En medio de la crisis económica más profunda de la historia del país, los municipios y departamentos tienen a su disposición una bolsa de, al menos, 5 billones de pesos de regalías que no se han gastado. Plata parqueada, mientras en Colombia se ha disparado la pobreza y el desempleo.
Regiones tienen 5 billones de regalías en el banco, mientras hay 21 millones de pobres
Proyecto productivo de Quinoa financiado con recursos de regalía en Caldono, Cauca. Fuente: Flickr DNP
El monto es enorme. Es alrededor de media reforma tributaria, como la que plantea ahora el Gobierno Duque, para buscar recursos adicionales para paliar la crisis social. La responsabilidad de este “escándalo” burocrático, como lo califica un alto exfuncionario, se reparte entre los alcaldes, gobernadores y el Gobierno central.
Las regalías son la plata que recibe el Estado por la explotación de sus recursos naturales no renovables, como el petróleo, el gas, el carbón, el oro y las esmeraldas. Es plata que pagan las empresas, de acuerdo a su producción y al precio de las materias primas, y administra el Departamento Nacional de Planeación (DNP) y el Ministerio de Hacienda, que se la gira a municipios y departamentos, que tienen la responsabilidad de presentar proyectos para que les desembolsen la plata.
Además de la plata que se tiene en caja, según cálculos del exsubdirector del DNP, Diego Dorado, hay en total 22,3 billones de pesos que las entidades territoriales podrían estar comprometiendo desde ya, así no los tengan a la mano, que tampoco se están moviendo.
Los cálculos del DNP son menores, pero lo que está fuera de toda controversia, y fue confirmado a La Silla por el DNP y el Ministerio de Hacienda, es que en este momento en la cuenta única de regalías hay 5,5 billones de pesos que no han sido comprometidos. Esto a pesar de que se pueden invertir para mejorar la calidad de vida de las 21 millones de personas que hoy, en Colombia, viven con menos de 327.000 pesos al mes, e incluso para atender la pandemia.
De dónde viene la plata
Como todo lo que tiene que ver con las regalías, explicar de dónde salen las cifras es complejo.
De acuerdo con los datos del DNP, en este momento en la cuenta única del Sistema General de Regalías hay 19,6 billones de pesos, de los cuales 14,1 billones están comprometidos en proyectos que han venido siendo aprobados desde años anteriores, y en lo que va de este año.
Eso da el saldo de los 5,5 billones de pesos que están sueltos.
Pero otra es la cifra que está registrada en el Sistema de información y consulta de distribuciones de recursos territoriales (Sicodis, un portal que recoge la información de lo que el Gobierno Nacional le gira a las regiones y lo que reportan departamentos y municipios), y la que toma como referencia el exfuncionario Dorado.
El Sicodis muestra que hay 30,6 billones que el sistema presupuesta que tendrá disponibles entre 2021 y 2022, pero no toda esa plata se puede comprometer. La ley de regalías actual dice que para blindarse del vaivén de los precios y de la producción de las materias primas (con base en la cual se calculan las regalías que pagan las empresas), hay que reservar un 20 por ciento de esa plata.
Es decir no son 30,6 sino 24,6 billones que se podrían comprometer en este momento, de los cuales hasta ahora solo se han comprometido presupuestalmente 2,27 billones.
Comprometido presupuestalmente quiere decir que ya se sabe cómo se va a invertir. No que se haya invertido o contratado con esos recursos. En otras palabras, las cuentas con el Sicodis muestran que se podrían planear inversiones con 22,3 billones de pesos con plata de regalías.
“El dato es escandaloso”, dijo Dorado a La Silla. Según sus cifras, a principios del Gobierno el monto sin invertir era de 8,1 billones de pesos, lo que quiere decir que el saldo quieto ha aumentado.
Aunque una fuente de planeación dijo a La Silla que el problema era del Sicodis, que no tenía reportada toda la plata de los proyectos que está comprometida, Dorado (quien también escribe en la red social de La Silla Llena) sostiene que la información de ese sistema se utiliza para tomar decisiones al interior del DNP.
Lo curioso, es que ese trancón de inversión se de justo cuando en septiembre del año pasado el Ministerio de Minas y Energía logró sacar adelante una ley en la que el objetivo principal era que se invirtiera esa plata con mayor facilidad. Que fluyera el dinero de las regalías a los municipios y departamentos.
Como contamos en esta historia, una vez aprobado ese proyecto, en septiembre de 2020, el temor que manifestaron varios expertos era que se hiciera feria con la plata de las regalías. Pero el problema ahora es que ha ocurrido todo lo contrario. La definición de en qué se va a gastar esa plata va a paso de tortuga.
Este cuadro resume la información de cómo van las regalías en los departamentos. Hay que tener en cuenta que la cifra aquí dispuesta se hace sobre las cifras estimadas que están en el Sicodis, que son los datos públicos y oficiales disponibles para consulta.
La paradoja es que parte de la explicación de por qué no se está comprometiendo esta plata es que los cambios incorporados al sistema de regalías, aún están aterrizando.
La gran promesa pendiente
Repartir la mermelada en toda la tostada. La mermelada eran las regalías, la tostada, el país, y esa fue la promesa con la que en 2012 el entonces ministro de Hacienda, hoy precandidato conservador, Juan Carlos Echeverry, promovió una reforma de regalías que le quitó buena parte de estos recursos a municipios y departamentos productores.
La reforma fue nefasta para los municipios y departamentos productores, que vieron recortados sus ingresos en un 78 por ciento. Y para las empresa mineras y petroleras, que sostienen aún hoy que buena parte de la conflictividad de muchas comunidades a estas industrias viene de ese recorte. En parte, ese cambio generó una ola de insatisfacción en regiones productoras, que asumían todos los efectos negativos del petróleo y la minería, y recibían menos regalías. Cientos de consultas locales para prohibir esa explotación se esparcieron en esos municipios.
Por eso la promesa del Gobierno Duque fue regresar esa plata a los productores de minerales e hidrocarburos. Y lo hizo con una reforma a las regalías de 2020. La nueva ley hizo que la plata directa que le llega a esas entidades territoriales pasara del 11 al 25 por ciento. Además, se simplificaron los mecanismos para invertir las regalías. (En este artículo detallamos los cambios que tuvo el sistema)
Luego de aprobada la reforma, en diciembre del 2020 se aprobó en el Congreso el presupuesto bienal de regalías y el decreto reglamentario de la reforma. Pero hasta marzo del 2021 quedó ajustado el sistema donde los municipios y los departamentos reportan los proyectos de inversión con la plata de regalías.
Al revisar los datos del Sicodis, incluso esos municipios con alta producción de minerales y petróleo, que fueron los que más se quejaron por que les devolvieran las regalías, están quedados en la gestión de proyectos.
Hicimos una selección de 32 municipios productores de petróleo, gas, carbón, oro, plata, cobre, níquel y esmeraldas, y buscamos los de mayor producción de cada mineral, seleccionando una muestra que además representara a las distintas regiones del país. De esta selección, a corte del 9 de junio de este año, había 13 municipios que no tenía ni un peso comprometido y solo nueve tenía más de 10 por ciento.
En esta gráfica detallamos los datos de 10 de esos municipios.
En esta muestra de 32 municipios, encontramos que de 1,16 billones de regalías directas, que pueden destinar de manera autónoma a proyectos de inversión sin autorización de ninguna otra entidad, solo se han comprometido 92.628 millones.
En los departamentos hay 6 billones de regalías directas estimadas para el bienio, de los que se han comprometido apenas 837.435 millones.
Entre darle tiempo al sistema y el dolor de la ineficiencia
¿Por qué hay tan poca plata comprometida? Cuando le preguntamos al Ministerio de Minas por qué iba tan lenta la destinación de la plata de las regalías nos respondieron, por escrito: “Esa pregunta es de fondo para las entidades territoriales (...) Son ellas las que lideran las etapas del ciclo de los proyectos de inversión, es decir la presentación, viabilidad, priorización y aprobación a los proyectos a ser financiados con la mayoría de las asignaciones que establece el sistema”.
En efecto, como se ve en los datos de los municipios, si bien la mayoría están muy quedados en comprometer la plata, algunos han sido más eficientes que otros.
El presidente de la Federación Nacional de Departamentos, Didier Tavera, dijo a La Silla que la razón porque no hay tanta plata comprometida es porque entre la pandemia, la reglamentación de la reforma y la adaptación de los sistemas nacionales, departamentales y municipales a estos cambios, apenas se están gestionando los proyectos.
“La nueva operatividad del sistema exige cambios y tanto Gobierno nacional como territorial se encuentran adecuando normas, procesos y sistemas de información”, dijo. “Los entes territoriales están trabajando. Hace menos de un mes se aprobaron 87 proyectos por $1,1 billones”, agregó.
El director de Regalías de Antioquia, Leandro Pestaña, dice que en efecto el hecho de que los proyectos no se hayan concretado y viabilizado, no quiere decir que no estén trabajando en ello. Este departamento -según datos del Sicodis- es el que tiene más plata en el presupuesto de regalías con 2 billones de pesos, solo se han asignado 102.000 millones.
Pestaña le afirmó que en la próxima semana, después de una reunión que tienen con el DNP, mostrarán el plan de cómo se va a destinar esos recursos. Un plan que, como lo ordena el nuevo sistema de regalías, fue consultado con empresarios, organizaciones sociales, alcaldes y miembros de la comunidad.
Pero también nos dice que ha habido algunas demoras en afinar el sistema del DNP al nuevo esquema y en parte de la reglamentación.
“El DNP todavía está terminando de afinar, de hacer ajustes de ingeniería, el primer semestre le han estado trabajando mucho. Aparte de eso estamos pendientes de que dejen en firme las condiciones que deben tener los proyectos”, dijo Pestaña. Las condiciones que hay hasta el momento son preliminares.
También nos dijo que por la pandemia y las restricciones de movilidad se han retrasado trabajos de campo necesarios para terminar los estudios de viabilidad de proyectos de infraestructura.
La misma fuente del DNP, que no nos permitió citarla porque no es vocera oficial, nos dijo que en efecto hay un factor del ciclo de las regalías. Que por lo general arrancando el bienio la inversión arranca lenta, pero se acelera en el segundo año. Además porque entre más complejo es el proyecto más tiempo tardan los estudios para hacerlo viable.
Pero otros municipios han logrado reservar más plata de regalías, aún con estos inconvenientes.
Por ejemplo, Yondó (Antioquia), que tiene en su territorio uno de los campos petroleros más viejos del país, Casabe, tiene 36.482 millones de pesos presupuestados para este bienio (22.000 millones como regalías directas). De esa plata ya tiene comprometido 18.000 millones, casi la mitad, uno de los pocos que lleva más del 10 por ciento.
El alcalde de Yondó, Fabián Antonio Echavarría, le dijo a La Silla que la reforma trajo la gran ventaja de que les permite a los municipios viabilizar sus propios recursos. Pero eso también trae un reto: “hay que ser muy diligentes”.
Los municipios pueden darle el visto bueno a sus propios proyectos, pero si no tienen la capacidad de hacerlo tienen que acudir al DNP para que les dé el visto bueno. “Nosotros optamos por tener en el equipo profesionales idóneos que han trabajado con el DNP, que hace el proceso de evaluación y agiliza el proceso”, explica.
Para el senador del partido Verde, Jorge Londoño (Boyacá), en realidad la baja ejecución que se ha visto hasta ahora es una muestra del fracaso de la reforma, a la que él se opuso. Londoño es invitado permanente a la Comisión Rectora (que dicta las normas del Sistema de Regalías), y dice que no todos los municipios tienen la capacidad técnica para montar los proyectos.
“Las metodologías son muy complicadas para los municipios y para los departamentos, te aseguro que no es por falta de proyectos”, dijo a La Silla.
Del DNP nos dijeron que tenían un equipo de 150 profesionales dándole asistencia técnica a los municipios que pidan apoyo para sus proyectos.
Para Pestaña, en los próximos meses, cuando el sistema esté funcionando a cabalidad, seguramente veremos un avance en el presupuesto de regalías de Antioquia y probablemente en otras entidades territoriales del país.
En septiembre, cuando revisemos nuevamente los datos de Sicodis, veremos qué tanto del retraso en el presupuesto tiene que ver con que el sistema apenas está arrancando y qué tanto porque los municipios están quedados con sus proyectos.
Por ahora, cada día que pase sin que se gestionen los proyectos de inversión con plata de regalías es un día que se pierde en la meta de que el país reactive su economía, con la plata que ya tienen los Gobiernos en sus bolsillos.