Lo hace con una estrategia de desprestigio a la credibilidad de un aliado político clave en su cuestionada campaña de reelección, con un ojo puesto en la opinión internacional.
Santos asume el riesgo de enfrentarse al Ñoño para luchar por su legado
Juan Manuel Santos no está defendiendo su libertad, sino su legado.
Y al hacerlo, no está ahorrando esfuerzos para deslegitimar al exsenador Bernardo ‘el Ñoño’ Elías. Se trata de una movida arriesgada. Elías fue un aliado político clave en su reelección, y podría revelar los secretos de cómo la campaña del entonces presidente consiguió mover, con dinero, la maquinaria que le ayudó a ganar la reelección en el 2014, como contamos en esta historia.
La defensa de Santos tiene un ojo puesto en los procesos judiciales aún pendientes y otro en la opinión nacional e internacional. Sobre todo en la escena global, en la que Santos ha gozado de un amplio reconocimiento por haber logrado el Acuerdo de Paz con las Farc.
Ha sido invitado como profesor visitante en la Universidad de Harvard y la de Oxford. Fue admitido como integrante de The Elders, una organización de sabios ex funcionarios globales, fundada por Nelson Mandela, que hoy incluye a Ban Ki Moon. Y también hace parte de la Comisión Global de Política de Drogas, con Richard Branson, Ernesto Zedillo y César Gaviria, entre otros.
A diferencia de otros expresidentes de América Latina, hasta ahora Santos había esquivado los vínculos directos con la corrupción de Odebrecht.
Pero dos hechos recientes muestran que el expresidente está preocupado por las recientes declaraciones de ‘el Ñoño’. Hace quince días, Elías dijo, en una audiencia judicial, que el expresidente había asistido a una reunión con uno de los directivos de la multinacional en la que se acordó que Odebrecht “reforzaría” su campaña.
Como contamos en esta historia, la manera en la que surgió esa declaración apunta a que la Fiscalía, ahora bajo el mando de Francisco Barbosa, tiene un interés renovado en investigar el papel de Santos en el esquema de corrupción de Odebrecht.
El primer hecho es la ronda mediática del abogado defensor de Santos, Alfonso Prada, atacando la credibilidad del ‘Ñoño’.
Lo ha hecho en tribunas nacionales con amplia difusión, y en algunos casos con un cubrimiento favorable. Por ejemplo, una entrevista este domingo con Yamid Amat, en El Tiempo, con pocas contrapreguntas, y un cubrimiento amplio a la posición de la defensa en Caracol Televisión, una empresa presidida por un amigo personal de Santos, Gonzalo Córdoba.
El segundo hecho es la filtración de la defensa de Santos de una grabación a Noticias Caracol, que no logró ser prueba decisoria en la Corte Suprema de Justicia, pero en medios sí refuerza la idea de que Elías está mintiendo. El audio fue grabado personalmente por el entonces Fiscal General, y antes funcionario de Santos, Néstor Humberto Martínez.
En la conversación Martínez le pregunta al exsenador condenado por corrupción Juan José García, hoy fallecido, por un supuesto plan de los senadores Elías, Musa Besaile y Armando Benedetti, para enlodar a Santos, del que García había alertado al entonces presidente.
García reconoce que escuchó del plan en La Picota, donde estaban presos Elías y Besaile, pero se niega a hacer una denuncia formal ante el entonces Fiscal.
En 2018, Martínez envió la grabación a la Corte Suprema, donde era investigado Besaile. Según dijo Prada en Caracol, Santos no conocía la grabación. Sin embargo, sí dijo que tras las declaraciones del Ñoño en la audiencia de Andrade, el expresidente Santos recordó que en 2018 había hablado con Néstor Humberto Martínez y que él “iba a intervenir”. Por eso ahora solicitaron la grabación en la Corte y la presentaron como prueba en el proceso que aún tiene abierto el Consejo Nacional Electoral.
Se trata de una indagación preliminar que investiga si dineros de Odebrecht entraron ilegalmente a su campaña, tras el testimonio del empresario Andrés Sanmiguel quien confesó que recibió plata de Odebrecht para la reelección.
Como se trata de un órgano electoral, el asunto no supone un proceso penal, o una amenaza para su libertad. La defensa de Santos ha buscado que el ex senador Elías presente ahí su testimonio, con la posibilidad de contrainterrogarlo, pero éste se ha negado en varias ocasiones argumentando temores por su seguridad.
El expresidente también enfrenta otro proceso en la Comisión de Acusaciones de la Cámara, un órgano político que nunca ha condenado a un presidente o expresidente.
La tribuna mediática de Santos
El salto al ruedo mediático de la defensa de Santos, en cabeza de Prada, quien también fue secretario general de presidencia de Santos, llegó este domingo en El Tiempo. El sumario de la entrevista de Yamid Amat resume bien el ánimo del intercambio: “Alfonso Prada asegura que ‘Ñoño’ miente y enumera las contradicciones”.
La defensa de Prada llegó luego de dos semanas en las que la versión de Elías había tenido una amplia difusión.
Especialmente en la revista Semana, el cubrimiento a Santos había sido marcadamente negativo. La revista le dedicó dos portadas seguidas al expresidente (una por un tema relacionado con el ELN). Y Vicky Dávila, la directora, tuvo una extensa entrevista en video con ‘el Ñoño’.
Según le dijo Prada a La Silla, Semana no lo buscó para contrastar su cubrimiento. “Esas versiones van caminando sin que nadie diga nada, por eso yo salgo y hablo”, agregó.
Pero la respuesta mediática para Santos en El Tiempo, el antiguo medio de su familia, dejó por fuera preguntas importantes. Por ejemplo, sobre el papel fundamental de Elías como aliado en la segunda vuelta para Santos, y sobre la declaración de Sanmiguel, el empresario por el que se reabrió la investigación en el CNE, y quien confesó haber entregado dinero para la reelección.
Otras preguntas de Amat, como si “¿existía alguna forma de recibir aportes que no fueran declarados?”, le dieron la oportunidad a Prada de hablar sobre los controles instaurados en la campaña, sin tener en cuenta que, según varios testimonios, el dinero de Odebrecht se repartió en efectivo.
Sin embargo, incluso antes de haber salido a medios, la defensa de Santos recibió un empujón mediático, en el noticiero de mayor audiencia en el país.
Un día después de la declaración de Elías que vinculó a Santos en la reunión con Odebrecht, Noticias Caracol publicó un informe titulado, “Elías dice que no le consta supuesta reunión de Santos con Odebrecht”. Se refería a lo sucedido en el contrainterrogatorio del día siguiente.
La Silla Vacía revisó toda la audiencia y no encontró sustento para esa afirmación. La nota tampoco muestra que “el Ñoño” hubiera retrocedido de su afirmación inicial.
Justo ayer, de nuevo Noticias Caracol publicó la grabación hecha por el mismo ex fiscal general Martínez al fallecido exsenador Juan José García. Con un despliegue de más de diez minutos, la noticia asume la posición de la defensa, en cuanto, según el noticiero, “la grabación evidenciaría alianza entre Musa Besaile y Ñoño Elías para salpicar la campaña de Santos”.
La grabación de Martínez
Según le dijo Prada a La Silla, la defensa de Santos apenas supo de la grabación el viernes pasado, y por eso solo hasta esta semana la remitió al CNE. Explicó que “la defensa no está fundamentada en esa prueba, de 78 páginas de defensa le dedicamos una para mostrar que la versión del ñoño es mentirosa”. Si bien reconoció que es la más “mediática”.
El senador Armando Benedetti, mencionado en la grabación como uno de los supuestos integrantes del plan para salpicar a Santos, le dijo a La Silla que creía que la grabación era ilegal. Sobre el contenido, Benedetti agrega que “no está diciendo nada, es una cortina de humo para deslegitimar al Ñoño”.
Sobre la legalidad del audio, Prada sostiene que cuando el fiscal tiene “noticias de un posible delito que le comunica el presidente, tiene entonces la obligación de actuar”. Martínez, en efecto, remitió con una carta la grabación a la Corte Suprema, el juez de los congresistas.
Más allá de que la grabación no aporta evidencia concreta de un plan, y como tal no fue tenida en cuenta por la Corte, sí resalta el papel que jugó Martínez en la investigación sobre la entrada de dinero ilícito a la campaña de la que él mismo hizo parte.
Antes de ser fiscal general, Martínez jugó un papel en la recolección de fondos para la reelección, y luego, en el gobierno, tuvo un puesto en el gabinete del hoy investigado expresidente. Ya siendo el Fiscal General, sabemos ahora que recopiló personalmente evidencia a solicitud de Santos, un hecho sin antecedentes en Colombia.
Pero ahora, fuera del poder, el expresidente enfrenta un tablero de poder con pocos aliados para defender su legado.
Todo por el legado
Según nos dijo Prada, además de una defensa jurídica frente a las acusaciones del “Ñoño”, su actividad reciente responde a “una preocupación personal” de Santos. “Porque cada vez que pasa esto se vuelve noticia mundial, por el Nobel y por su figuración internacional. Eso no se ve acá, pero nosotros sí lo sentimos”, explicó.
Eso ayuda a explicar por qué Santos asume los riesgos de irse contra Elías, quien, según supo la Silla por fuentes de primera mano, ha expresado en privado que tiene pruebas adicionales sobre el ingreso ilegal de dinero a la campaña.
Y es que no se trata de un personaje secundario. El “Ñoño” se sentaba a manteles en la Casa de Nariño, montaba en el avión presidencial, recibía a Santos y a sus altos funcionarios en su natal pueblo de Sahagún, incluyendo durante la correría del entonces candidato, entre la primera y la segunda vuelta de la campaña del 2014.
Además, Elías está colaborando activamente con la Fiscalía, y es una pieza clave en el esfuerzo del fiscal Barbosa por reactivar la investigación de Odebrecht, como contamos en esta historia.
Una estrategia, que si funciona, podría sacudir las elecciones del 2022, al involucrar a otros funcionarios cercanos al expresidente en la repartición de dinero durante la campaña del 2014, incluyendo al exvicepresidente Germán Vargas y a Simón Gaviria.
Que el caso Odebrecht puede influir en un año preelectoral fue visible solo con la versión de Elías, a partir de la cual el uribismo revivió su denuncia de que Santos le ganó a Óscar Iván Zuluaga, candidato del Centro Democrático, con un fraude. A los pocos días, Zuluaga fue desempolvado como posible candidato de la derecha.
Por otro lado, los riesgos podrían ser manejables para Santos. Elías está preso desde el 2017 y aún no ha aportado ninguna prueba, más allá de versiones de oídas, de que Santos hubiera tenido conocimiento del ingreso del dinero de Odebrecht a su campaña.
Y si bien está documentado que en la segunda vuelta del 2014 contó con un empujón enorme de dinero para apoyar a Santos, ni Elías, ni testigos como Sanmiguel, han podido mostrar que entraron directamente a la campaña del expresidente.
En este sentido, ni siquiera se ha podido comprobar que el estudio de opinión sobre la candidatura de Santos que Odebrecht pagó, de 1 millón de dólares, constituyó una violación a las reglas electorales.
Más allá de cómo resulte su defensa, con ella Santos vuelve a demostrar dos caras contradictorias de su manera de hacer política. Por un lado, está el líder cosmopolita que se codea con Ban Ki Moon. Por el otro, el presidente amigo del condenado ex senador García, que lo recibe en Casa de Nariño para escuchar de un complot de senadores de su propio partido, del que García se enteró en La Picota, donde visitaba a su también condenado hermano ex senador.
Una cara de Santos que sale a relucir de nuevo, paradójicamente, en la defensa de su legado.