Con polémicas negociaciones con bancadas de derecha sacó adelante la reforma política y la JEP en sus penúltimos debates en Senado. Quiere llegar a tener 190 mil votos por fuera del Valle para 2018.
Roy, el salvavidas del fast track
El senador y exnegociador de La Habana Roy Barreras es la carta final que usará el Gobierno para salvar los proyectos que reglamentan el Acuerdo con las Farc, a menos de 10 días de acabar el Fast Track.
Con su probada habilidad política que sirvió en Cuba para sacar adelante el punto de reincorporación de las Farc, y sus contactos con otras bancadas en el Congreso, la reforma política y la reglamentación de la JEP, que hace dos semanas se daban como muertas, ahora serán las únicas que pasarán el corte del próximo 30 de noviembre.
En ambas el Senador vallecaucano jugó un papel clave.
El as bajo la manga
En el Gobierno Barreras es considerado como uno de los últimos aliados de la paz que quedan, luego de que el vargasllerismo se fuera de la coalición y ésta quedara a merced de los conservadores que están en coqueteos con el exvicepresidente mientras sus candidatos presidenciales más viables están con el uribismo.
“Roy siempre ha sido alfil del Gobierno. Tiene un papel importante ahora, es un buen negociador”, nos dijo una alta fuente de la Casa de Nariño.
Por su capacidad negociadora con otras bancadas, porque actualmente no tiene líos jurídicos (caso diferente a otros alfiles del Gobierno en el Congreso como su compañero de La U, Armando Benedetti), Roy tomó protagonismo en los últimos días.
El impulso de Roy sirvió para que en la última semana y media salieran adelante en el Senado dos proyectos de reglamentación clave, ya fuera como ponente o como negociador en la sombra.
La reforma política, que hace dos semanas muchos dieron como muerta y duró 5 meses en la Cámara tras la pelea pública entre el ministro del Interior, Guillermo Rivera, y Rodrigo Lara, pasó en solo cinco horas de debate en Comisión Primera de Senado mientras Roy era el ponente.
Gran parte de esa aprobación (12 votos contra 1) se dio por la negociación tras bambalinas que hizo el senador vallecaucano con sus colegas.
Por ejemplo, impulsó la polémica propuesta que como revelamos permite el transfuguismo para 2018, para “que se fueran los que no se sienten cómodos en sus partidos”, nos dijo en ese momento.
Se refería, al menos en su partido, La U, a los senadores que ya están con el vargasllerismo, como Mauricio Lizcano y José David Name.
Llegó, además, a acuerdos con los conservadores para que apoyaran la polémica propuesta a cambio de eliminar la obligación de que todos los partidos tengan lista cerrada a partir de 2022.
Esa propuesta no entrará en la ponencia final de la reforma para la plenaria de Senado, sepultando aún más las intenciones iniciales de este proyecto para organizar los partidos por dentro.
En la JEP, aunque el ponente era el liberal Horacio Serpa, Roy ayudó a mover la votación de su Partido y de otras bancadas clave para el quórum como pasó con los conservadores.
Además impulsó el voto de Cambio Radical, a cambio de las polémicas inhabilidades a los magistrados de la JEP, que dejaba por fuera a los miembros del Tribunal de Paz que hayan trabajado en organizaciones de defensores de derechos humanos, una jugada que le gustaba a la derecha, pero que el mismo ministro Rivera dijo que era inconstitucional.
Esto le permitió tener los votos para aprobar la reforma, y muy probablemente la Corte Constitucional tumbará ese acápite.
“Él firmó la propuesta de las inhabilidades. La plenaria estaba alborotada, se sentó con nosotros y logró ese voto de nosotros y de Cambio”, nos dijo el senador azul Juan Diego Gómez, vocero conservador para la JEP.
Como ya está montado en el bus de la paz y por ahora no piensa desentenderse de ella, Roy nos dijo que espera recoger los frutos de su defensa a ultranza de la paz de Santos, a través de dos planes: expandir su proyecto político más allá de su natal Cali e impulsar la candidatura de Humberto de la Calle para la Presidencia, con lo que quede de La U.
Más allá del Valle
En la última convención de La U de septiembre quedó definido que Barreras sería la cabeza de lista al Senado de esa colectividad a 2018. Por eso, su meta es tener al menos 190 mil votos, cifra que en 2014 hizo que Jorge Robledo fuera el congresista más votado del país.
Una tarea que no le queda sencilla. En 2014 Roy fue apenas la novena votación de La U (80 mil votos y de esos la tercera parte fueron en el Valle) y en el Valle su contendora más fuerte, la gobernadora Dilian Francisca Toro, y su grupo político pusieron 100 mil votos a Roosevelt Rodríguez, además de tres representantes, lo que le hace tener bancada propia dentro del Partido.
Como los planes del grupo de la baronesa son el de tener dos senadores (y uno de esos automáticamente le peleará a Roy la curul en Valle) y mantener a sus tres representantes, Roy expandirá su trabajo de campaña más allá de este departamento, aunque este domingo en Cali tendrá una reunión con 600 personas de su movimiento acá, además de 12 diputados de varios departamentos y 12 candidatos al Congreso.
En el Valle solo tendrá a un candidato de fórmula a la Cámara, quien será John Jairo Hoyos, hijo de Jairo Hoyos, uno de los diputados del Valle asesinados, y quien, como contamos en La Silla Pacífico, se había acercado a varios partidos como liberales y Verdes para buscar aval pero al final se quedó con La U.
En otros lados ya comenzó a armar equipo. La semana pasada confirmó su alianza con el senador Jorge Géchem, quien bajará a la Cámara por el Huila y será su fórmula allá. En el Tolima se aliará con el representante Jaime Yepes; en el Cauca le apostará mínimo a tres fórmulas: Felipe Muñoz, excandidato a la gobernación del departamento, el exalcalde de Santander de Quilichao Luis Eduardo Grijalba y el representante John Jairo Cárdenas.
Y así espera confirmar más apoyos en las próximas semanas.
El apoyo a De la Calle
Luego de tener una base política armada a nivel nacional, el siguiente paso será el de buscar los apoyos dentro de su Partido para que al final le den el respaldo a Humberto de la Calle y fortalecer la coalición del Sí para las presidenciales.
Con De la Calle el Senador se reunió en plena campaña roja y según su grupo político le movieron al menos 2 mil líderes en el Valle el domingo (algo que en La Silla Pacífico no logramos constatar como contamos acá porque no los vimos en la calle moviendo gente).
De todos modos, Roy es el apoyo más directo que el candidato rojo tiene dentro del autodenominado partido del Presidente.
Y para armar esa coalición desde el Congreso y que dé apoyos a De la Calle para la Presidencia los últimos cambios de la reforma política que permiten la unión de listas entre partidos grandes les beneficia.
Pero como La U es un partido de caciques y de poca ideología, que De la Calle haya sacado poco más de 360 mil votos puede ser poco atractivo para que los congresistas se vayan con él y no con Germán Vargas (que mostró su potencial político esta semana presentando 4 millones de firmas para su candidatura) o con el uribismo que de entrada puede tener 2 millones de votos.
Aún así este resultado parece no desanimarlo.
“Entrar con 700 mil votos en una época de antipartidos es una maravilla”, nos dijo Roy, al sumar la votación total del liberalismo entre el exnegociador y Juan Fernando Cristo, que en teoría tendría De la Calle como cace para arrancar.
Con el Fast Track en su etapa final y con la posibilidad de capitalizar políticamente los pocos proyectos que pasen, la estrategia de Roy por ahora le sirve al Gobierno y a la implementación del Acuerdo de Paz.
Falta ver si también le servirá en las elecciones.