleva más tiempo defendiéndose de las denuncias en su contra por su supuesta relación con Odebrecht que haciendo campaña.
Hasta el cierre de esta historia había expectativa sobre una posible comunicación de Zuluaga para ampliar las explicaciones, luego del comunicado del lunes de la Fiscalía, en el que dijo que cuenta con nuevas pruebas para decir que Odebrecht intentó entrar a las dos campañas presidenciales de 2014.
La Fiscalía dice además que el pago a Duda Mendonca, el asesor internacional de Zuluaga en 2014, por parte de Odebrecht se hizo en dos cuotas a favor de una empresa off shore en Panamá.
Zuluaga arrancó el año con una victoria a medias: el archivo de la fiscalía de la investigación por el caso del hacker Andrés Sepúlveda (la investigación dice que él no tuvo nada que ver con la contratación de Sepúlveda), pero el alivio no era completo porque sigue la investigación contra su hijo, David Zuluaga, gerente de su campaña.
Menos de tres semanas después, la Fiscalía trasladó al Consejo Electoral las pruebas que hasta ahí tenía del presunto ingreso de dineros a la campaña de Zuluaga, para que las investigara. A eso se sumó las declaraciones de ‘Duda’ Mendonca a la Fiscalía brasilera, quien dijo que Odebrecht le pagó 1.6 millones de dólares para “completar” la asesoría al uribismo, a lo que Zuluaga respondió con un informe de la financiación de su campaña, pero como dijimos el hecho de que haya usado a una empresa contratista del Estado, como Odebrecht (para la cual trabajaba su aliado Daniel García Arizabaleta), ya era escandaloso.
Zuluaga contrató abogados en Brasil, mientras en Colombia su abogado Jaime Granados pidió a la Fiscalía investigar a García Arizabaleta.
Y desde que salió el comunicado de la Fiscalía a inicios de esta semana, en el Centro Democrático reina el silencio en torno a Óscar Iván
A diferencia de otras ocasiones, como el escándalo del hacker Sepúlveda, donde el Centro Democrático cerró filas en torno suyo e incluso llegaron a decir que el Gobierno había robado las elecciones, ahora es diferente.
Casi al mismo tiempo en que la Fiscalía revelaba nuevos adelantos en el escándalo de corrupción, hubo reunión del Partido, pero ninguno de los asistentes puso el tema, ni propuso un comunicado en respuesta a las declaraciones de Néstor Humberto Martínez sobre su precandidato, según dijeron a La Silla dos senadores asistentes.
Uribe ha sido el único miembro del Partido en hablar, a través de un trino, para presionar que Zuluaga diera explicaciones sobre las revelaciones de la Fiscalía.
Antes de pronunciarme sobre la información del señor Fiscal General, espero hablar con el doctor Óscar Iván Zuluaga.
— Álvaro Uribe Vélez (@AlvaroUribeVel) 7 de marzo de 2017
Un Senador nos dijo que la situación del precandidato es más complicada ahora, debido al último comunicado del Fiscal.
“Ya con declaraciones de Néstor Humberto es diferente, todo se torna más complicado para Óscar Iván”, dijo, en referencia a la confianza que el Partido ha mostrado en la independencia del Fiscal.
De todos modos para este Senador y otros dos que consultamos, por aparte, la actitud de Uribe sí es diferente respecto a Zuluaga en este momento.
Por ejemplo, cuando el otro precandidato Iván Duque reveló que había estado en la reunión entre Zuluaga, su hijo David Zuluaga, Daniel García Arizabaleta, y Duda Mendonca en Brasil, Uribe fue el que le pidió que saliera en medios para aclarar su papel en el encuentro. Y así lo hizo.
Y también lo ha defendido públicamente ante la campaña negra interna del partido en redes sociales.
Hay que ignorar estas infamias que pretenden hacer daño al Centro Democrático, por fortuna con jóvenes como Iván Duque pic.twitter.com/OC1e8uZAoh
— Álvaro Uribe Vélez (@AlvaroUribeVel) 3 de marzo de 2017
Y aunque en el Congreso pocos hablan de Zuluaga, en la dirección del Partido sigue teniendo aliados, como José Felix Lafaurie, quien nos dijo que su tesis es que Duda fue usado por la empresa corrupta para entrar en las campañas políticas de todo el continente.
“Sigo creyendo en su integridad y en la de la campaña. Primero hubo un complot en su contra (en referencia al hacker Sepúlveda) y ahora creo que Duda era instrumento de Odebrecht para llegar a los círculos de poder si ganaba la Presidencia”, nos dijo Lafaurie, quien también hizo parte de la campaña de Zuluaga en 2014.
Ampliar la baraja
Aunque pueda ser una simple coincidencia de tiempo, las nuevas revelaciones de la Fiscalía llegan cuando Uribe busca ampliar la baraja de candidatos, como nos dijo un uribista que no hace parte del Partido, para que no solamente compitan Zuluaga, Duque y Carlos Holmes Trujillo.
“Llegarán más, sobre todo dentro del uribismo”, nos dijo una congresista.
Y ya Uribe se está moviendo.
El viernes anterior se reunió con el exprocurador anulado Alejandro Ordóñez, para concretar una alianza de aspirantes que apoyaron el No en el plebiscito, en la que estaría Ordóñez y Marta Lucía Ramírez. Antes, dentro del Partido se rumoraba la posibilidad de que otra mujer, la senadora Paloma Valencia, lanzara su precandidatura y hasta hubo ofrecimientos al ex senador Juan Lozano, pero éste declinó.
Además, como contamos, sectores uribistas en Antioquia esperan que la Corte Suprema absuelva al ex gobernador Luis Alfredo Ramos, quien estuvo tres años preso por presunta parapolítica.
Si llega Ramos, sería otro golpe para Oscar Iván, ya que parte de sus apoyos en Antioquia son de base ramista.
Pero la que pocos dentro del Partido se esperaban que surgiera como otra alternativa era Guerra de la Espriella. Si ella acepta, será una señal más elocuente que el silencio de Zuluaga, de que el ex ministro de Hacienda de Uribe hará más temprano que tarde una salida de la escena.
Nota del editor: actualizamos la nota el miércoles a las 7 pm, después de que Zuluaga anunció que aplaza su candiadatura.