Santos no solo le va a meter mano a la Fiscalía

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En medio de las carreras del final de la legislatura, pasó de agache que el Congreso le volvió a dar al presidente Juan Manuel Santos las facultades extraordinarias para reformar entidades. Mejor dicho, le firmó de nuevo el cheque en blanco para reformar, crear, eliminar, separar o fusionar entidades.

En medio de las carreras del final de la legislatura, pasó de agache que el Congreso le volvió a dar al presidente Juan Manuel Santos las facultades extraordinarias para reformar entidades. Mejor dicho, le firmó de nuevo el cheque en blanco para reformar, crear, eliminar, separar o fusionar entidades.

En 2011 el Congreso ya le había dado a Santos unas funciones similares para reformar el Estado, con las que fueron creadas, modificadas o eliminadas decenas de entidades y que, como contó La Silla, reforzaba el poder presidencial y mejoraba la gestión del Estado, pero no era histórica ni incluía grandes novedades. Esas facultades se vencieron en junio y por eso, para hacer más cambios necesitaba que el Congreso le diera de nuevo esos poderes. Esta vez los tendrá por un año.

Esta vez las facultades serán utilizadas para ajustar algunas entidades. La Silla supo que aún se están barajando varias de ellas, pero que por ahora la más importante es la Fiscalía General. La diea es ampliar su planta de personal y prepararla para el posconflicto, como ha explicado el Fiscal Eduardo Montealegre.

Pero no solo es la Fiscalía. También están en la lista la Superintendencia de Salud, a cuyos directivos el Superintendente les pidió hace pocos días la renuncia protocolaria.

Y también el Ministerio de Agricultura, que lleva un año y medio impulsando una reestructuración que le permitiría fortalecer la 'pata' de desarrollo rural y así ir preparando al sector para las nuevas responsabilidades que le pueden caer si los diálogos con las Farc llegan a buen puerto. Esta reforma, como contó La Silla, ya había pasado por Presidencia pero se encuentra frenada en el Ministerio de Hacienda por razones presupuestales.

Aún falta que Presidencia, en cabeza de la Alta Consejera para el Buen Gobierno Maria Lorena Gutiérrez, defina las prioridades y que el Ministerio de Hacienda defina qué recursos hay, para saber finalmente cuáles entidades son las que se van a reformar.

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