Quintero metió a los empresarios al show de la revocatoria, pero a algunos ni les avisó

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Además de la polémica por la injerencia política de Fenalco Antioquia en favor de la Alcaldía, hubo una estrategia coordinada de la administración para poner a otros gremios de su parte, que reveló viejas alianzas con los políticos tradicionales.

Este lunes comenzó oficialmente el proceso de revocatoria en Medellín: los promotores y el alcalde Daniel Quintero tuvieron un cara a cara en una audiencia pública ante el Consejo Nacional Electoral (CNE). 

Pero la disputa real empezó desde la semana pasada y tuvo, de fondo, un intento coordinado de la Alcaldía por poner a los empresarios de su parte. En algunos casos en contra de la voluntad de estos; en otros recurriendo a vínculos que Quintero heredó de su época en la política tradicional, en especial en el Partido Conservador.

Así transcurrió la primera escena del show de la revocatoria, que como contamos la semana pasada, tiene más de espectáculo para los bandos que posibilidades reales de cambiar el mandato en la ciudad. Un espectáculo al que ahora Quintero mete a los empresarios, actores preferidos del Alcalde en su teatralidad

La primera señal de la estrategia la dio Carlos Andrés Pineda, quien hasta la semana pasada fue director para Antioquia de la Federación Nacional de Comerciantes (Fenalco). El lunes, Pineda estuvo en la sede de la Registraduría en Medellín como uno de los ciudadanos a favor del Alcalde para la audiencia.

El dirigente gremial fue fotografiado en el lugar por los promotores de la revocatoria, y se abrió una polémica en redes sociales por su participación política. Esto desató una cadena de renuncias de al menos seis empresas de Fenalco por la “politización dentro de la federación”, y le terminó costando el cargo a Pineda.

Fenalco Antioquia respondió, el miércoles, que Pineda se había inscrito “como observador” de la audiencia, pese a que el modelo de la Registraduría solo permitía firmar a favor o en contra. Pero el viernes la dirección nacional de Fenalco se desmarcó y ofreció disculpas a los empresarios antioqueños.

Esa misma tarde, el alcalde Quintero empezó una campaña desde su cuenta de Twitter agradeciendo a los gremios por su supuesto respaldo. 

El detalle fue que no les avisó.

La Silla habló con cuatro de los diez gremios a los que el Alcalde exaltó por “poner primero a Medellín”. Cotelco, Analdex, la Andi y Anato nos dijeron que no fueron consultados y que no querían tomar partido en la revocatoria. 

Quintero llegó incluso a tomar publicaciones previas y las hizo pasar como respaldos gremiales. Compartió una foto de una reunión con Analdex el 14 de enero, antes de la polémica, con el mensaje: “Analdex, vamos con toda”.

Javier Díaz, presidente de la Asociación Nacional de Comercio Exterior (Analdex), nos dijo: “Me imagino que como no firmamos la revocatoria interpretan que estamos de su lado. Como quien dice: ‘Si no estás conmigo estás contra mí’”.

Si no estás contra mí, estás conmigo

Pero lo que se supo la semana pasada fue solo la parte visible de la estrategia. Tres fuentes de los gremios en Medellín le dijeron a La Silla que la Alcaldía los contactó desde antes de que empezara la polémica por Fenalco y les pidió firmar una carta de respaldo a la administración frente a la revocatoria.

“De la Alcaldía se comunicaron con nosotros. En primera instancia fue una llamada, luego fue otra llamada preguntándonos si estábamos de acuerdo en firmar la carta. En las dos ocasiones se les dejó clara que nuestra postura era neutral. Ellos lo entendieron y dijeron que eso no iba a cambiar nuestra relación”, dijo Sandra Restrepo, directora en Antioquia de la Asociación Hotelera y Turística de Colombia (Cotelco). 

 

Según otras dos fuentes gremiales, que pidieron no ser citadas para no tener problemas con la Alcaldía, quien coordinó la estrategia de las cartas fue el Secretario de Desarrollo Económico, Alejandro Arias.

Consultado por La Silla, el funcionario respondió: “Nunca hemos direccionado a los gremios para que participen en política”.

Al preguntarle puntualmente si él o la Secretaría de Desarrollo enviaron documentos a los gremios relacionados con la revocatoria, Arias no dijo explícitamente que no.

“Yo conocí muchas cartas, que nacieron de iniciativas de varias personas; muchas de apoyo, otras diciendo que no se meterían. Posiblemente algunas las reenvié a varios para preguntarles si era verdad que estaban a favor de la revocatoria. Incluso les sugerí que hicieran un comunicado entre todos para que la información no se siguiera movilizando de esa manera. Hubo mucha desinformación”, respondió.

Así, varios de los gremios a los que Quintero les agradeció el viernes por “poner primero a Medellín” ya le habían contestado a la Alcaldía que no querían meterse en la disputa por la revocatoria.

“Obviamente no es ético. No estamos de acuerdo con cómo nos abordó”, nos dijo una de las fuentes de los gremios que pidió no ser citada porque “nos toca trabajar más años con esta alcaldía”.

Paula Cortés, presidenta de la Asociación Colombiana de Agencias de Viaje y Turismo (Anato) le dijo a La Silla: “No sé de dónde salió ese trino, a nosotros no nos han pedido nada y como gremio no tomamos partido en ese tema. En ese trino, de hecho, el Alcalde no nos arroba, así que ni nos llegó”.

Algunos, como el director de la Asociación Nacional de Empresarios de Colombia (Andi), Bruce Mac Master, optaron por una salida diplomática. El dirigente gremial publicó un trino en el que dijo que todas las ciudades estaban “de primero” para la Andi y que respetaban las instituciones y la democracia. En otro, en el que le preguntaron directamente si estaba a favor del Alcalde, respondió que no le correspondía tomar partido.

Horas después, sin embargo, Quintero citó el primer mensaje de Mac Master, en medio de su campaña de agradecimiento por el respaldo de los gremios. 

Para el secretario Alejandro Arias, las publicaciones del Alcalde no tenían que ver con la revocatoria: “Lo que no puede pasar es que todos los temas se los tomen personales. No interpreto el mensaje del Alcalde como a favor o en contra de la revocatoria, es poner a Medellín primero”.

Para el Secretario, no había intención detrás del mensaje del Alcalde. Pero las relaciones previas y cercanas de la Administración con dos de los gremios que sí salieron a apoyar explícitamente a Quintero frente a la revocatoria (Fenalco y Acopi) hacen difícil “no tomarse personal” sus apoyos. 

Viejas alianzas azules

Algunos de los otros nombres que estuvieron involucrados en la polémica de la semana pasada, incluyendo el del propio secretario Arias, tienen vínculos con los sectores tradicionales a los que Quintero fue cercano cuando comenzó su carrera política.

El primer intento electoral del hoy alcalde fue como candidato al Concejo de Medellín por el Partido Conservador en 2007. Llegó a esa lista, como contamos, por su cercanía con el entonces secretario general del partido, Álvaro Guillermo Rendón, hoy gerente de Empresas Públicas de Medellín (EPM).

Rendón no es el único conservador de esa época que tiene un lugar privilegiado en la administración de Quintero, o en los gremios con los que éste mejor se lleva. 

Uno de los compañeros de lista de Quintero en 2007 era el propio Carlos Andrés Pineda, el ex director de Fenalco Antioquia que perdió su puesto por estar en el evento de la revocatoria. Antes de llegar a los gremios, Pineda hizo su intento en la política como parte del grupo conservador de Manuel Ramiro Velásquez, conocido como ‘los pinochos’.

El candidato azul ese año a la Alcaldía, de la línea de ‘los Pinochos’ y respaldado por todos los candidatos al Concejo (entre ellos Pineda y Quintero) fue Gabriel Jaime Rico, quien hoy es gerente para el Área Metropolitana de la Asociación Colombiana de las Micro Pequeñas y Medianas Empresas (Acopi), uno de los gremios a los que Quintero les agradeció su respaldo la semana pasada.

En el 2007 todos se quemaron: Quintero y Pineda al Concejo, y Rico a la Alcaldía. Los nexos, sin embargo, se mantuvieron, y hoy ayudan a entender la relación de Quintero con un sector del empresariado antioqueño.

Cuando Quintero fue elegido alcalde en 2019, designó a Rico como parte de su equipo de empalme. Como contamos, para entonces Rico ya era un político tradicional con antecedentes de presuntos malos manejos de recursos públicos cuando dirigió Plaza Mayor. 

Rico, hoy dirigente gremial que apoya a Quintero desde Acopi, aspiró a la Alcaldía en fórmula con Luis Pérez (quien llegó a la gobernación), respaldado por sectores tradicionales cuestionados como el senador liberal Julián Bedoya, quien tiene un proceso por presunta falsedad en documento público; y Olga Suárez Mira, del investigado clan político de Bello, y cuyo hermano fue condenado el año pasado por recibir dineros del paramilitarismo.

Después de ser parte del empalme de Quintero, Rico no fue nombrado como funcionario de la Alcaldía, aunque allí quedó uno de sus aliados más cercanos: Alejandro Arias, quien fue su secretario privado en la campaña de 2015, y hoy es uno de sus interlocutores claves al ser el funcionario encargado de hablar con los gremios para la reactivación económica. 

El puesto que Rico ocupa en Acopi fue creado en septiembre del año pasado. Un par de semanas antes del nombramiento, el gremio firmó con la administración de Quintero, a través del Área Metropolitana, un contrato por 2.500 millones de pesos para “aunar esfuerzos para la implementación de procesos de transformación digital”.

Quintero, un alcalde que como contamos ha venido peleando con los empresarios, tenía hasta hace una semana (antes de la salida de Pineda) a dos de sus exaliados políticos en los gremios con los que mayor interlocución mantiene: Acopi y Fenalco. Tras la tormenta, aún le queda Rico y ya le ofreció a Pineda hacer parte de la Alcaldía.

El comienzo de la revocatoria puso al Alcalde a hacer una lista de sus aliados, y en ella incluyó casi por la fuerza a algunos gremios. Este primer pulso, sin embargo, revela que el apoyo amplio que Quintero quiso mostrar del empresariado no existe. 

Por un lado, porque los gremios neutrales fueron lanzados al espectáculo que montó Quintero sin aviso, interpretando la neutralidad como apoyo. Y por el otro, porque los dos grandes voceros empresariales que sí dieron un apoyo explícito son también sus viejos aliados de la política tradicional. 

Al final, con esta jugada Quintero ganó al volver a poner agenda y hacer ruido, pero perdió a su aliado en Fenalco. Y en lugar de una lista de respaldos, el Alcalde aumentó su inventario de quejas, por la molestia de quienes terminaron en el escenario político de la revocatoria, donde muchos empresarios no querían estar.

 

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