Rebelión contra Lizcano por la Procuraduría

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Varios senadores, cercanos a Fernando Carrillo, quieren que se elija Procurador lo antes posible. Para eso piden acortar el cronograma que presentó el Presidente del Senado.

Un sector de los senadores de la Unidad Nacional no quedaron contentos con la orden del presidente del Senado, el caldense Mauricio Lizcano, de dejar para la segunda semana de noviembre la elección del nuevo Procurador General de la Nación. Eso ya formó una rebelión tal que, según supo La Silla, un grupo de ellos presentarán en la plenaria de la próxima semana una proposición para que la votación se lleve a cabo antes, entre el 26 de octubre y la primera semana de noviembre.

El documento lo firman liberales como Horacio Serpa y Luis Fernando Velasco, conservadores y de copartidarios de Lizcano de La U, como Armando Benedetti, todos cercanos a la candidatura del ex minsitro liberal Fernando Carrillo.

 

Dos de ellos le explicaron a La Silla que sienten que el cronograma de Lizcano busca demorar la elección. Argumentan que, como contamos, Lizcano estaría apoyando en su bancada a la ex magistrada María Mercedes López, candidata conservadora a la procuraduría ternada por el presidente Juan Manuel Santos y a quien le convendría que la elección se demorara.
 
Lizcano ha negado esas intenciones. Le dijo a La Silla que su decisión busca que haya transparencia en el proceso, con cronograma que incluye publicar las hojas de vida hoy, recibir los comentarios ciudadanos entre mañana y el viernes 14, confirmar que los ternados cumplan con los requisitos entre el 18 y el 24 de octubre, escucharlos en audiencia el 25 y anunciar la plenaria en la que se llevará a cabo dicha elección el 1 de noviembre.

Así mismo, en la plenaria de hoy aseguró que ese proceso aplica dos convenios internacionales de transparencia firmados con el Congreso. 
 
La molestia de quienes apoyan a Carrillo tiene sentido porque hoy el ternado por el Consejo de Estado parece tener los votos listos para ser elegido, sumando un sector grande de La U, la totalidad de los liberales y al menos 7 conservadores que están presionando en el directorio de esa colectividad para que el voto no sea en bancada y así puedan votar por él.

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