Roberto Herrera, una de las fórmulas a la Cámara del heredero de Trino Luna, Manuel Mazeneth, no fue aceptado en ningún partido. Pero pidió posada en el Movimiento Nacional Afrocolombiano “Afro” y recibió aval. Herrera fue concejal de Pivijay entre 2003 y 2007, cuando el municipio estaba bajo el dominio de Jorge 40. Como lo señaló en un artículo el portal Votebien.com, la circunscripción para candidatos afrodescendientes ha perdido su razón de ser, la de lograr representación de grupos minoritarios en el Congreso. Ahora algunos de estos partidos se volvieron fábricas de avales, incluso de candidatos cuestionados que nada tienen que ver con estas comunidades. El partido que avala a Herrera es nuevo, y es una de las 67 agrupaciones que compiten por las dos curules a la Cámara de la circunscripción especial. En 2006, sólo compitieron 27 partidos, pero ahora las organizaciones afro y terceros interesados se dieron cuenta que es muy rentable aspirar a estas curules, pues si las ganan se convierten en partidos con personería jurídica. Así pueden recibir financiación estatal para sostenimiento y acceso a medios. Y lo más importante, ganan la potestad de avalar candidatos a cualquier elección. Pueden incluso avalar candidatos presidenciales, como la Alianza Social Afrocolombiana (ASA) que inscribió ayer al ex magistrado Jaime Araújo Rentería.