Santos nunca cerró con llave la puerta de la reelección, pero el Congreso se impuso

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Juan Manuel Santos fue presidente, se reeligió y, después de eso, el pasado 20 de julio, anunció en el Congreso que en su segundo Gobierno suprimiría la reelección presidencial. Pero una movida del representante conservador santista Telésforo Pedraza, la semana pasada en la plenaria de la Cámara, evidenció que en realidad Santos II nunca echó al mar las llaves de la reelección y por el contrario dejó esa posibilidad latente. Aunque en la votación de la conciliación de la iniciativa conocida como “equilibrio de poderes”, el próximo lunes, seguramente morirá la jugada de Pedraza.

Juan Manuel Santos fue presidente, se reeligió y, después de eso, el pasado 20 de julio, anunció en el Congreso que en su segundo Gobierno suprimiría la reelección presidencial. “Desmontar la figura de la reelección es la puerta de entrada al restablecimiento del equilibrio de poderes en nuestro país”, dijo después, cuando fue presentado el proyecto de reforma constitucional cuyo corazón era eliminar el polémico articulito.

Pero una movida del representante conservador santista Telésforo Pedraza, la semana pasada en la plenaria de la Cámara, evidenció que en realidad Santos II nunca echó al mar las llaves de la reelección y por el contrario dejó esa posibilidad latente. Aunque en la votación de la conciliación de la iniciativa conocida como “equilibrio de poderes”, el próximo lunes, seguramente morirá la jugada de Pedraza.

la historia

Resulta que en el “equilibrio de poderes”, que presentó el Gobierno al Congreso en septiembre pasado, se elimina la reelección presidencial pero no se restringen los modos para revivirla, que son: mediante una asamblea constituyente, un referendo o un acto legislativo tramitado en el Congreso. Esas son las tres formas contempladas para hacer cambios a la Constitución.

Según le explicaron a La Silla por separado dos senadores de la Comisión Primera, la que tramita las reformas constitucionales, el Gobierno habría podido restringir de entrada en su proyecto que la reelección pudiera resucitar mediante acto legislativo, pues esa es la manera más fácil de revivirla: necesita apenas las mayorías en el Legislativo. De esa manera no sólo se eliminaría la polémica figura que nació para reelegir a Álvaro Uribe, sino que se cerraría esa puerta con llave.   

Ese candado terminaron poniéndolo los godos, que el 20 de julio en cabeza del senador Eduardo Enríquez Maya habían presentado un proyecto para suprimir la reelección que incluye que ésta no se pueda volver a tramitar a través de un acto legislativo sino solo a trevés de una Constituyente o un referendo, que es cuando el pueblo decide directamente. La propuesta se acumuló con la del Gobierno y fue aprobada en el Senado con el apoyo activo, entre otros, de la senadora liberal Viviane Morales.

Por eso, pasó inadvertido el hecho de que Santos II, originalmente, no haya puesto las trancas necesarias para realmente acabar con la reelección presidencial.

Pero la semana pasada, cuando el proyecto era aprobado en la plenaria de la Cámara, el representante godo-santista Telésforo Pedraza metió una proposición que dejó las cosas como las tenía el Gobierno: sin reelección pero con la posibilidad de revivirla con un proyecto de reforma constitucional en el Congreso.

En la práctica eso significa que el Gobierno que venga, y cualquier otro, puede simplemente usar sus mayorías en el Legislativo para abrir la posibilidad de reelegirse. Un asunto que no pinta complicado en el Congreso colombiano, que es de tradición gobiernista.

El asunto levantó críticas y suspicacias en opositores del Gobierno, como el representante del Polo Germán Navas Talero, y hasta entre los mismos conservadores que paradójicamente habían presentado el proyecto anti reelección en julio.

Navas le dijo a La Silla que fue una proposición improvisada y que en la Cámara otros conservadores la criticaron porque “el acuerdo era que ellos votaban la eliminación de la reelección, tal y como venía de Senado”.

Navas y un representante liberal que también consultamos creen que la proposición fue aprobada porque pocos entendieron su significado.

El presidente de la Cámara Fabio Amín añadió por aparte que para él la propuesta “es un retroceso” frente a lo que se avanzó en Senado en el tema de la reelección.

Un senador y una de las cabezas del Partido Conservador, quienes pidieron que se omitieran sus nombres, añadieron que en la colectividad están molestos con Telésforo y muchos se preguntan si se trató de un favor al Gobierno o al vicepresidente Germán Vargas Lleras, cuya candidatura presidencial en 2018 por ahora se da por descontada.

Telésforo le dijo a La Silla que el argumento de su proposición es que el Congreso no se puede quitar las facultades que le dio la Constitución (en este caso, modificar la Carta mediante un acto legislativo) y que él no está haciendo favores a nadie. Además recordó que en 2005 fue el único conservador que se opuso a la reelección para Uribe.

Precisamente, esa es una de las curiosidades que llaman la atención sobre su movida: su férrea oposición a la reelección de Uribe. Pedraza es el único representante azul en Bogotá, tiene un grupo político modesto que no incluye ningún concejal, y entre las legislativas de hace cuatro años y éstas perdió la mitad de su votación. Pasó raspando con menos de 10 mil votos y es un santista declarado dentro de su colectividad.

Sobre su proposición también cabe preguntarse por qué no la metió desde el principio (en la Comisión Primera de la Cámara, de la cual él es parte). Y también llama la atención su conocida amistad con Vargas Lleras, con quien incluso se reunió en campaña presidencial para expresarle su apoyo. Eso dado que, en caso de que Vargas llegue a ser Presidente, el Vice es uno de los principales beneficiados si se abre la posibilidad de la reelección.

Rodrigo Lara, representante de Cambio Radical, el partido de Vargas Lleras, cree no obstante que en la proposición de Telésforo “no media ningún trasfondo y el Congreso no puede quitarse competencias”.

Y aunque por ahora todo indica que la jugada no prosperará, porque en la conciliación entre los textos de Senado y Cámara ganó el de Senado (la votación será el lunes próximo en las plenarias de ambas cámaras), lo que deja claro esta historia es que la reelección es un muerto que quería dejar un poco vivo Santos II. No sólo por la propuesta de una de sus fichas en la Cámara, sino por el mismo texto original que presentó el Gobierno.  

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